El arresto en Guinea del líder opositor Alpha Condé, acusado de conspirar contra el gobierno, fue denunciado por los seguidores del detenido como parte de una campaña contra los adversarios del gobierno tras las elecciones.
Condé, del partido Unión Popular Guineana, fue arrestado menos de 24 horas después de las elecciones del 14 de diciembre, ganadas una vez más por el general Lansana Conté, con más de 50 por ciento de los votos, según los datos oficiales.
Conté tomó el poder en 1984, después de una dura lucha entre los mandos militares por la sucesión de Ahmed Sekou Touré, fallecido ese año. En 1993 fue elegido presidente por primera vez, en comicios que Condé consideró fraudulentos.
Condé, uno de los principales rivales de Conté en diciembre, fue acusado de reclutar mercenarios extranjeros para derrocar el gobierno, de realizar transacciones ilegales con monedas extranjeras y de intentar huir a Costa de Marfil tras las elecciones, cuando las fronteras estaban cerradas.
Otros dirigentes opositores afirman que no ha habido paz luego del arresto de Condé. "Hubo un aumento sin precedentes de la presencia de tropas en Conakry, la capital, y se ubicaron tanques y armas pesadas en posiciones estratégicas", dijo a IPS Mohammed Sowe, portavoz de la oposición.
Sowe, que describió el actual clima político como el "reino del terror", afirma que los agentes del gobierno de Conté emprendieron una caza de brujas cuyo blanco son los sospechosos de simpatizar con la oposición.
Dos personas resultaron muertas y varias fueron heridas la semana pasada, durante una manifestación opositora en el distrito de Siguiri, cerca de la frontera con Malí, en el norte.
Condé todavía no compareció ante la justicia, e integrantes de la opositora Cordinación de la Coalición Democrática (CODEM) afirmaron que está prisionero en aislamiento en el campo militar de Kundara.
Según la CODEM, la salud de Condé se deteriora con rapidez, pero las autoridades no permiten que reciba atención médica.
La coalición opositora prepara un equipo de abogados para asumir la defensa de Condé. Ba Mamadou, uno de los portavoces de la CODEM, afirma que los cargos contra Condé sólo son una trampa de Conté para incriminarlo, y que otros dirigentes de la oposición fueron hostigados.
"Alpha Condé fue acusado y las fuerzas de seguridad impiden que otros líderes de la oposición abandonemos el país. Nuestras casas son fuertemente vigiladas por soldados y gendarmes. Es una situación muy dura", dijo Mamadou a los periodistas este fin de semana.
Los activistas de organizaciones que defienden los derechos humanos han acusado reiteradamente al gobierno de Conté de violar libertades fundamentales, y alegan que más de 200 opositores están en las cárceles sin haber sido juzgados.
Conté aplastó en 1996 un intento de golpe militar, y varios altos oficiales fueron asesinados, encarcelados o forzados a exiliarse. (FIN/IPS/lf/pm/at/mp-ff/ip/99
