/BOLETIN-DD HH/ CHILE: Dos años después sigue misterio de "fuga del siglo"

Más de dos años después de la espectacular evasión de cuatro insurgentes desde un penal de alta seguridad en Chile, el 30 de diciembre de 1996, el proceso judicial permanece estancado, sin aclarar la gestación de la llamada "fuga del siglo".

Tres de los fugados del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) continúan prófugos, mientras el cuarto está en libertad en Suiza, luego de que las autoridades de ese país denegaran su extradición a Chile, por considerar que carece aquí de garantías procesales.

Ricardo Palma, Pablo Muñoz, Mauricio Hernández y Patricio Ortiz huyeron espectacularmente de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago, rescatados por un helicóptero cuyos tripulantes sobrevolaron el patio de la prisión y abrieron fuego disuasivo contra los vigilantes.

Los cuatro "frentistas" escaparon en un canastillo que colgaba de la aeronave, protegido por capas de blindaje, y fueron depositados en un parque del área sur de la capital desde donde continuaron la fuga en automóviles, presumiblemente en dirección a Argentina.

La CAS, construida especialmente para acoger a unos 300 presos acusados de delitos terroristas, era considerada un recinto inexpugnable, en que los reos no podían trasponer sus muros ni huir en túneles.

El FPMR rescató a sus compañeros por la única vía posible, la aérea, para lo cual hizo que un grupo de supuestos turistas, integrado entre otros por un argentino y dos irlandesas, alquilara el helicóptero a una empresa privada.

Palma y Hernández estaban condenados a presidio perpetuo por el asesinato el 1 de abril de 1991 del senador derechista Jaime Guzmán, asesor constitucional de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973- 90) y fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Muñoz y Ortiz cumplían también largas condenas bajo cargos de asesinatos de policías y participación en otras acciones armadas del FPMR, un grupo armado de inspiración comunista que operó activamente en Chile desde 1982 hasta 1987 con el propósito de desestabilizar al régimen de Pinochet.

Ortiz fue detenido a comienzos de este año en Suiza, a donde llegó presumiblemente desde Cuba, pero las autoridades helvéticas se negaron a extraditarlo a Chile.

Los suizos consideraron que el sistema penal chileno, que permite la intervención de la justicia militar en este tipo de juicios, no daba suficientes garantías procesales a Ortiz.

Los otros tres "frentistas" continúan prófugos, presuntamente ocultos en Cuba bajo otras identidades, de acuerdo a una de las pistas que investiga el magistrado Lamberto Cisternas, juez especial a cargo de este caso.

El magistrado estableció que algunas llamadas telefónicas de los insurgentes a sus familiares en Chile fueron hechas desde Cuba, pero el gobierno de la isla informó que carecía de registros en ese sentido al responder a un exhorto judicial de Cisternas.

El juez señaló el miércoles que las autoridades cubanas le dieron datos de carácter muy general sobre los registros de los números telefónicos desde los cuales se hicieron las llamadas a Chile, pero no respondieron "cuestiones específicas" de su exhorto.

Cisternas lamentó igualmente que aún no haya respuesta al pedido de extradición hecho al Reino Unido de las hermanas Christine y Frances Shannon, que serían miembros del Sinn Fein, brazo político del Ejércit o Republicano Irlandés.

Ambas mujeres ingresaron a Chile como turistas en los días de la fuga y se supone que formaron parte del grupo de excursionistas que bajo engaños alquiló el helicóptero de la empresa Lassa, utilizado para la fuga.

El senador de la UDI Carlos Bombal insistió en este segundo aniversario del "escape del siglo", que tanto el asesinato de Guzmán como la fuga de los cuatro "frentistas" fueron parte de una conjura "urdida desde Cuba".

El parlamentario derechista basó sus aseveraciones en informes policiales que relacionan con la muerte del fundador de la UDI a un alto dirigente del FPMR, Juan Gutiérrez, apodado el "Chele", quien estuvo casado con una hija del ministro de Defensa de Cuba, Raúl Castro.

A 24 meses de la fuga, pareciera que la única pista más o menos cierta que le queda al juez especial es la de las hermanas Shannon, pero es muy improbable que ellas dispongan de mayor información sobre la planificación de la fuga.

Hace un año, con oportunidad del primer aniversario del escape, se publicó un libro de Palma, uno de los cuatro insurgentes, en el cual se da a entender que las dos irlandesas desconocían los propósitos con los cuales fue arrendado el helicóptero.

El texto incluye nombres y lugares supuestos, además de varios pasajes metafóricos, pero da a entender que numerosas personas participaron en el plan de la fuga y en su ejecución, bajo sistemas compartimentados de asignación de tareas por razones de seguridad. (FIN/IPS/ggr/hd ip/99

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