El festival internacional de Punta del Este, Uruguay, que comienza el lunes, se propone abrir brechas para el cine europeo de calidad en el Cono Sur de América, invadido de producciones estadounidenses.
El festival, a realizarse hasta el día 24, contará con la presencia del veterano actor italiano Nino Manfredi y anuncia el estreno exclusivo para América Latina de una decena de películas que han cosechado premios en muestras europeas.
El material a exhibirse en "Europa, un cine de punta II" incluye unas 20 producciones de Alemania, España, Francia, Irlanda, Italia, Noruega, Rumania y Rusia, las que serán acompañadas de sus realizadores y principales protagonistas.
Además de Manfredi, que presentará "Gracias por todo" dirigida por su hijo Luca, participarán el actor Pierre Richard y el director Patrice Chéreau, de Francia, y los españoles Manuel Gutiérrez Aragón, quien dirigió "Cosas que dejé en La Habana", y Angela Molina, protagonista de "Las cosas del querer".
La presencia en plena temporada veraniega en el balneario de Punta del Este, 140 kilómetros al este de Montevideo, de miles de turistas procedentes en su gran mayoría de Argentina, Brasil y Paraguay, posibilita mostrar a un público muy variado un cine que casi ha desaparecido de la región en los últimos años.
La industria cinematográfica de Estados Unidos, que actualmente acapara más de 90 por ciento de las salas en Argentina, Chile y Uruguay, ha relegado al cine europeo.
El director general de programación de la muestra, el crítico argentino Carlos Morelli, dijo a IPS que la elección de películas europeas es un aporte a la "ardua lucha que libra esa industria contra el ímpetu despótico y dictatorial de los estadounidenses".
La propuesta "es devolverle al público un cine que está imposibilitado de ver desde hace varios años, para que pueda analizar en qué grado de evolución está en la actualidad", señaló Morelli, quien recordó que los rioplatenses descubrieron a Ingmar Bergman, por ejemplo, antes que los propios europeos.
"En esta semana a puro cine de Europa, la gente tiene la oportunidad de acercarse a una veintena de películas, que resumen lo mejor de la propuesta de ese continente de los últimos 12 meses", agregó.
Para Morelli, sin embargo, esto no significa hacerle la guerra al cine de Hollywood, ya que en esta edición se ha incorporado la llamada "Noche americana", donde se celebrarán los 60 años del estreno de "Lo que el viento se llevó", el clásico por excelencia del cine estadounidense.
Morelli, encargado de la selección del material junto al presidente del festival, el uruguayo Ricardo Dutra, se declaró partidario de los certámenes temáticos y, en esta línea según dijo, abundan los que incluyen sólo películas de Estados Unidos.
A su juicio, el cine europeo ha sido desplazado en el mundo debido a la fuerte presión de la industria estadounidense, a partir de que las empresas distribuidoras de ese país también han monopolizado los circuitos de distribución y exhibición.
"Han construido una especie de perverso circuito cerrado, dentro del cual no entra nadie más que ellos o los que se dignen aceptar", sostuvo.
Tal es así que Francia, con una pujante y calificada industria cinematográfica, que hasta hace cuatro años compartía las salas locales con material procedente de Estados Unidos a partes iguales, hoy sólo cubre 11 por ciento del circuito.
Algo similar ocurre en España, que con 13 por ciento de producción nacional en cartelera anualmente, frente a más de 80 por ciento de filmes de Estados Unidos, aparece como una especie de héroe mundial.
La situación es más grave en América Latina, donde el cine estadounidense acapara las salas en más de 90 por ciento, lo que ha generado una severa crisis en industrias que tuvieron gran auge en décadas pasadas, como Argentina, Brasil o México, señaló Morelli.
Al respecto, informó que en los últimos días de febrero se realizará, también en Punta del Este, una muestra de cine del Mercosur, en la que participarán los últimos trabajos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La historia de los festivales de cine internacional en Punta del Este se remonta a principios de los años 50, pese a que Uruguay aún cuenta con una muy limitada producción cinematográfica, con algunas películas que en los últimos años han tenido buena aceptación en festivales alternativos.
La primera muestra se realizó en febrero de 1951 a impulsos del empresario argentino Mauricio Litman, en el cine Cantegril, que hoy remozado vuelve a ser escenario del segundo festival de esta segunda época. "Es volver a las fuentes", señalaron los organizadores.
En aquella oportunidad, la presencia de estrellas como el francés Gérard Philipe y estrenos mundiales de filmes de René Clair y de Christian Jaque hicieron conocer fuera de fronteras a un balneario que entonces era una incipiente aldea.
Estructurado a la manera de los grandes festivales de Venecia o Cannes, la muestra de 1952 decayó notablemente por falta de apoyo del estado uruguayo, aunque convocó a películas como la japonesa "Rasho Mon" y "Umberto D", de la etapa neorealista de Vittorio de Sica.
También apareció en Punta del Este el polaco Andrzej Wajda y debutó fuera de Europa "Juventud divino tesoro", de Bergman, lo que permitió a la crítica de Montevideo y Buenos Aires descubrir al director sueco antes que los especialista franceses.
Sólo en 1956, el festival de Cannes le otorgó un premio a Bergman, por su comedia "Sonrisas de una noche de verano", y un año después los volvió a sorprender en el mismo lugar con el "El séptimo sello", recuerda el crítico uruguayo Homero Alsina Thevenet.
Entre 1953 y 1954, la muestra se limitó al cine francés y al italiano sucesivamente, en lo que parecía el fin de la experiencia.
Sin embargo, empresarios privados lograron montar al año siguiente el Tercer Festival Internacional de Punta del Este, donde participaron trabajos de la talla de "Romeo y Julieta", de Castellani, y "Nido de Ratas", de Elia Kazan, aunque ambos fuera de concurso.
El bajo nivel del material exhibido para la competencia hizo que el jurado, presidido por el prestigioso hombre de teatro del Río de la Plata José María Podestá, lo declarara desierto.
Punta del Este quedó excluida a partir de 1955 de los festivales cinematográficos categoría A, al no reunir los requisitos exigidos por la Asociación Internacional de Productores.
La muestra puntaesteña es una de las pocas oportunidades, junto a la permanente de Londres y a la resucitada de Mar del Plata, Argentina, donde el público tiene acceso a un cine diferente al de Hollywood. (FIN/IPS/dm/ag/cr/99