El Parlamento Europeo no censuró a la Comisión Europea, principal órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), aunque está acusada de malversación de los fondos comunitarios, irregularidades y nepotismo.
Pero la votación del jueves tampoco decidió absolver a la Comisión y aplazó así el debate sobre las instituciones del bloque, frecuentemente criticadas por su falta de transparencia.
Aunque el Parlamento no censuró a la Comisión y tampoco aprobó una propuesta para exigir la renuncia de los dos comisarios más cuestionados por mala conducta, la francesa Edith Cresson y el español Manuel Marín, sí creó un comité de expertos que examinará en dos meses los casos de fraude detectados.
Ahora la Comisión tendrá plazo hasta el 15 de marzo para demostrar que tomó los pasos adecuados para poner orden en el órgano.
"No se absolvió ni condenó a ningún (comisario)", dijo el presidente del Parlamento, José María Gil-Robles, en una conferencia de prensa tras la votación.
"Pero se estableció un mecanismo que examinará hasta qué punto son efectivas las prácticas de la Comisión y hasta qué punto son correctas", agregó.
"Precisamente porque no tenemos una confianza absoluta en los comisarios es que estamos ansiosos de tener a un grupo de 'hombres sabios' que estén por encima de toda sospecha", explicó.
Sólo 42 por ciento de los legisladores votaron la moción presentada por las bancadas verde, demócrata cristiana y liberal para reprobar a Cresson y Marín, por supuesto fraude y nepotismo.
La líder de los socialistas, Pauline Green, presentó una moción de censura contra toda la Comisión luego de que en diciembre el Parlamento se negó a aprobar el presupuesto de la UE correspondiente a 1998.
El Parlamento también se negó a aprobar el presupuesto para este año, basado en acusaciones de mala administración de los fondos comunitarios.
Pero Green anunció poco antes de la votación que los socialistas decidieron retirar su moción, seguidos por los demócrata cristianos. Si el Parlamento hubiera votado contra alguno de los comisarios, la Comisión entera podría haber renunciado, según fuentes de la UE.
Actualmente, el Parlamento tiene la facultad de destituir a toda la Comisión y no a sus integrantes individuales.
La renuncia de la Comisión, cuyo mandato concluye dentro de un año, habría provocado una crisis sin precedentes, en un momento en que se necesita un ejecutivo fuerte para resolver asuntos fundamentales en los próximos meses como la expansión de la UE hacia el este y la modificación de su política agrícola.
Mientras, el canciller alemán Joshcka Fischer les dijo a los legisladores del Parlamento Europeo que deberían tener mayores poderes como representantes del pueblo en una estructura que aún se parece más a un tratado económico que a una alianza de países democráticos.
En ese sentido, el ideólogo del partido laborista británico Anthony Gidden dijo que si la UE solicitara su propio ingreso a la UE, no sería aceptada de acuerdo con las normas de democracia y transparencia que se les exigen a todos los países candidatos.
En diciembre, el Parlamento manifestó su disconformidad con las explicaciones de la Comisión sobre su incapacidad para aplicar el presupuesto. El legislativo solicitó una gestión presupuestal más transparente y eficiente, así como un código de conducta para designar a los funcionarios.
En consecuencia, Jacques Santer, presidente de la Comisión, esta semana presentó un plan contra el fraude que incluye al nuevo código de conducta, el incremento propuesto de los poderes del Parlamento para controlar el gasto del ejecutivo, y controles financieros más rigurosos sobre el presupuesto.
La investigación de fraude sobre Marín incluye irregularidades en la ayuda gestionada por la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO) para Bosnia-Herzegovina y la región africana de los Grandes Lagos en 1994, cuando él estaba al mando de la oficina.
"Se cree que al personal de la ECHO se le pagaba con créditos con el aparente conocimiento" de Marín, declaró esta semana una asociación de organizaciones no gubernamentales europeas, con sede en Bruselas.
La comisaria Cresson, a cargo de investigación, capacitación y juventud, fue acusada de favoritismo y de irregularidades financieras que supuestamente ocurrieron en el programa de capacitación juvenil "Leonardo", el cual dirige.
El enfrentamiento entre el Parlamento y la Comisión se desencadenó por medidas punitivas tomadas por el ejecutivo contra un funcionario de su unidad de control financiero que, en la creencia de que se estaba encubriendo un fraude, filtró documentos confidenciales a legisladores.
La Comisión aseguró que los documentos no contenían nuevas evidencias y que la mayoría de los casos a los que se referían ya se habían sometido a los tribunales. (FIN/IPS/tra-en/ns/ak/aq/ip/99