México se enfrenta con un año difícil y de incertidumbre económica debido a la inflación y a la caída de los precios del petróleo, según funcionarios y analistas.
Los precios internacionales del crudo se ubicarán este año en un promedio de 8,27 dólares por barril y no de 9,25, como esperaba el gobierno de Ernesto Zedillo, según analistas de la Standard and Poor's y Bursamétrica.
La Secretaría (ministerio) de Hacienda de México prevé que los bajos precios del petróleo le harán perder cerca de 3.500 millones de dólares en ingresos fiscales.
El año 1999 será difícil, pues la menor actividad económica mundial impedirá que los precios del petróleo se recuperen, según la firma inglesa de análisis económico Centro de Análisis y Proyectos Economicos para México (Capem-Oxford).
Por otra parte, la inflación, que en 1998 alcanzó casi 18 por ciento, según datos oficiales, afecta a los más de 90 millones de mexicanos y no parece detenerse, aunque la Junta de Gobierno del Banco de México (central) se propone abatirla a 13 por ciento para 1999.
Mientras, el precio de la tortilla de maíz, con un consumo por habitante promedio de 140 kilogramos al año, aumentó la última semana entre 30 y 60 por ciento, de 28 centavos de dólar a hasta casi 50.
En el corto plazo, el aumento en el precio del combustible y otras medidas tendrán un impacto directo sobre la inflación en 1999.
El Banco de México indicó que las perspectivas de la economía mundial no son muy alentadoras y que se prevé una desaceleración de la actividad económica, el mantenimiento de la depresión de los precios del petróleo y una prolongación de las restricciones al financiamiento externo a las economías emergentes.
Estimaciones de organismos privados prevén para 1999 un crecimiento de 2,3 por ciento del producto interno bruto, una inflación de 14,90 por ciento, y una caída del peso, que pasará de 9,88 por dólar el 31 de diciembre a 11,41 pesos a fin de este año, con 10,76 pesos de promedio anual.
Estos cálculos establecen un precio de 8,27 dólares para el barril de petróleo.
La difícil situación económica obligará a los empresarios a realizar ajustes presupuestales y de personal. Se calcula que a lo largo del año se crearán unos 700.000 puestos de trabajo privados y que habrá una cifra igual de desempleados.
La demanda de vivienda, hoy de entre seis y siete millones, aumentará 10 por ciento. Sin embargo, los constructores coinciden en que los altos costos del financiamiento será uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector.
La industria automotriz augura una posible suspensión de créditos y despidos, pese a que "para este año, el mercado automortriz registrará un incremento de cinco por ciento y espera que las ventas se ubiquen en 640.000 unidades", según Troy Clarke, presidente de la filial mexicana de General Motors. (FIN/IPS/fv/mj/if/98
