Paramilitares de derecha de Colombia anunciaron hoy que presentarán y pondrán a debate su propuesta de paz en una Asamblea Nacional a la que convocarán al gobierno, la sociedad civil, empresarios y personalidades internacionales.
Carlos Castaño, jefe de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), anunció desde la clandestinidad al canal 1 de televisión que la asamblea se celebrará en febrero en "algún lugar de la costa norte" colombiana.
"Estamos dispuestos a contribuir con la superación del conflicto armado por la vía civilizada de una negociación", dijo Castaño al noticiero.
Democracia y reforma política, conflicto armado, desarrollo económico, reforma agraria, ordenamiento territorial, ambiente y política petrolera son los puntos a negociar, según el líder de las AUC, única organización paramilitar colombiana.
Esta agenda se aproxima a las planteadas por el gobierno y por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal organización guerrillera del país, de orientación comunista.
Pero las AUC no plantean el acatamiento de las normas del derecho internacional humanitario planteado por el Poder Ejecutivo para una negociación con las FARC, ni el sometimiento de sus integrantes a la justicia ordinaria, que para los guerrilleros es clave en su negociación con el gobierno.
Algunos analistas consideran que la convocatoria a la Asamblea Nacional sería la culminación del proceso que iniciaron las AUC en julio, luego de que el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda organización guerrillera de Colombia, se embarcó en su proceso de paz.
Castaño expresó el 26 de julio a delegados del Consejo Nacional de Paz (CNP, organismo asesor del gobierno) su interés en "buscar caminos de acercamiento, avance y contrucción de escenarios posibles" para lograr una salida al conflicto armado, que quedó rubricado en el Acuerdo del Nudo de Paramillo.
En ese acuerdo, las AUC se comprometieron con el CNP, en el que participan representantes del Poder Legislativo, empresarios, sindicatos y la iglesia, a no involucrar en sus acciones a la población civil.
Pero las AUC lanzaron una ofensiva contra el ELN con la intención de desalojar antes de diciembre a los insurgentes de la Serranía de Perijá.
La escalada, que se extendió a otras regiones con presencia guerrillera, dejó el año pasado cerca de 300 civiles muertos y cerca de 150 víctimas en las dos primeras semanas de enero.
El presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio e integrante del CNP, Eugenio Marulanda, considera que estas acciones hacen "muy complicado que las AUC puedan llegar a una mesa de diálogo" con el gobierno.
Marulanda afirmó que una negociación entre las AUC y el gobierno es "improbable" luego de las últimas matanzas en los departamentos de César, Antioquia y Putumayo.
Alejo Vargas, investigador y vicerector de la Universidad Nacional, indicó que "el gobierno debe tomarse un tiempo" antes de pronunciarse sobre la propuesta de las AUC, porque una actitud apresurada "puede crear fisuras" en los acercamientos con las FARC y el ELN.
Vargas dijo a IPS que instalar una mesa de diálogo con los paramilitares "después de la pérdida de tantas vidas humanas" puede entenderse como una declaración por parte del gobierno de que la negociación depende "del número de muertos que logren acumular las organizaciones ilegales".
Antes de dar el primer paso hacia el diálogo, el gobierno debe poner como condición a las AUC un cese del fuego unilateral, así como verificar su efectivo cumplimiento, agregó.
Los paramilitares de derecha, declarados ilegales por el gobierno en 1989 por sus vínculos con el narcotráfico y sus asesinatos de activistas sociales, sindicalistas y defensores de los derechos humanos, son acusados por los guerrilleros de 85 por ciento de las matanzas cometidas en 1997.
Vargas sostuvo que el diálogo con las AUC es vital para el proceso de paz, pero, acotó, tendrá que ser diferente en escenario y metodología de las negociaciones con la guerrilla.
El presidente Andrés Pastrana afirmó tras instalar el día 7 la mesa de diálogo con las FARC que su gobierno está dispuesto a dialogar con los paramilitares, pero cuando esté más avanzada la negociación con la guerrilla. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/99
