CUBA-EEUU: Guerra en los tribunales por el ron

(IPS) Un juicio contra la firma Bacardí, demandada por producir y comercializar en Estados Unidos ron con la marca cubana más famosa, Havana Club, comenzará en febrero en una corte federal de Nueva York.

La demanda fue presentada por la empresa cubano-francesa Havana Club International, que acusa a Bacardí de cometer "una grave violación de los principios elementales de la propiedad intelectual".

La firma demandante es una sociedad comercial constituida en 1993 por la corporación cubana Cuba Ron, que agrupa a las principales fábricas de la bebida en la isla, y el grupo francés Pernord Ricard.

Fuentes del gobierno afirmaron este viernes que "Bacardí podría ser declarada culpable de violación de las normas de derecho internacional sobre marcas".

La empresa Bacardí fue fundada en 1862 en Santiago de Cuba, 967 kilómetros al este de La Habana, y dominó el mercado cubano de ron hasta los primeros momentos del gobierno de Fidel Castro, cuando sus propietarios emigraron a Estados Unidos y Cuba perdió un litigio por el uso de la marca.

Luego pasó a ocupar la posición predominante en el país la firma Havana Club, que antes de ser nacionalizada perteneció al empresario vasco José Arrachabala, principal competidor de Bacardí en Cuba.

Las instalaciones para producir el ron Havana Club fueron inauguradas en 1878 en el poblado de Cárdenas, a 150 kilómetros de La Habana, donde existía desde 1871 la primera refinería de azúcar del país.

Tras la emigración de los propietario de Bacardí y la confiscación de su antigua fábrica, comenzó a elaborarse en ella el ron Caney, mientras la producción del Havana Club se concentró en una destilería inaugurada en 1919 en Santa Cruz del Norte, una localidad costera al este de la capital.

Cuba sostiene que la marca Havana Club nunca perteneció a Bacardí, y que incluso fue registrada legalmente en Estados Unidos por una empresa cubana en los años 70, sin que mediara oposición legal.

Sin embargo, el uso de la marca por parte de Bacardí podría ampararse por una enmienda que se introdujo el pasado año a la ley de presupuesto estadounidense, como complemento a la ley Helms- Burton, aprobada en marzo de 1996.

La ley Helms-Burton estableció sanciones contra las empresas de terceros países cuyos negocios en Cuba emplearan antiguas propiedades de ciudadanos estadounidenses, nacionalizadas tras el arribo al poder de Fidel Castro en 1959.

En consecuencia, una emmienda a la ley de presupuesto dispuso que los tribunales de Estados Unidos no pudieran reconocer ningún derecho de una empresa extranjera sobre marcas o patentes, si éstas están vinculadas con propiedades de ciudadanos estadounidenses nacionalizadas por Cuba.

Si se pretende aplicar esta enmienda en la demanda contra Bacardí, el gobierno de Estados Unidos está "a punto de complicar un poquito más sus relaciones con el resto del mundo y crear un precedente negativo", advirtió el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón.

Alarcón aseguró que este proceso podría convertirse en un problema serio si se castiga injusta e ilegalmente a la empresa francesa asociada con Cuba.

Pernord Ricard tiene filiales en más de 90 países, lidera el mercado mundial de distribución de bebidas anisadas, y ocupa posiciones importantes en el comercio internacional de whisky, coñac, ron, vinos, vinos espumosos, aperitivos y licores.

Sergio Valdés, gerente de la empresa cubana Havana Rum and Liquors, sostuvo hoy que han sido "satisfactorios" los resultados del acuerdo con Pernord Ricard, realizado tras la pérdida de los socios con que contaba Cuba, para comercializar su ron, en el antiguo bloque socialista.

"De 100.000 cajas de Havana Club que se vendían anualmente, en 1998 se llegó a la respetable cifra de un millón, lo que representa un ingreso de 27 millones de dólares", informó el ejecutivo.

A inicios de esta década, Cuba producía 581.100 hectolitros de ron en una gran variedad de marcas. La producción descendió a 473.700 hectolitros en 1996, según el último Anuario Estadístico de Cuba, publicado por la Oficina Estatal de Estadísticas.

Sin embargo, el auge comercial del Havana Club primero, y su entrada, después, en "la familia de quienes venden un millón de cajas anuales" constituyeron, a juicio de Valdés, un peligro potencial para la firma Bacardí, que la llevó al empleo indebido de la marca. (FIN/IPS/da/mp/if/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe