Las bolsas de Brasil, con baja en la mañana y alza en la tarde de hoy, y nueva devaluación del real indican que el mercado busca adaptarse a la libertad cambiaria conquistada el viernes.
El Banco Central confirmó en la mañana de este lunes la libre flotación de la moneda brasileña, tras una evaluación positiva del viernes, primer día de cambio libre en el país después de 52 años de variadas formas de control.
El dólar alcanzó una cotización de 1,6 reales, retrocediendo luego a 1,58 en el cambio comercial, destinado a operaciones de comercio exterior y empresariales.
Esto representó para la moneda brasileña una pérdida de 8,2 por ciento en relación al valor del viernes y de 30,5 por ciento desde el día 13, cuando el Banco Central decidió ampliar la banda cambiaria para luego ceder a la presión del mercado por la liberación total.
La fuga de capitales perdió fuerza. Hasta las 19 horas (21:00 GMT) de este lunes habían salido 165 millones de dólares, mientras que el viernes el país perdió 359 millones de dólares en divisas.
Son cifras alentadoras, en comparación con los más 4.000 millones de dólares que se fugaron en los tres días anteriores, obligando al gobierno a permitir la libre flotación, para proteger las reservas internacionales del país, estimadas actualmente en 30.000 a 32.000 millones de dólares.
La incertidumbre del mercado, en relación al punto de equilibrio, se reflejó en la escasez de negocios con monedas extranjeras. En el aeropuerto internacional de Río de Janeiro, muchos turistas no lograron cambiar sus dólares por reales.
La Bolsa de Sao Paulo llegó a caer 3,8 por ciento en la mañana de este lunes, recuperándose enseguida, con alza de 8,8 por ciento, para cerrar el día con un índice positivo de 5,4 por ciento. En Río de Janeiro, la evolución fue similar, cerrando a 3,9 por ciento.
Con este resultado. las bolsas brasileñas ya recuperaron con creces las pérdidas acumuladas este año. Pero las acciones siguen muy baratas para inversionistas extranjeros, ante la fuerte devaluación de la moneda nacional.
Además, están lejos del nivel de un año atrás. En 1998, el índice Bovespa de la Bolsa de Sao Paulo sufrió una baja acumulada de 33,4 por ciento, y los bajos precios de las acciones permiten prever nuevas alzas, si no ocurren nuevas turbulencias.
El mercado espera conocer la evolución del flujo de capitales para orientarse, según operadores del mercado financiero. El real podrá recuperar parte de sus pérdidas, si el total de salidas se reduce en comparación con el día anterior.
La atención está concentrada también en el Congreso Nacional, especialmente en la votación del proyecto que aumenta la contribución de funcionarios públicos a la previsión social, que la Cámara de Diputados fijó para el miércoles próximo.
El proyecto impone una contribucin a los funcionarios jubilados, una medida que ya fue rechazada en el Congreso cuatro veces en los últimos años.
Líderes parlamentarios oficialistas creen que pasará esta vez. Además de mayor conciencia sobre la necesidad del ajuste fiscal, la nueva propuesta "es distinta de las anteriores", exonerando a los que ganan menos y gravando más a los altos salarios, señaló el presidente del Senado, Antonio Carlos Magalhaes.
Un nuevo rechazo, sin embargo, puede desatar una nueva fuga de capitales, al agravar el descrédito en la promesa brasileña de un esfuerzo fiscal para obtener un superavit primario de 2,6 por ciento del producto interno bruto, acordado con el Fondo Monetario Internacional. (FIN/IPS/mo/ag/if/99
