/BOLETIN-DD HH/ PAKISTAN: Bomba contra primer ministro tiene fin intimidatorio

El estallido de una bomba en un puente cerca de la residencia en Lahore del primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, tuvo la finalidad de intimidar al gobernante y no de asesinarlo, según las últimas investigaciones.

Las investigaciones dudan de que se trate de un intento de asesinato. El inspector general de la Policía de la provincia de Punjab, Jehanzeb Burki, dijo que la acción, que ocasionó la muerte de tres personas, "no fue específica" contra el primer ministro.

La bomba fue detonada el día 3 mediante un dispositivo de tiempo, no por control remoto. Burki dijo que Sharif no tenía planes de viajar por el camino donde ocurrió la explosión y que, de todos modos, los autores del atentado no podrían haber conocido el momento exacto en que pasaría.

"El gobierno tomó medidas urgentes para erradicar el terrorismo y este incidente fortalece nuestra determinación para luchar contra la amenaza", dijo el ministro de Información, Mushahid Hussain.

Las hipótesis más aceptadas por los investigadores policiales apuntan a una advertencia dirigida al primer ministro.

El atentado ocurrió la mañana del domingo en las afueras de Lahore, capital de Punjab, la provincia natal de Sharif. Casi todos los días en los últimos 23 meses, el primer ministro se retiró de su residencia cerca del mediodía.

Pero ese domingo 3 Sharif no tenía planes de salir temprano.

El atentado es atribuido, según las distintas hipótesis, al Ala de Investigación y Análisis (AIA), una agencia de inteligencia de India, al grupo musulmán sunita Laskar-e-Jhangavi (LJ) y al Movimiento Muttihida Qaumi (MMQ), un partido político de la provincia de Sindh.

El subinspector general de la Policía de Lahore, Shauket Javed, dijo que el atentado tiene las características de una acción del AIA. Pero esta agencia india es el chivo expiatorio habitual del gobierno paquistaní cuando no es capaz de explicar fallas de seguridad.

Tariq Kamboh, integrante del equipo que investiga el atentado, considera que se trata de activistas de LJ, rama extremista del grupo militante sunita Sapah-e-Sahaba Pakistán a la que también se acusa del atentado cometido el lunes contra una mezquita chiíta en la que murieron 16 personas.

De acuerdo con esta hipótesis, LJ cometió el atentado en respuesta a la ofensiva lanzada en los últimos dos meses por policías y jueces contra integrantes del grupo.

Al menos 20 integrantes de LJ fueron condenados a muerte en cortes antiterroristas. Otros seis fueron abatidos por policías en "enfrentamientos" que, según activistas de derechos humanos, son, de hecho, ejecuciones extrajudiciales.

La violencia sectaria segó medio millar de vidas en los últimos dos años en Punjab, la próspera provincia agrícola de Pakistán.

Riaz Basra, líder de LJ, es el hombre más buscado del país y se le acusa de intentos de asesinato contra Sharif.

Una ley antiterrorista asignó a fines del año pasado poderes extraordinarios al Poder Ejecutivo para luchar contra el terrorismo pasando por alto al Poder Judicial, entre ellos la instalación de tribunales militares.

Un tribunal especial antiterrorista condenó a muerte a 14 hombres hace dos semanas por su participación en matanzas de personas pertenecientes a grupos religiosos rivales. Ocho de ellos pertenecían a LJ, entre ellos Malik Ishaq, amigo de Basra. Los restantes integraban a un grupo extremista chiíta.

En el momento de la sentencia, Maliq, imperturbable, advirtió al tribunal que sus "camaradas no permitirán" la ejecución.

El atentado contra Sharif también puede responder a las rivalidades políticas internas en la provincia de Sindh, gobernada por el hermano del primer ministro, Shahbaz Sharif.

El gobierno central impuso a Shahbaz Sharif como gobernador en noviembre, poco después de que el MMQ abandonó a la Liga Musulmana, el partido político del primer ministro, y lo dejó en minoría en la provincia.

La división dejó a la ciudad de Karachi (la más poblada del país, con más de cinco millones de habitantes) en estado de virtual guerra civil entre el gobierno central y el MMQ, aliados durante el período anterior en que Benazir Bhutto era primera ministra.

Cuatro dirigentes del MMQ fueron arrestados en Karachi luego de la explosión del domingo, lo que sembró el temor de que el gobierno utilice el supuesto intento de asesinato para perseguir a la oposición. (FIN/IPS/tra-en/ni/an/mj/ip hd/98

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