La moneda de Brasil sufrió hoy una fuerte devaluación, en medio del nerviosismo que provocó también la caída de las bolsas, contra expectativas de días mejores tras la aprobación en el parlamento de la medida fiscal más polémica.
El dólar alcanzó la cotización de 1,8 reales, según rumores que dominaron el mercado, cuyos analistas esperaban una estabilidad del cambio en torno a 1,6 reales, una cotización alcanzada en la víspera.
Al final del día se redujo el brote especulativo, con el dólar retrocediendo a 1,7 reales, con una devaluación de cerca de siete por ciento en relación a la víspera, indicando que persistió la salida de capitales del país, que hasta el miércoles mantenía un promedio de cerca de 300 millones de dólares diarios.
La aprobación del aumento de la contribución previsional de los funcionarios públicos por la Cámara de Diputados la noche del miércoles, apuntaba a mejoras en los mercados de cambio y acciones.
Esta era la medida del ajuste fiscal que enfrentaba mayor resistencia, especialmente de los diputados, que ya la habían rechazado cuatro veces. La aprobación por 335 a 147 votos confirmó que la mayoría oficialista no tendrá problemas para lograr que se aprueben las medidas que faltan.
Pero las bolsas vivieron un día de pérdidas este jueves, interrumpiendo una fuerte recuperación desde el viernes pasado, cuando Brasil dejó flotar libremente su moneda.
El índice de Sao Paulo cayó 4,59 por ciento, tras acumular alza de 51,7 por ciento en los cuatro días anteriores. La Bolsa de Río de Janeiro perdió menos: 1,5 por ciento.
Ese desempeño negativo se atribuyó a la realización de ganancias, tras la valorización de las acciones, los intensos rumores y la fragilidad del real. Las bolsas no cayeron más porque el abaratamiento de las acciones en dólares las hizo más atractivas, señalaron analistas.
El Banco Central no intervino para contener la nueva depreciación del real, contrariando expectativas de que lo haría para mantener el dólar en cerca de 1,6 reales.
Pero el director del Departamento Económico del instituto emisor, Altamir Lopes, divulgó datos de 1998 que no tranquilizaron al mercado: las reservas internacionales del país eran de 44.556 millones de dólares al final de diciembre.
Esa cifra incluye los 9.324 millones de dólares recibidos el mes pasado, como primera parcela de la ayuda internacional coordinada por el Fondo Monetario Internacional, que será de 41.500 millones de dólares en tres años, la mayor parte a ser liberada este año.
Esta cifra es mayor de lo que estimaban expertos del mercado. A eso contribuyeron las inversiones directas en Brasil, que durante 1998 sumaron 26.100 millones de dólares, un décimo ingresado en diciembre.
En cambio, el déficit en cuentas corrientes con el exterior aumentó a 4,48 por ciento del producto interno bruto. En diciembre fue de 3.992 millones de dólares, elevando el acumulado del año pasado a 34.945 millones.
La deuda externa brasileña llegó a 229.100 millones de dólares en noviembre, último dato disponible. De ese total, 28.600 millones corresponden a deudas de corto plazo, la parte que más preocupa en un momento de dificultades financieras. (FIN/IPS/mo/ag/if/99