La derogación en Nigeria del decreto que prohibía la afiliación a sindicatos internacionales es un "verdadero avance para el movimiento sindical" nacional, afirmaron dirigentes.
El decreto, promulgado durante la dictadura del general Sani Abacha, fallecido en junio, fue uno de los tantos que atentaban contra la libertad de asociación de Nigeria.
Los decretos que prohíben cuestionar el liderazgo del Congreso de Sindicatos de Nigeria (CSN) y establecen sanciones a quienes lo hagan también parecen destinados a desaparecer.
"El gobierno merece elogios por liberar a los sindicatos", sostuvo Adam Oshiomhole, secretario general del Sindicato Nigeriano de Trabajadores Textiles, de la Indumentaria y de la Confección.
Oshiomhole opinó que anular el decreto fue un "paso positivo". "Si el mundo es una aldea global, no tiene sentido que los trabajadores de un país estén aislados de los de otros países", dijo.
"Hay cuestiones de política comercial y de intereses nacionales que se discuten mejor en foros internacionales en los que no hay representación de los gobiernos, por ejemplo", explicó.
Sola Iji, secretario ejecutivo de la Asociación de Trabajadores de la Industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco, dijo a IPS que el decreto era "una estratagema para impedir que los sindicatos gozaran de solidaridad internacional, lo cual viola la convención de la Organización Internacional del Trabajo".
La anulación del decreto "no es el resultado de nuestro esfuerzo, sino una victoria del movimiento internacional de sindicatos". "Nosotros no desafiamos al gobierno", dijo.
El levantamiento de la prohibición es el preludio de las elecciones para la dirección del CSN, que reúne a 29 organizaciones, suspendidas durante el gobierno de Abacha (1993- 1998).
Dirigentes opositores y sindicales como Frank Kokori, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Petróleo y el Gas Natural, de 30.000 integrantes, fueron encarcelados o detenidos sin juicio por la dictadura.
El CSN celebrará una conferencia especial en Abuja, la capital de Nigeria, los días 27 y 29.
La organización pidió al gobierno que financiara la conferencia "pues es el responsable por lo ocurrido con el CSN durante los últimos cuatro años, así que debería hacerse cargo de reconstruirlo", dijo el sindicalista Godwin Wokeh.
"Sabemos que el gobierno es renuente a financiar o apoyar al CSN debido a la determinación del sindicato a ocuparse de sus asuntos sin interferencia", declaró Godwin.
El CSN exigió al gobierno un aumento salarial general de 300 por ciento.
"Creo que el gobierno no es sincero y que puede estar creando deliberadamente una situación caótica, quizá para ocuparse de otros asuntos que nosotros aún no conocemos", especuló Wokeh.
"Los gobiernos pusieron siempre a los trabajadores y al pueblo de este país al final de la fila. Cuando algo anda mal, se nos pide que nos sacrifiquemos. Pero cuando todo marcha bien, nadie nos avisa", señaló Wokeh. (FIN/IPS/ro/mn/ceb/mj/lb hd/99