CUBA: Castro refuerza vínculos vitales con Colombia y Venezuela

Colombia, Cuba y Venezuela dieron en La Habana los primeros pasos para el establecimiento de una alianza estratégica que podría ir mucho más allá del manifestado interés común por garantizar la paz colombiana.

Así parece tras la "reunión informal" mantenida este domingo en la capital de Cuba por el presidente Fidel Castro con el mandatario colombiano Andrés Pastrana y con Hugo Chávez, que el 2 de febrero jurará la presidencia en Venezuela.

La reunión terminó con un comunicado conjunto, y según el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Guillermo Fernández, fue "muy informal, pero realmente muy productiva".

Para el gobierno de Cuba, decidido a insertarse en la región pese al aislamiento que trata de imponerle Estados Unidos, el acercamiento a Colombia y Venezuela cobra un mayor significado porque esos dos países pertenecen, junto a México, al Grupo de los Tres.

Analistas locales estimaron que sólo mediante una integración con los grupos subregionales Cuba podría compensar su exclusión del Area de Libre Comercio de las Américas.

Con Colombia, Venezuela y México de su lado, Castro consolidaría un apoyo sin precedentes a su gobierno, frente a Estados Unidos, dentro de la región latinoamericana.

En diciembre, Chávez invitó al gobierno de Colombia a integrar un frente para dinamizar el proceso de integración de la Comunidad Andina, de cara a la creación de una zona de libre comercio a partir del 1 de enero del 2000.

Mientras, Pastrana reconoce que su acercamiento al gobierno cubano responde al interés del Grupo de los Tres de afianzar su posición en la región caribeña, donde Cuba ocupa una posición estratégica.

Participaron de la reunión, además de Castro, Chávez, Pastrana y el canciller colombiano Fernández, el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, el alto comisionado para la paz en Colombia, Victor Ricardo, el canciller venezolano, Vicente Rangel, y el futuro ministro del Interior de Chávez, Luis Miquelena.

Según el informe del encuentro tripartito, se analizó la actual situación económica internacional, a la luz de la crisis financiera en Brasil, así como la importancia del fortalecimiento de la integración económica en América Latina y el Caribe.

Los participantes otorgaron gran relevancia a la próxima reunión de la Asociación de Estados del Caribe, de la cual son miembros sus países, y a la cumbre entre la Unión Europea y la región latinoamericana y caribeña que tendrá lugar este año.

El gobierno de Cuba y las futuras autoridades de Venezuela confirmaron su apoyo a las gestiones de paz en Colombia, y todos manifestaron su disposición a colaborar en la lucha contra el creciente tráfico de estupefacientes.

El 3 de diciembre, el gobierno colombiano decomisó un cargamento de 7.254 kilos de cocaína destinado a Cuba, que según Castro era propiedad de empresarios españoles que operan en la isla.

Por otra parte, trascendió que Castro presentó a la reunión un informe sobre la marcha de los preparativos de la IX Cumbre Iberoamericana que se celebrará en la capital de Cuba, en noviembre de este año.

Este fue el primer encuentro entre Castro y el presidente electo de Venezuela tras los comicios de ese país realizados en diciembre, en los cuales Chávez triunfó al frente de una coalición de izquierda y antiguos militares golpistas.

Chávez, que estuvo dos años presos por liderar una sublevación en 1992, visitó La Habana en 1994 y fue recibido casi como si fuera un jefe de Estado por el mandatario cubano.

Ahora, con la justificación de la presencia de Pastrana en la isla, el presidente electo de Venezuela incluyó una corta escala en Cuba durante su tercer viaje postelectoral en busca de "acercamientos estratégicos".

Venezuela considera vitales para sus propios intereses las negociaciones entre el gobierno de Pastrana y los insurgentes colombianos, que comenzarán el 7 de febrero, dado que las acciones guerrilleras se desarrollan cerca de la frontera venezolana con Colombia.

El diálogo incluirá en una primera etapa al gobierno colombiano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que son la organización guerrillera más fuerte y antigua del país, y al Ejército de Liberación Nacional.

Más adelante y de forma independiente, según aseguró Pastrana en La Habana, se intentaría establecer una mesa de negociación con las fuerzas paramilitares de Colombia, que el viernes 15 anunciaron que presentarán una propuesta de paz propia.

Para Pastrana, la participación del presidente cubano como "facilitador" del proceso de negociaciones, e incluso un posible viaje de Castro a Colombia, serían vitales para la paz, por "la influencia que tiene todavía en los grupos insurgentes".

Castro reconoció el pasado año el apoyo brindado por su gobierno a los movimientos insurgentes en América Latina, pero también afirmó que la guerrilla dejó de ser un método viable para el triunfo de las ideas de izquierda.

Analistas estiman que, aunque afirme que no quiere "protagonismo de ninguna clase" y exija actuar con "discreción", el presidente cubano no se permitiría estar al margen de un proceso de paz tan vital para la región como el colombiano.

Cuba compartiría su papel de garante con Estados Unidos, y esto puede ser importante para respaldar sus intentos de abrir canales de diálogo con el gobierno estadounidense, más allá del ya tradicional sobre temas migratorios, según expertos del Centro de Estudios de América, adjunto a la Universidad de La Habana.

Durante la visita oficial de Pastrana, entre los días 14 y 18, Cuba y Colombia firmaron siete acuerdos referidos, entre otras cosas, a la promoción del turismo, el aumento de la exportación de medicamentos cubanos a Colombia, y la colaboración en la lucha contra el narcotráfico. (FIN/IPS/da/mp/ip/99

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