El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, remodeló su gabinete luego de admitir que la policía golpeó a Anwar Ibrahim, el viceministro al que destituyó y que quedó detenido por corrupción y sodomía en septiembre.
Mahathir, de 73 años, nombró un nuevo viceprimer ministro y cambió a varios ministros el viernes, lo que revela la tensión que vive el gobierno y la presión pública a la que está sometido, cuatro meses después del escándalo político que provocó la destitución de Anwar.
Los cambios en el gabinete, atribuidos por la oposición al intento del gobierno de recuperar la confianza del público, se produjeron dos días después de la renuncia del jefe de policía, Rahim Noor, quien admitió su responsabilidad por el mal trato que recibió Anwar la noche de su arresto.
Noor presentó su renuncia dos días después de que el fiscal general, Mohtar Abdullah, declaró que la policía torturó a Anwar, lo cual fue evidente cuando éste compareció ante el tribunal y despertó las protestas de otros gobiernos y activistas por los derechos.
El gobierno ha sido presionado desde entonces a demostrar que su sistema judicial es imparcial y que el juicio a Anwar por corrupción y sodomía, que comenzó en noviembre, es justo.
El gobierno ordenó a la Fiscalía General investigar la declaración de Anwar de que fue golpeado hasta la inconsciencia la noche de su arresto, pero los resultados de la investigación están lejos de llenar las expectativas de muchos malasios.
Mohtar admitió que la policía torturó a Anwar, pero declaró que no podía identificar a los culpables, lo cual frustró aun más a los críticos.
Organizaciones de derechos humanos pidieron la semana pasada la renuncia del fiscal general y del ministro del Interior, cartera que ocupa el propio Mahathir, por no haber instalado una comisión independiente para investigar la identidad de los que golpearon a Anwar.
Anwar inició juicio por daños contra Mahathir, Rahim y el gobierno en general, inmediatamente después de conocer la declaración del fiscal general.
Mahathir remplazó a Anwar por el ministro de Relaciones Exteriores, Abdullah Ahmad Badawi, uno de los tres vicepresidentes del partido dominante, la Organización Nacional de Malasios Unidos (ONMU).
Abdullah y Anwar, fue destituido también de la vicepresidencia de la ONMU en septiembre, proceden de la región de Penang y son rivales dentro del partido.
Mahathir, que hace 17 años está en el poder, renunció a la cartera de Interior en favor de Abdullah, que tiene la imagen más limpia entre los directivos de la ONMU.
El gobernante entregó la cartera de Finanzas, de la que se había hecho cargo luego de cesar a Anwar, a Daim Zainuddin, su persona de confianza, el ministro de "funciones especiales" que fue llamado al gabinete el año pasado para "hacer el trabajo sucio" con Anwar.
El ministro de Defensa, Syed Hamid Albar, remplazó a Abdullah como ministro de Relaciones Exteriores.
Mahathir niega que el cambio en el gabinete se deba al aumento de la presión.
La imagen de Malasia quedó dañada por la percepción general de que Mahathir aseguraba su amplio poder aplastando todo disenso, lo cual, junto con el caso Anwar, hizo que surgieran preguntas sobre la estabilidad política del país y la sucesión política.
Algunos analistas dijeron que las modificaciones del gabinete parecen diseñadas para que Mahathir gane tiempo. El nombramiento del viceprimer ministro sorprendió a muchos analistas, que esperaban que Mahathir permitiera a la ONMU ocuparse de nombrar al sucesor de Anwar.
El vicepresidente de la ONMU es quien, en general, ocupa el cargo de viceprimer ministro nacional.
"La presión para nombrar un viceprimer ministro fue fuerte. También es una manera de restaurar una módica credibilidad", indicó Chandra Muzaffar, vicepresidente del Movimiento de Justicia Social (ADIL), un nuevo grupo encabezado por Azizah, la esposa de Anwar.
Mahathir anunció, junto con la remodelación, que la ONMU postergaría las elecciones internas previstas para el mes de junio con la intención de concentrarse en las elecciones generales del 2000.
Las elecciones para el cargo de vicepresidente de la ONMU que dejó libre Anwar podrían provocar divisiones durante la campaña electoral. El ministro de Educación, Najib Razak, y el ex ministro de Finanzas, Razaleigh Hamzah, codician el cargo.
Los escépticos señalan, sin embargo, que Mahathir es un sobreviviente político, y especulan que su decisión de abandonar el Ministerio del Interior podría ser un intento de acallar las críticas a las autoridades por el mal trato a Anwar.
Mientras, la oposición exhorta a investigar la eventual participación del propio Mahatir, así como las golpizas que recibieron otros dirigentes de Reformasi y activistas.
Chandra cree que se debe presionar al ministro del Interior para obtener reformas, ya que éste tiene que ocuparse de tres temas urgentes.
"El primero es que debería crear una comisión independiente para investigar el abuso contra Anwar. El segundo, debería revisar seriamente la corrupción dentro de la policía. También esperamos que no use el Acto de Seguridad Interna para reprimier el disenso público", declaró Chandra en una entrevista.
El caso Anwar dispuso a los diversos partidos de la oposición a resolver sus diferencias para impedir juntos que la coalición de gobierno Barisan Nacional, de la que la ONMU es el grupo dominante, obtenga la mayoría parlamentaria de dos tercios en las próximas elecciones nacionales.
Dos tercios es la cantidad de votos que se necesita para enmendar la Constitución. (END/IPS/ap-ip/an/js/ceb/mj/ip/99