El mercado financiero de Sudáfrica se recupera lentamente del coletazo de la crisis de Brasil que provocó el abrupto descenso del rand, pese a que analistas temen que la recuperación sea temporal.
Desde el miércoles 13, cuando Brasil amplió la banda de flotación que provocó una depreciación de nueve por ciento del real, el índice de la Bolsa de Valores de Johannesburgo recuperó alrededor de dos puntos porcentuales y el índice financiero ganó 390 puntos, o 3,5 por ciento.
Así mismo, el índice industrial creció más de dos por ciento, a medida que se disipa la crisis de Brasil.
El viernes, cuando Brasilia dejó flotar libremente al real, lo que provocó otra caída de nueve por ciento, el rand llegó a situarse a 6,33 frente al dólar.
Actualmente se encuentra fijo a seis por dólar y se espera que continúe su recuperación mientras Brasil vuelve a la normalidad. Antes de la caída, el rand estaba a 5,70 frente al dólar.
La crisis brasileña también puso fin a la reducción de las tasas de interés, disminución que resulta imprescindible para la recuperación de la economía sudafricana.
Se preveía otra reducción de las tasas de interés para febrero, pero se espera que el Banco Central la detenga mientras le sea posible.
"Nuestra sensación es que esto quizás se trate solamente de un respiro temporal", afirmó Christopher Hart de la Unión de Bancos de Sudáfrica.
"Quizás esto conduzca a una ola de devaluaciones en América del Sur, lo que tendrá ramificaciones en China y Hong Kong, provocando una ola de contagio que azotará a todo el mundo. Va a ser mucho peor de lo que la gente supone", advirtió Hart a IPS.
La devaluación del real del miércoles provocó la fuga de Brasil de 1.800 millones de dólares al día siguiente.
Analistas sudafricanos afirman que si un cambio de apenas nueve por ciento en la moneda de un país provoca el derrumbe de los mercados mundiales y una caída de 15 puntos en el rendimiento de los bonos, entonces quizás el mundo esté en el umbral de una sacudida mayor que la que se vivió durante la crisis asiática.
"La primera ronda de contagio afectó principalmente a Asia, y la segunda afectará al mundo entero", opinó Hart.
Brasil es una pieza importante en los mercados emergentes. Ubicado entre las diez mayores economías del mundo, es un país con un peso económico determinante en América Latina, por lo que se espera que los estados vecinos probablemente devalúen sus monedas también.
Dentro de los mercados emergentes, Sudáfrica figura como el más codiciado dentro del índice de inversiones de la firma financiera International Finance Corporation.
El país posee un índice de valoración de 14,87 por ciento, México no supera 11,5 por ciento y Brasil llega a 11.4 por ciento.
En 1998, cuando la economía sudafricana estaba posicionada para crecer, la especulación de las principales bolsas de valores obligó al rand a perder 20 por ciento de su valor.
El hecho desencadenó una serie de medidas drásticas y costosas de parte del Banco Central para evitar que se utilizaran las reservas del país.
En consecuencia, se produjo un abrupto aumento de las tasas de interés. Hubo momentos en que la tasa de interés preferencial se mantuvo fija a 24,5 por ciento, un aumento del 19,25 anterior. Actualmente se encuentra en 22 por ciento.
"Las economías nacionales están sujetas a los caprichos de quienes toman decisiones a nivel multinacional", afirmó Njongonkulu Ndungane, arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo que dirige la campaña para perdonar la deuda sudafricana.
"La autoridad y el poder verdaderos se encuentran en manos de los que tienen el dinero", comentó.
"Esto es explotación económica. Lo que nos obsesiona a todos en el mundo entero es el espectro de crecimiento económico ilimitado, acompañado de los mecanismos neoliberales necesarios para generarlo: globalización, privatización y desregulación", agregó Ndungane.
"Ya no resulta apropiado que las fuerzas del mercado por sí solas dicten la forma en que los gobiernos estructuran sus economías", criticó.
Debido a que Sudáfrica es un mercado emergente, al igual que Malasia, Rusia y Brasil, el país es muy sensible a la sensación de los inversores, y las crisis de Asia y Rusia son un testimonio de ello.
Pese a la recuperación del rand, los analistas afirman que es más fácil que los inversores se retiren del mercado sudafricano, en comparación con otros mercados emergentes.
La economía sudafricana depende en gran medida del influjo de capitales para compensar el déficit de su cuenta corriente y la falta de ahorro internos.
Sin embargo, "la confianza retorna lentamente a los mercados, y éstos deberían asentarse pronto", comentó un operador de la bolsa de Johannesburgo. (FIN/IPS/tra-en/gm/mn/mvf/aq/if/99
