Descontentos con el actual modelo de desarrollo, ecologistas, dirigentes sociales y economistas constituyeron hoy en Chile un nuevo partido político.
Alrededor de 150 intelectuales firmaron el acta de fundación del Partido Alternativa de Cambio (PAC), inscrito legalmente desde este jueves.
Sus militantes provienen de distintas vertientes políticas y sociales, desde movimientos ecologistas hasta ex integrantes de los partidos Comunista y Socialista.
Entre ellos destacan la ecologista y presidenta de la organización no gubernamental Chile Sustentable Sara Larraín, el economista y ministro del ex presidente socialista Salvador Allende Jacques Chonchol y el titular del Instituto de Ecología Política Manuel Baquedano.
"No nos gusta el Chile actual. No nos gusta el modelo de desarollo vigente pues no satisface adecuadamente las necesidades fudamentales del ser humano y lesiona gravemente el capital natural que constituye la riqueza de nuestro territorio y sus ecosistemas", dijeron.
"Las actuales fuerzas políticas chilenas no son capaces de impulsar los cambios que se requieren", estiman los dirigentes del PAC, comprometiéndose a impulsar las "imprescindibles transformaciones democráticas en el ámbito de la política, la cultura y la economía, la sociedad y el medio ambiente".
Hicieron un llamado a "las sensibilidades que hoy no se sienten representadas y que no son escuchadas" porque, advirtieron, "es la voz de los sin voz la que tiene que hacerce oír y fuerte".
Baquedano señaló que todos los pueblos indígenas y los homosexuales, entre otros sectores marginados tradicionalmente en Chile, tendrán cabida en el PAC y podrán aportar propuestas para marchar hacia una sociedad más tolerante.
Los dirigentes del naciente partido postulan una integración latinoamericana más efectiva y una sociedad que garantice a las mujeres la plena igualdad de derechos.
"Nacemos cuando el milenio termina con la más fabulosa noticia que podían esperar los demócratas del mundo", indican, refiriéndose a la detención, hace más de tres meses en Londres, del ex dictador (1973-1989) y hoy senador vitalicio Augusto Pinochet.
Ese hecho "encarna nuestras más caras aspiraciones de que el respeto por los derechos humanos pase a tener la máxima prioridad en la sociedad chilena", dijeron.
El PAC advirtió sobre la crisis del actual sistema constitucional y de partidos políticos heredados de la dictadura de Pinochet y rechazó la existencia de senadores designados y vitalicios en el Congreso.
Mostró también su disconformidad con el trato que han recibido los indígenas afectados por la construcción de centrales hidroeléctricas.
Para Jacques Chonchol, el desarrollo económico que ha conocido Chile en los últimos años no se condice con la realidad de la mayoría de sus habitantes.
Por el momento, el PAC no está proyectado como un partido con aspiraciones electorales, aunque sus dirigentes no descartan presentar una alternativa para las elecciones presidenciales de diciembre de 1999.
Según esta nueva organización política, los partidos tradicionales no han sido capaces de motivar a casi un millón de jóvenes con derecho a sufragio que aún no se han inscrito en los registros electorales. (FIN/IPS/as/dg/ip/99