JAPON: Tabúes e inconciencia favorecen la propagación del sida

La escasa incidencia que el VIH y el sida tuvieron hasta ahora en Japón no ayudó, por paradoja, a tomar conciencia sobre la gravedad de la enfermedad, cuyo crecimiento alarma a las autoridades.

"En vez de reconocer el riesgo que corren, la mayoría de la gente, en especial los jóvenes, siguen viendo al sida como una enfermedad lejana", señaló Shigeru Hiramatsu, del Centro VIH de Japón, que brinda asesoramiento y educación sobre esta enfermedad.

El gobierno de este país de 130 millones de habitantes contabilizó 554 nuevos casos de infección con VIH en los primeros diez meses de 1998. En 1997 se informó de 631 casos.

Del total de casos registrados en el país desde el comienzo de la pandemia en los años 80, 7.413 (alrededor de 38 por ciento) corresponden a jóvenes de entre 20 y 29 años. Los hombres son 60 por ciento, y los hemofílicos, contagiados por transfusiones de sangre seropositiva, constituyen un tercio del total.

Las cifras son bajas comparadas con las de otros países industrializados. Pero esto es un arma de doble filo, ya que la población tiende a ignorar los riesgos, explicó Hiramatsu.

Kazuko Ishida, funcionaria del Ministerio de Salud, afirma que Japón se encuentra entre los países industrializados que menor conciencia ha tomado sobre el sida.

"Los medios de comunicación no se han percatado de la cuestión durante mucho tiempo, pese a la amenaza que acecha a un número cada vez mayor de jóvenes, según las estadísticas", agregó Ishida.

No obstante, se están realizando algunos esfuerzos para lograr que se preste más atención al riesgo de la enfermedad y en explicar cómo se debe tratar.

El público prestó mucha atención a una serie de televisión emitida en julio, agosto y septiembre, cuya protagonista era una estudiante de secundaria que contrajo el VIH en el ejercicio de la prostitución.

La serie abordó el hecho de que cada vez más estudiantes del ciclo medio tienen relaciones sexuales a cambio de dinero con hombres de edad madura.

Los centros de asistencia médica informaron que el programa televisivo fue una inusual advertencia masiva que ayudó a que aumentara la demanda de análisis de VIH.

Se realizaron 18.561 análisis entre julio y septiembre, mientras se emitió la serie, casi el doble de los 9.444 efectuados en los tres meses anteriores a ese período.

"La serie tuvo un papel esencial porque ayudó a tratar abiertamente el problema del sida, y esto es muy importante para la prevención", comentó Nagoya Sawa, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La oficina de UNICEF en Tokio realiza, junto con el Ministerio de Salud y a organizaciones no gubernamentales, una campaña que reclama mayor educación y un debate más abierto sobre el sida.

La campaña, llamada Grupo del Tema Sida, opera en Japón bajo la supervisión del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/Sida (UNAIDS), y se concentra en la importancia de lograr un cambio de actitud y promover la educación preventiva.

"El sida no debe ser visto como una enfermedad temible y cruel, sino como algo que puede ser controlado y prevenido mediante la educación. Esta es la batalla que debemos ganar", explicó Sawa.

Varios analistas sostienen que el mayor obstáculo para aumentar la conciencia de la población es el tabú social que impide discutir abiertamente el sexo.

"Una de las cosas que más me impactó cuando miraba este programa fue que se hablaba de sexo. Eso no es algo frecuente en nuestros hogares", confesó Hideo Nakajima, estudiante universitaria de 25 años.

La educación sexual fue introducida hace poco en el programa de estudios, y los asesores en materia de sida se quejan de que la materia no es dictada en forma comprensible para los estudiantes.

El Centro VIH de Japón comenzó este año una serie de programas propios para educar a los liceales, y ofrece educación sexual en las escuelas, previa consulta con los maestros.

"Hay profesores que no explican con material visual cómo se debe colocar un preservativo, porque les da vergüenza hacerlo. Esa no es la forma de enseñar educación sexual", advirtió Hiramatsu.

El gobierno metropolitano de Tokio también reconoce que la información que brinda sobre el sida no incluye programas orientados a generar conciencia entre los escolares y liceales. Y es justamente entre los jóvenes donde la infección con VIH se expande más rápidamente.

La Organización Mundial de la Salud afirma que más de la mitad de las nuevas infecciones con VIH se producen en jóvenes de entre 15 y 24 años de edad.

"Pese al riesgo, no hemos concentrado nuestros esfuerzos sobre los jóvenes", informó una portavoz del programa gubernamental de prevención.

Las encuestas indican que son cada vez más los jóvenes que inician sus relaciones sexuales en la secundaria. "El hecho de que encontremos un creciente número de análisis positivos de VIH entre veinteañeros indica que esos jóvenes fueron infectados cuando eran adolescentes", explicó Hiramatsu.

"Las campañas dirigidas a los jóvenes deben ser el centro de atención ahora", comentó Teiji Sasaki, del Centro para la Prevención del Sida de UNICEF Japón.

Por último, existe un estigma social contra los portadores de VIH que los inhibe de buscar ayuda, y esto también bloquea la discusión abierta del tema.

Personas que realizan tareas voluntarias de asistencia afirman que el miedo a la discriminación es una causa importante de que el sida siga siendo una enfermedad "oculta" en Japón, y que esto no ayuda a generar una mayor conciencia del problema entre los jóvenes. (FIN/IPS/tra-en/ap-he-16/sk/js/mv/mp/mj/he/99

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