COSTA RICA: Agricultores abren fuego contra desarancelización

Los agricultores de Costa Rica declararon una lucha frontal contra los planes del gobierno de acelerar unilateralmente la reducción de los aranceles que protegen su producción, pese a que en el mundo industrializado el sector sigue recibiendo fuertes subsidios.

Productores de arroz, leche, azúcar, avícolas y otros se unieron alrededor de la Cámara de Agricultura para formar un frente común contra el intento del gobierno de Miguel Angel Rodríguez de apresurarse a bajar los aranceles que, según los acuerdos internacionales, deben reducirse en el 2004.

"Esta medida llevaría a la ruina al sector agropecuario costarricense. O el gobierno establece una política arancelaria concertada o vamos a dar una lucha frontal para impedir que concrete sus intenciones", dijo Rodolfo Coto, presidente de la Cámara de Agricultura.

Basilio Rodríguez, secretario general de la organización de pequeños y medianos agricultores Upanacional, dio al gobierno tiempo hasta la semana próxima para responder a la propuesta de concertación. De lo contrario, "vamos a tomar las medidas que sean necesarias", advirtió.

El ministro de Economía y Comercio Exterior, Samuel Guzowski, uno de los mayores impulsores de la desarancelización, afirmó que la apertura económica es parte del programa del gobierno y que el camino iniciado es irreversible.

Guzowski dijo en varias oportunidades que la reducción de la protección de algunos productos busca favorecer al consumidor y obligar a los productores a ser competitivos, una necesidad a la que considera indispensable en el proceso de globalización.

"Queremos ser competitivos, pero en condiciones similares. Mientras los gobiernos de otros países toman medidas para proteger a sus productores, el nuestro pretende abrirse totalmente", agregó Quesada.

Federico Chavarría, representante de la industria de la caña de azúcar, afirmó que el pretexto del gobierno de ofrecer mejores precios para el consumidor y obligar a los productores a ser competitivos constituye una falacia.

"Nuestros competidores son los países industrializados que protegen la producción. Los países de la Unión Europea (UE) aplican un arancel de 133 por ciento al azúcar y mantienen el mercado internacional deprimido pues venden sus excedentes en este momento a 0,08 centavos de dólar la libra", señaló.

La Liga Industrial de la Caña estimó que en el mundo industrializado los subsidios a la agricultura alcanzan de 1.000 millones de dólares diarios.

"¿Cómo competir cuando los países desarrollados provocan toda esa clase de distorsiones y nosotros, en cambio, pretendemos bajar los aranceles en forma acelerada?", preguntó Chavarría.

Los industriales y productores azucareros están dispuestos a una baja gradual del arancel actual, de 51 por ciento, hasta llevarlo en el 2004 a 45 por ciento, agregó.

Chavarría mencionó el caso de México, país con el que Costa Rica tiene un tratado de libre comercio vigente desde 1994, cuyos aranceles para el azúcar son de alrededor de 175 por ciento.

Por lo que se interpreta como errores en la negociación del acuerdo, México exporta productos con alto contenido de azúcar a Costa Rica, como confituras, por ejemplo, sin pagar el arancel de cinco por ciento.

Sin embargo, los productores costarricenses deben pagar más de cien por ciento al vender esos mismos productos.

Cristian Tattembach, ex diputado de la gobernante Unidad Social Cristiana y miembro de la Cámara de Agricultura, sostuvo que no hay ninguna regla ni convenio de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que obligue a Costa Rica a bajar aranceles antes del 2004.

"Sencillamente, lo que sucede es que el gobierno quiere sustituir al producto nacional por productos importados", dijo.

Al respecto, el presidente de la Cámara, Rodolfo Coto, dijo que lo único que se logrará con la desgravación arancelaria "será beneficiar a tres o cuatro grandes importadores encargados de comercializar los productos subsidiados que se importen como resultado de las distorsiones del mercado agropecuario mundial".

"Desmantelar a los sectores productivos por la ambición de favorecer unos pocos intereses implicaría dejar sin empleo a más de 500.000 personas", indicó.

Los productores indicaron que no se oponen a las reducciones arancelarias, si se dieran en forma concertada con cada sector y de acuerdo con lo que establece la OMC. (FIN/IPS/mso/mj/if/99

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