NIGERIA: Violencia enturbia transición hacia la democracia

La transición hacia el gobierno democrático en Nigeria fue ensombrecida por los enfrentamientos entre soldados y grupos opositores en el estado rico en petróleo Delta del Níger.

Los últimos roces ocurrieron la semana pasada cuando tres personas murieron y unas mil fueron desplazadas cuando los soldados dispersaron a jóvenes de la etnia ijaw en Bayelsa, la capital del estado, que reclamaban el retiro de las compañías trasnacionales de la zona.

Los combates ocurren mientras el país se prepara para las elecciones presidenciales. Las fuerzas armadas, que dominan la política nigeriana desde la independencia de este país africano en 1960, prometieron entregar el poder a un gobierno civil en mayo.

Tras los enfrentamientos de la semana pasada, el jefe de Estado general Abdulsalaam Abubakar, arquitecto del retorno al gobierno civil, inmediatamente envió refuerzos a la problemática región donde los ijaw y otras comunidades exigen un mayor control sobre los recursos petroleros locales.

El lunes se informó que los soldados dispersaron a los jóvenes luego de exigir que las transnacionales petroleras abandonaran la región el 30 de diciembre.

En octubre, los jóvenes ijaw detuvieron el flujo de un tercio de los dos millones de barriles de petróleo que Nigeria exporta a diario para reclamar una mayor independencia política del cuarto grupo étnico de este país y más instalaciones para sus comunidades.

También intentaron secuestrar un helicóptero y varios barcos, y acosaron a trabajadores del petróleo.

Los jóvenes, reunidos en la localidad de Kaiama, presentaron la Declaración de Kaiama en la que solicitaron al gobierno que resuelva el problema de la "marginación de los ijaw".

La declaración, firmada por los dirigentes ijaw Felix Tuodola y Timi Ogoriba, también exigió el retiro inmediato de la zona de las compañías petroleras, los contratistas y el personal militar.

"La propiedad de todas las tierras y recursos de la zona se pasó al pueblo", sin importar las leyes al contrario, anunció la declaración.

"Dejamos de reconocer todos los decretos antidemocráticos que roban a nuestro pueblo y nuestras comunidades el derecho a la propiedad y el control de nuestras vidas y recursos que se promulgaron sin nuestra participación ni consentimiento", dijeron los jóvenes.

Entre estos se encuentran "el decreto del Uso de la Tierra (que concede la propiedad de la tierra al gobierno que la administra a nombre del pueblo) y la Ley del Petróleo, que concede la propiedad de todos los recursos petrolíferos en el país al gobierno nigeriano", declararon.

Las muertes de la semana pasada ocurridas en Yenagoa obligaron al coronel Paul Obi, administrador militar de Bayelsa, a declarar el estado de emergencia e imponer un toque de queda desde el crepúsculo hasta el amanecer para impedir un posible rebrote de la violencia.

"Las muertes confirman la brutal decisión del gobierno de reprimir al pueblo y obligarlo a la sumisión", aseguró Isaac Osuoka, joven dirigente ijaw, quien agregó que los ijaw no serán contenidos hasta que se cumplan sus exigencias.

"Los militares quieren demostrar que son capaces de reprimir. Quieren forzar a los jóvenes ijaw a someterse. Es la forma militar habitual de responder al sufrimiento del pueblo del Delta del Níger", dijo.

El Consejo Juvenil Ijaw, uno de los grupos de presión de la región, advirtió el martes 29 de diciembre que los jóvenes ijaw tienen la capacidad de defenderse de cualquier provocación.

El ala militar de los ijaw, la Fuerza de Voluntarios del Delta del Níger, dio al gobierno 60 días para cumplir sus demandas o padecer el sabotaje en la industria petrolera.

El mes pasado, la planta Forcados de la compañía anglo- holandesa Shell tuvo que cerrar durante una semana luego de las protestas de los jóvenes Ogulagha en el estado.

Entonces, los jóvenes explicaron que protestaban porque la estadounidense Mobil no cumplió la promesa de pagar 6,8 millones de dólares en compensación por un derrame ocurrido en sus instalaciones en enero de 1998.

Al principio, los jóvenes exigieron 50 millones de dólares en compensación. Pero Mobil sólo pagó 5,3 millones, y prometió entregar los restantes 1,5 millones más adelante.

"Esta vez, Nigeria y la comunidad internacional nos oirán o todo el país sufrirá con nosotros", advirtieron los jóvenes.

Una declaración del grupo aclaró que la advertencia se decidió en el quinto congreso de la Fuerza de Voluntarios del Delta del Níger y de la Asamblea Consultora Suprema del ala militar juvenil del Congreso Nacional Ijaw.

Los dirigentes ijaw esperan que Abubakar responda a sus reclamos, que incluyen la concesión de contratos de 20 proyectos de carreteras y la participación en la distribución de los recursos petroleros. (FIN/IPS/tra-en/to/mn/aq/ip/99

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