El gobierno de Colombia considera el aumento de tributos para la reconstrucción de la región caficultora del centro del país, devastada el lunes por un terremoto, pero algunos analistas creen que la medida tendría impacto económico negativo.
El Poder Ejecutivo declaró este viernes el "estado de emergencia", con el objetivo tomar las medidas económicas y sociales necesarias para reconstruir el llamado "Eje Cafetero".
Los recursos podrían obtenerse mediante el aumento de 2,5 a tres por mil del impuesto a las trasacciones bancarias, indicó el presidente Andrés Pastrana.
Ese tributo sería incrementado como medida temporal, para financiar la construcción de viviendas en la zona arrasada por el terremoto o a subsidios de destino específico.
El Poder Ejecutivo se sirvió en noviembre de la declaración de emergencia económica para decretar el impuesto sobre las transacciones bancarias, que fue utilizado entonces para auxiliar al sistema financiero.
El impuesto, que ha generado cerca de 189,8 millones de dólares, fue criticado por sectores que no aceptaron la socialización de las pérdidas sufridas por las entidades financieras, determinadas por altas tasas de interés.
Para Jorge Botero, presidente de la Asociación Bancaria, el aumento del impuesto dificultaría la recuperación de la deteriorada economía colombiana.
"La causa es muy noble", pero no se puede acudir a los impuestos cada vez que ocurre una tragedia, dijo Botero. "Lo más conveniente es pensar en una reorientación del gasto público, que genere el volumen de recursos que se requiere para atender el siniestro causado por el sismo", agregó.
Acudir al impuesto a las transacciones bancarias "cada vez que ocurre una calamidad pública" es "una estrategia facilista", afirmó Botero.
Pastrana replicó que, según cree, los colombianos "estan dispuestos a colaborar para la reactivación de la zona caficultora".
El Departamento Nacional de Planeación estimó entre 300 y 500 millones de dólares el costo de la reconstrucción de las 20 localidades de los departamentos de Quindío, Risaralda y Valle del Cauca asoladas por el sismo.
Pero la Cámara Colombiana de la Construcción considera que esos recursos serán insuficientes, ya que Armenia, la ciudad más afectada, quedó destruída en 40 por ciento y es necesario levantar viviendas para 40.000 familias de la región que lo perdieron todo.
Así mismo, se requerirá financiamiento para restablecer los s servicios de acueducto, alcantarillado y telefonía que fueron destruídos por el terremoto.
La Cruz Roja informó en su último boletín, difundido el jueves, que han sido recuperados 881 cadáveres en el área alcanzada por el sismo, hay 250.000 damnificados y la remoción de escombros es todavía de menos de 50 por ciento.
Para el plan de reconstrucción, el gobierno cuenta con recursos presupuestales de cerca de 12 millones de dólares, un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo de 100 millones, entre 100 y 200 millones del Banco Mundial y ayuda humanitaria internacional por cerca de 6,5 millones.
Según el viceministro de Hacienda, Sergio Clavijo, las necesidades financieras creadas por el terremoto obligan a aumentar la previsión de déficit fiscal de este año de dos a 2,2 por ciento.
Otros analistas consideran que el crecimiento económico se debilitará, dado que la región afectada produce más de 50 por ciento del café que exporta Colombia. (FIN/IPS/yf/ff/dv/99
