DROGAS: Cal para Irán y arena para Afganistán

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó la política del gobierno islámico de Irán contra las drogas y criticó por su inacción a Afganistán, donde también rige la ley musulmana.

El Programa de ONU para la Fiscalización Internacional de la Droga (PNUFID), con sede en Viena, informó que fue invitado a instalar una oficina en Teherán, mientras que Afganistán le dio la espalda.

"La decisión de abrir una oficina en Teherán fue tomada en reconocimiento del papel clave que desempeña la República Islámica de Irán en la lucha común contra las drogas ilícitas y la excelente cooperación entre Irán y el PNUFID", explicó Pino Arlacchi, director de la agencia de ONU.

La oficina, que comenzará a operar el mes próximo, establecerá un marco estratégico de cooperación entre la ONU e Irán en el combate contra la droga y hará el seguimiento de los programas del gobierno iraní en la materia.

La confiscación de sustancias prohibidas aumentó de modo considerable el último año en Irán, tras la implementación de programas de prevención y educación para reducir la demanda, según informó el gobierno al PNUFID.

Por otra parte, Arlacchi expresó desilusión ante la falta de cooperación del gobernante movimiento Talibán en Afganistán, en contraposición con el fuerte compromiso de Irán en la lucha contra la droga.

El PNUFID puso fin en 1998 a un acuerdo con el movimiento Talibán mediante el cual el grupo islámico debía imponer la prohibición del cultivo de adormidera para la producción de opio.

"Fue muy poco lo que se logró", comentó Arlacchi. "Lo único que hicieron fue quemar públicamente dos toneladas de opio en junio. Estoy decepcionado con el comportamiento del movimiento Talibán", agregó.

Arlacchi señaló que el cultivo de adormidera está prohibido por el derecho internacional y la religión islámica y que no puede comprender por qué el movimiento Talibán impuso condiciones para erradicarlo.

Los dirigentes de Talibán, que controlan casi todo el territorio de Afganistán, aseguraron el año último que colaborarían con la ONU sólo si su gobierno fuera reconocido internacionalmente.

La Asamblea General de la ONU negó al movimiento Talibán la banca correspondiente a Afganistán, pues sólo tres de los 185 países representados en ese foro lo reconocen como gobierno legítimo. Estos son Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Pakistán.

La condición del reconocimiento político para la eliminación del cultivo de opio "es absolutamente inaceptable", advirtió Arlacchi. El movimiento Talibán "debe acabar con la producción de opio, independientemente de todo otro asunto".

Afganistán es uno de los mayores productores de opio del mundo, con más de 57.000 hectáreas en cultivos de adormidera, que generan alrededor de 60 millones de dólares anuales a 200.000 agricultores, de acuerdo con un informe de la ONU publicado en 1998.

La producción de opio en Afganistán fue de 2.800 toneladas en 1997, con un incremento estimado de 25 por ciento respecto de 1996, según el mismo informe. El aumento se debió probablemente a condicines climáticas favorables y a mejoras en los métodos de cultivo.

Más de 96,4 por ciento de la producción total de opio de Afganistán procede de provincias controladas por el movimiento Talibán. El tráfico de drogas financia la compra de armas de las facciones que luchan por el poder en ese país.

El secretario general de ONU, Kofi Annan, instó en junio a los estados miembros del foro internacional a cumplir una serie de plazos fijados para avanzar hacia la eliminación de las drogas prohibidas.

"Debemos cumplir las fechas acordadas", dijo Annan, al inaugurar una sesión especial de la ONU sobre el Problema Mundial de las Drogas, que acordó dos etapas para la meta de la erradicación de la producción, el tráfico y la utilización de narcóticos ilegales.

Los estados miembros de la ONU se comprometieron en la sesión especial a aprobar para el 2003 iniciativas legales contra el lavado de dinero del narcotráfico, calculado en 200.000 millones de dólares por año. "Eso debería haberse hecho hace mucho tiempo", advirtió Annan.

Para el 2008, todos los miembros de la comunidad internacional deben lograr un "progreso real", ya sea en la eliminación o en la reducción significativa de los cultivos de adormidera, coca y canabis, agregó el secretario general.

Hay 21 millones de personas en el mundo que abusan de la cocaína y la heroína, y 30 millones son adictas a estimulantes del tipo de las anfetaminas, informó Annan. (FIN/IPS/tra-en/td/kb/mvf- ff/99

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