Los rumores de una depreciación estrepitosa del real llevaron hoy a numerosos ahorristas brasileños a retirar sus depósitos de los bancos.
Al cierre de las cotizaciones de este viernes, el dólar se cotizó en 2,05 reales y llegó a situarse en la jornada en 2,15.
"El gobierno siempre hizo lo que poco antes desmintió", señalaron ahorristas que hacían fila en las puertas de los bancos para retitar sus ahorros refiriéndose a declaraciones de funcionarios según los cuales la situación cambiaria se estaría estabilizando.
El bloqueo de 80 por ciento de todos los activos financieros en 1990, que provocó severos efectos en la población y llevó a una profunda recesión económica, es recordado como la última gran "traición" de un gobierno. En aquella época al frente del Ejecutivo estaba Fernado Collor de Melo.
Sorpresivos planes de estabilización que alteraron reglas de la noche a la mañana y la concreción de devaluaciones cambiarias antes negadas, como sucedió este mes, también han contribuido a minar la confianza de los ciudadanos en los gobiernos.
Este viernes, el dólar comercial trepó a 2,15 reales para luego retroceder y cerrar en cerca de 2,05, lo cual representó un aumento de cinco por ciento respecto al jueves y de 69 por ciento desde el inicio de la devaluación, el día 13.
Las estimaciones más pesimistas que se barajaban anteriormente señalaban que el real estaba sobrevaluado en 30 por ciento. Los exportadores, los principales interesados en la devaluación, hablaban de entre 15 y 20 por ciento.
El presidente Fernando Henrique Cardoso intentó tranquilizar a la población condenando los rumores "criminales" y a los especuladores interesados en difundirlos en provecho propio.
Diversos ministros y sus asesorers desmintieron a lo largo del día que el lunes próximo vaya a ser declarado feriado bancario para que el gobierno pueda imponer un nuevo paquete de medidas económicas.
El presidente del Banco Central, Francisco Lopes, aseguró que las reservas cambiarias brasileñas permanecen en 36.000 millones de dólares pese a la salida neta de 8.600 millones de dólares del país este mes.
A fines de año, las reservas llegarán a 50.000 millones de dólares, señaló Lopes, comentando que los retiros de ahorros que se produjeron este viernes fueron "normales" y que no existió "corrida" alguna.
Pero la rápida y continua devaluación del real, que superó lo esperado, debería provocar reacciones del Banco Central, que desde el día 15 dejó flotar la moneda libremente, sin intervenir.
La cotización actual del dólar comienza a desorganizar la economía nacional, generando fuertes alzas de precios de algunos productos y conflictos entre la industria, el comercio y los proveedores.
Sectores como el comercio de bienes informáticos y la hotelería ya están totalmente dolarizados. Los precios que practican varían constantemente según la evolución de la divisa estadounidense.
Existen incluso temores de desabastecimiento como consecuencia de una previsible avalancha de los consumidores sobre los supermercados en la perspectiva de nuevos aumentos de precios.
El presidente de la Confederación Nacional de la Agricultura, Antonio Ernesto de Salvo, negó ese riesgo pero admitió que podría haber escasez temporal de ciertos productos.
"Hay desavenencias entre vendedores y compradores", dijo.
El ministro de Hacienda, Pedro Malán, admitió que en los próximos días podría haber intervenciones del Estado en el mercado cambiario para evitar fluctuaciones excesivas del dólar, pero aclaró que no se restablecerán las bandas cambiarias.
En medio de este clima de deterioro, las bolsas brasileñas registran alzas. La de Sao Paulo, por ejemplo, creció este viernes 2,3 por ciento.
No obstante, las bolsas han dejado de ser un buen termómetro para evaluar el proceso de devaluación acelerada del real. (FIN/IPS/mo/dg/if/99
