La cadena perpetua podría implantarse en Cuba en breve tiempo, tras la exigencia del presidente Fidel Castro de incluir esa pena como parte de un endurecimiento general en la legislación antidelictiva.
En su llamado a dejar a un lado "ciertas costumbres paternalistas, ingenuas y tontas", el líder cubano pidió sanciones más severas contra narcotraficantes y contrabandistas de emigrantes, ladrones, corruptores de menores y proxenetas.
"Hay algunos delitos que hay que combatirlos con todos los hierros", advirtió Castro en un discurso pronunciado ante 5.000 agentes de la Policia Nacional Revolucionaria, que fue trasmitido la noche del jueves por la televisión estatal.
"La revolución no tiene que renunciar a su carácter humanitario para ser firme", sentenció, al defender la existencia de una sanción intermedia entre los 30 años de cárcel y la pena de muerte vigente en la isla.
En su discurso de cinco horas ante la policía, que se enmarcó dentro de una campaña oficial contra el delito, sobre todo los vinculados al desarrollo de la industria turística, Castro reveló detalles de operaciones de narcotráfico supuestamente organizadas desde Cuba por dos empresarios españoles.
José Royo Llorca y José Anastasio Herrera, directivos de la empresa cubano-española Artesanía Caribeña Poliplast and Royo, habrían usado a esa firma como cobertura de actividades de narcotráfico entre Colombia, Estados Unidos y Europa.
"Quienes intenten utilizar el territorio de Cuba para el tráfico internacional de drogas", valiéndose de la apertura externa de la economía cubana, deben ser acreedores de la pena capital, aseguró Castro.
Las propuestas de Castro, de 72 años, primer secretario del Partido Comunista y presidente del Consejo de Estado (máximo órgano de gobierno), podrían ser presentadas como una nueva reforma penal al parlamento.
El Código Penal aprobado en 1987 fue modificado hace menos de dos años con la intención de flexibilizar algunas sanciones y añadir nuevos delitos, como cohecho, tráfico de influencias, malversación, proxenetismo y trata de personas.
"Le vamos a proponer al Consejo de Estado y a la Asamblea Nacional que el traficante de seres humanos, ese que viene en una lancha rápida y se va, debe ser acreedor por lo menos de una cadena perpetua", dijo Castro.
Añadió que espera que la actual sanción de cinco años por el asalto a viviendas no baje de 20 años, ascienda a 30 años "si es necesario" y se eleve hasta cadena perpetua si se trata de reincidentes.
Pidió además una revisión de las sanciones del Código Penal para la corrupción de menores o "el que mande a un niño a vender una droga", y al menos 20 años para los proxenetas.
Un informe del Ministerio del Interior asegura que 219 personas fueron acusadas de proxenetismo entre enero y noviembre del año pasado y de ellas resultaron sancionadas 190.
La pena máxima prevista para la práctica del proxenetismo es de cinco años de prisión y, según las leyes, incurre en este delito todo el que se beneficie de la prostitución, incluyendo taxistas o personas que alquilen habitaciones.
Hasta el 30 de noviembre pasado, 6.714 mujeres habían pasado por el centro de "rehabilitación, clasificación y procesamiento" de prostitutas de La Habana, 277 de las cuales fueron internadas en centros de rehabilitación por "conducta antisocial".
La prostitución y el proxenetismo muestran una tendencia creciente, con algún grado de organización, y vinculada a delitos graves como el tráfico y consumo de drogas, el contrabando y la corrupción de menores, según el Ministerio del Interior.
El año pasado, las autoridades cubanas frustraron 90 intentos de tráfico ilegal de indocumentados hacia Estados Unidos, operaciones que involucraron a más de 660 personas.
La prensa cubana informó que en los últimos cinco años fueron detenidos 188 extranjeros en su intento de usar la isla como trampolín en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Entre 1994 y mediados de 1998, las autoridades capturaron 31 toneladas de drogas. Los embarques de droga a las costas cubanas se elevaron de 34 en 1994 a más de 200 en el primer semestre del año pasado.
Como parte de las medidas contra el delito, Castro anunció la creación de brigadas policiales especiales y estímulos salariales, de vivienda y alimentación, los mayores de los cuales se darán en La Habana, que concentra 80 por ciento de los delitos que se cometen en el país y donde casi nadie quiere ser policía. (FIN/IPS/da/ag/ip/99