/BOLETIN-INTEGRACION/

El ministro de Economía de Argentina, Roque Fernández, no descartó que la semana próxima haya un ataque especulativo contra el peso, la moneda local, a raíz de la crisis en Brasil, aunque confió en que esa eventual presión no tendría éxito.

"Es imposible que tenga éxito" un ataque a la moneda, sostuvo el viernes el ministro, tras admitir que existía la posibilidad de que los inversores financieros presionen sobre el sistema de convertibilidad de Argentina, luego de obtener una nueva devaluación del real en Brasil.

Fernández aseguró que la crisis en Brasil "no será larga" y como muestra anticipada de ese pronóstico optimista destacó como un gesto de confianza el alza brusca de las cotizaciones bursátiles en Sao Paulo el viernes.

Tanto el ministro como algunos analistas señalaron que la tendencia alcista de las bolsas latinoamericanas este viernes, ocurrida luego de la decisión brasileña de liberar la cotización del real, representa una señal de confianza de los inversores externos.

El ex presidente de la Bolsa de Comercio Julio Macchi consideró que la desconfianza "se acotó" este viernes, pero advirtió que Brasil deberá encontrar pronto un plan porque las devaluaciones se licúan rápidamente si no se sostienen con medidas efectivas.

Tras abrir en baja en el último día de la semana, la Bolsa de Sao Pablo subió hasta más de 30 por ciento en la mitad de la jornada, empujando al alza a todas las bolsas de la región. De esa manera, las acciones se ajustaron a los nuevos valores luego de una virtual devaluación del real de 14 por ciento.

El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires reaccionó con un aumento de alrededor de 10 por ciento y el IPC de México subió más de siete por ciento.

La decisión del Banco Central brasileño de liberar transitoriamente el real fue interpretada como una devaluación encubierta que se suma a la de nueve por ciento decidida el miércoles, para frenar la salida de capitales y el alza de las tasas de interés.

El ministro de Hacienda de Brasil, Pedro Malán, dialogó con su par argentino antes de partir a Estados Unidos, y se comprometió a evitar que las medidas de ajuste violen los acuerdos que ambos países tienen en el Mercosur.

También Fernández se comprometió a no adoptar medidas proteccionistas para frenar la segura avalancha de productos brasileños más baratos luego de la serie de devaluaciones de esta semana.

Brasil es el principal cliente de Argentina. Del total de exportaciones argentinas, 30 por ciento se dirige al mercado brasileño que, ante la crisis, ya prevé una reducción de sus compras de automóviles, petróleo, granos y lácteos.

La recesión en Brasil, un hecho seguro según las agencias de calificación de riesgo crediticio, provocará una disminución de las compras en Argentina, un hecho que redundará en un enfriamiento de la economía y un incremento del desempleo.

También las autoridades argentinas reconocen que la situación brasileña provoca ya un encarecimiento del crédito por el aumento de las tasas de interés.

Economistas argentinos se volcaron el viernes al ejercicio de especular acerca de las medidas que deberá adoptar Brasil para recuperar la confianza de los inversores externos y evitar el colapso, o al menos, si no evitarlo, pasarlo lo más rápido posible.

En este sentido, las recomendaciones variaron entre quienes consideraron indispensable una renegociación de la deuda externa e interna a plazos más largos. La deuda brasileña supera los 300.000 millones de dólares con altos vencimientos de corto plazo.

Algunos analistas opinaron que es posible que Brasil evalúe la alternativa de un plan como el que aplicó Argentina en 1989, cuando canjeó los depósitos a plazo fijo en dólares de los bancos por bonos públicos, a fin de aumentar las reservas y sostener la moneda.

El ex ministro de Economía Domingo Cavallo sostuvo que la convertibilidad, que permitió a Argentina estabilizar los precios en 1991 y es el régimen que se mantiene hasta hoy, podría ser para Brasil una receta efectiva para dar una señal de confianza a los mercados.

Pero el Estudio Broda, que asesora a inversores extranjeros en Argentina, consideró que Brasil no es propenso a aplicar modelos que reduzcan el márgen de maniobra política al gobierno.

Por último, el presidente Carlos Menem propuso estudiar la opción de dolarizar la economía argentina y postular esa misma alternativa a toda la región, de cara al mercado libre que se proyecta para 2005.

Fernández sostuvo que la iniciativa presidencial, ideada para evitar las especulaciones contra las monedas de la región, "no es inminente" y es sólo una idea en estudio a la que hay que quitarle espectacularidad. (FIN/IPS/mv/mj/if/99

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