El presidente de Honduras, Carlos Flores, reorientó su política exterior al cumplir un año de gobierno, al pedir la renuncia al canciller Fernando Martínez y nombrar en su lugar a Roberto Flores Bermúdez, un diplomático de carrera.
El mandatario también separó del cargo al vicecanciller Amilcar Santamaría, tras un confuso episodio por una declaración del gobierno hondureño sobre el conflicto armado en el Golfo.
Flores Bermúdez, quien ocupaba la embajada en Londres, asumió como ministro de Relaciones Exteriores el día 18 con instrucciones precisas de iniciar una ofensiva diplomática para gestionar ayuda de la comunidad internacional para hacer frente a los daños causados por el huracán Mitch en octubre.
En este contexto, el canciller se avocó a preparar la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores que elaborará en Tegucigalpa la agenda de la visita a la región del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, del 10 al 13 de febrero.
También está en proceso de consulta una cumbre centroamericana y de República Dominicana el 4 de febrero en Tegucigalpa, donde el presidente hondureño entregará a su par de Nicaragua, Arnoldo Alemán, la presidencia de turno del istmo, ocupada durante seis meses por cada mandatario.
El nuevo canciller debe intensificar también los preparativos para la segunda reunión del Grupo Consultivo, promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, para apoyar la reconstrucción de los países centroamericanos efectados por el huracán Mitch, prevista para mayo o junio próximos.
Esto requiere una gran cantidad de reuniones regionales, ya que en esta cita se presentan las prioridades y proyectos para la reconstrucción de la infraestructura y del aparato productivo nacional, que en el caso de Honduras sufrió daños en 90 por ciento.
Al asumir el cargo, Flores Bermúdez dijo que hará una reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores y el nombrará al nuevo vicecanciller y reconoció que la agenda del país es difícil.
El gabinete de reconstrucción nacional está en proceso de consulta con todos los sectores políticos, económicos y sociales para confeccionar un plan maestro que será presentado al Grupo Consultivo.
Los presidentes centroamericanos, tras una cumbre en El Salvador en noviembre para evaluar los daños del Mitch, acordaron que la ayuda internacional se distribuirá proporcionalmente a los daños. Honduras y Nicaragua, los países donde los daños fueron mayores, serán los más beneficiados.
En el caso de Honduras, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) estimó que los daños fueron superiores a 5.000 millones de dólares, una cantidad muy superior a la ofrecida por el gobierno del país centroamericano, que indicó que las pérdidas fueron de 3.500 millones.
Durante la etapa de emergencia, Honduras recibió más de 80 millones de dólares en ayuda humanitaria y ocho millones en efectivo, de América del Norte, Europa, Asia y América Latina.
La ayuda está destinada a auxiliar a 1,5 millones de damnificados, en tanto que el gobierno restableció en dos meses los sistemas de servicios públicos, con ayuda externa. (FIN/IPS/jrd/ag/ip/99