Guatemala, Honduras y El Salvador insistirán en negociar un tratado de libre comercio con México del cual depende, en gran medida, la modernización de los acuerdos existentes entre los países centroamericanos.
La conclusión de las negociaciones entre México y esos tres países, que conforman el Triángulo Norte de América Central, se preveía para 1998, pero mutuas acusaciones de inflexibilidad, la férrea oposición del empresariado regional y la destrucción causada por el huracán Mitch estancaron el diálogo en noviembre.
Un tratado de libre comercio general con México permitiría a los países del Triángulo Norte aplicar su normativa y privilegios para el comercio entre ellos sin pasar por el prolongado y tedioso proceso de una negociación para modernizar los acuerdos vigentes en América Central.
Ahí radica parte importante del interés de los gobiernos en el acuerdo del Triángulo Norte con México.
Pero la situación podría destrabarse en una reunión prevista para la segunda quincena de enero, donde se discutirá el camino a seguir.
El Salvador deslizó en diciembre una propuesta para negociar un acuerdo parcial que incluya solo los productos de empresas interesadas en entrar al mercado mexicano. Guatemala y Honduras no se han pronunciado oficialmente pero no han emitido buenas señales al respecto.
La iniciativa será discutida entre los tres países antes de la reunión con México.
Algunos funcionarios de Guatemala atribuyeron a la propuesta salvadoreña interés político, porque, aseguraron, la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena) no estaría interesada en disgustar al empresariado pocos meses antes de las elecciones generales que se realizarán el 7 de marzo.
Pero los negociadores oficiales de El Salvador aseguran que el estancamiento obedece a la falta de flexibilidad de México en eliminar las barreras comerciales que impiden el ingreso libre de fármacos, alimentos y medios de transporte.
El viceministro de Economía salvadoreño, Eduardo Ayala, considera que sería un gran error abandonar las negociaciones con México.
En tanto, el embajador mexicano en El Salvador, Ignacio Piña, declaró al diario La Prensa Gráfica que la situación se complicó con la propuesta extraoficial que hizo este país para negociar un acuerdo parcial.
Piña indicó que la delegación de su país aún no ha recibido la propuesta, pero se mostró confiado en que en la reunión de mediados de enero se aclaren todos los aspectos y se defina cuál será el curso de las negociaciones.
Los empresarios de los tres países han hecho un frente común para lograr que las tratativas concluyan en un acuerdo. "No queremos un tratado como el que firmaron Costa Rica y México, que hizo desaparecer muchas empresas pequeñas y medianas", dijo el dirigente empresarial salvadoreño Ricardo Simán.
Los guatemaltecos no tienen claro cual será su posición ante la propuesta salvadoreña, pero respaldan al empresariado de ese país en su demanda de eliminación de barreras comerciales.
El empresariado salvadoreño recomendó a su gobierno dedicarse de lleno a la integración económica regional en vista de que entre los cinco países que participan del proceso de integración (Triángulo Norte, Nicaragua y Costa Rica) se movilizan alrededor de 2.000 millones de dólares anuales en comercio.
Sin embargo, la modernización del tratado regional, que data de los años 60, ha sido supeditada al tratado de libre comercio con México.
"Mientras éste no se concrete no tendremos mecanismos de solución de controversias u otros que resultan urgentes en Centroamérica, y esta situación puede resultar en un retroceso", opinó el presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz.
Costa Rica es uno de los países más interesados en que el Triángulo Norte rubrique un tratado con México, porque esto modernizaría casi automáticamente el acuerdo regional, que sigue presentando trabas anacrónicas debido a la dificultad de los cinco países para ponerse de acuerdo.
Ningún país de la región podría dar a un país extraregional facilidades de comercio mayores que las que tienen sus socios, por eso se aplicaría en la región la misma normativa y los mismos privilegios comerciales que tendría México.
"Para nosotros, el Mercado Común Centroamericano tiene sentido en tanto sea muy libre. Deberíamos tener libre intercambio de bienes y servicios, aduanas excelentes, medidas de facilitación de negocios, transportes, pero nada de esto ha sido posible", indicó Ruiz. (FIN/IPS/mso/mj/if/99