Los muertos en accidentes de tránsito en Uruguay en el primer mes del año ya superan el promedio de 1998 de 1,64 por día, sin que las autoridades puedan encontrar la inmunidad contra este mal, primera causa de muerte entre la población de 20 a 35 años.
El récord del año pasado, que alcanzó a 21.130 accidentes y 597 muertos, y el crecimiento registrado este mes, con 40 fallecidos en sólo 20 días, llevó al ministro del Interior, Guillermo Stirling, a declararse absolutamente desconcertado.
Con un parque de aproximadamente 600.000 vehículos para 3,3 millones de habitantes, Uruguay encabeza la estadística de muerte por accidentes viales en el Mercosur y Chile y Bolivia en relación a la población.
La tasa de muertes por esta causa fue el año pasado superior a 181 por millón de habitantes, frente a 65 en Francia, 46 en Estados Unidos y 38 en Suecia, países todos que cuentan entre 400 y 500 automóviles cada 1.000 habitantes, mientras que en Uruguay sólo hay unos 180.
El aumento promedio de 10 por ciento de la población y de automotores en circulación entre mediados de diciembre y marzo, debido al ingreso de turistas -el crecimiento de habitantes estacionales relativo más importante de la región- no alcanza para que este país abandone el "privilegio" estadístico.
La afluencia en ese lapso de automovilistas argentinos, 65 por ciento del total de extranjeros que ingresan cada año al país, podría explicar que los departamentos que más reciben turistas (los sureños Montevideo, Canelones, San José, Maldonado y Colonia), sean también los que registran más muertes.
Las principales rutas de acceso de Argentina a los balnearios del este uruguayo, entre ellos Punta del Este, ubicado a 140 kilómetros de Montevideo, pasan por esos departamentos.
Luego de instrumentar diversas medidas de prevención y educación con resultados negativos, este mes el gobierno comenzó a aplicar la denominada "tolerancia cero" para todos los que violen cualquier norma, por pequeña que sea, dejando de lado la tradicional "advertencia" a los infractores primarios.
La medida, que recoge la experiencia que aplicó Nueva York para abatir el alto índice de delincuencia, ya está siendo implementado desde diciembre por el gobierno municipal de Montevideo, una ciudad que concentra casi 50 por ciento de la población del país y donde más accidentes ocurren.
Incluso se desempolvó un capítulo del código municipal que había caído en desuso, que dispone el pase a la justicia penal de los conductores que pongan en riesgo la vida de terceros, aunque no se concrete accidente alguno.
Sin embargo, pasados los primeros 60 días de puesta en marcha de estos nuevos criterios represivos, en la capital uruguaya no se han obtenido los resultados esperados, informó a IPS el director del departamento jurídico de la alcaldía, Adolfo Pérez Piera.
La policía de Montevideo comunicó esta semana que la cantidad de accidentes en la capital ha crecido de manera constante desde 1995, cuando se registraron 4.016, al año siguiente 4.208, y 6.605 en 1997.
Acorde con la tendencia del resto del país, el año pasado los accidentes callejeros se elevaron a 7.380, dos por ciento de los cuales arrojaron una o más muertos, que totalizaron 177.
El crecimiento de las violaciones a las normas de tránsito y la sucesión de muertos llevó a que el jefe de la policía montevideana afirmara que "en Uruguay hay conductores más peligrosos que delincuentes fuertemente armados".
La afirmación está sostenida por la comprobación de que 92 por ciento de los accidentes obedecen a causas humanas, entre las que prevalecen el alcoholismo y los errores de conducción, según datos policiales.
Sólo el ocho por ciento restante es atribuido a deficiencias mecánicas, el mal estado de calles y rutas o la falta de señalización.
Por esta razón, al poner en marcha el plan tolerancia cero, el ministro Stirling enfatizó que el aumento de la represión "es la única medida que queda a mano para combatir esta enfermedad endémica", y puso como ejemplo los buenos resultados alcanzados por un plan similar en Brasil.
En enero de 1998, Brasil aprobó un severo código que en sus 600 artículos establece un fuerte incremento de las multas y hasta penas de prisión para los conductores infractores.
Brasil encabeza en números absolutos la cantidad de muertes en la vía pública en América del Sur, con 60.000 al año.
Además de hacer cumplir con rigor la normativa existente, las autoridades uruguayas se proponen elevar 500 por ciento el monto de las multas, que en la actualidad oscila entre 10 y 280 dólares, y lanzar una "campaña publicitaria de choque con imágenes crudas y reales", dijo Stirling.
El ministro comparó los valores de las penalizaciones con Brasil, donde el exceso de velocidad es castigado con una multa de 500 dólares, mientras que en Uruguay sólo alcanza a 130.
Otro objetivo del gobierno nacional es unificar los valores de las penalizaciones, que en la actualidad difieren de manera sustancial entre un departamento y otro.
Conducir luego de haber consumido alcohol en exceso o drogas en Montevideo se castiga con 280 dólares, mientras que en Maldonado, departamento en el que está ubicado el balneario de lujo de Punta del Este, sólo llega a 55.
El desconcierto en que han caído las autoridades nacionales ante la imposibilidad de detener el elevada cantidad de accidentes, con su secuela de heridos y muertos, es reflejo de la ineficacia de las campañas de prevención y educación, que parecen haber agotado el repertorio sin conseguir su objetivo.
El Ministerio de Educación y Cultura tiene en ejecución una campaña publicitaria cuyo mensaje central dice: "Los que van a morir te saludan".
En tanto, el Banco de Seguros del Estado, que cubre 85 por ciento de las denuncias de siniestros por accidente, apunta a los jóvenes de entre 18 y 30 años con un anuncio en el que la figura de "la muerte" seduce desde la barra de una discoteca.
Esta franja etaria es la protagonista central de esta tragedia, en particular las noches de los fines de semana. (FIN/IPS/dm/dg/pr/99
