El timón de la industria musical de Jamaica no se movió en 1998 de las pistas de baile, mientras un disco acústico se llevó las palmas de los críticos y el reggae mostró escasas novedades.
El extravagante músico y discjockey Beenie Man fue quien causó mayor impacto, pero debió compartir cartel con una colega menos conocida.
La cantante folk Della Manley logró que su apellido, uno de los más famosos del país (su suegro era el ex primer ministro Michael Manley, fallecido en 1997), se mantuviera en las noticias, al lanzar uno de los mejores discos realizados en Jamaica en mucho tiempo.
El disco, titulado "Ashes on the windowsill" (Cenizas en la baranda) tuvo un impacto casi instantáneo, y su estilo acústico puso fin a lo que había parecido una eternidad de predominio en las radios del género bailable.
Producido por el londinense Ray Hitchins y con la participación de varios de los mejores músicos de Jamaica, "Ashes on the windowsill" fue lanzado sin aspaviento en febrero, pero hacia fin de año Della Manley se había transformado en una celebridad menor.
La obra de Manley se vendió menos que el disco de Beenie Man, titulado "Many moods of Moses" (Los muchos estados de ánimo de Moisés), y que su popular canción "Who am I" (Quién soy), pero desde el punto de vista artístico el trabajo del discjockey fue inferior al de la cantante.
"Ashes on the windowsill" fue analizado por respetadas publicaciones estadounidenses como el periódico Sun Sentinel, de Fort Lauderdale, Florida, y la revista Billboard, cuyo editor, Timothy White, lo elogió especialmente.
La repercusión del debut de Manley dio a los productores de discos de calidad la esperanza de que no todo está perdido.
Esto no quiere decir que toda la música bailable de 1998 fuera basura. Después de años de experimentar con mezclas y formatos desvaídos, el intocado sabor de "Who am I" se ganó un lugar en las radios urbanas de Estados Unidos y mantuvo a los corazones del hip-hop latiendo fuerte.
"Who am I", producida por el novato Jeremy Harding, permaneció cinco meses en las listas de canciones más vendidas de Billboard, y le dio a Beenie Man un contrato con Virgin Records, uno de los principales sellos discográficos del mundo.
No hubo en 1998 nada a la altura de los trabajos de Man y Manley, aunque Ziggy Marley y los Melody Makers obtuvieron su tercer premio Grammy (otorgado por la industria discográfica de Estados Unidos) con el poco conocido álbum "Fallen is Babylon" (Babilonia ha caído).
Los músicos y productores Sly y Robbie mantuvieron su éxito internacional: la canción "Night nurse" (Enfermera nocturna), en la que ambos colaboraron con el británico Mick Hucknall, del grupo pop Simply Red, se ubicó entre las diez más vendidas en las listas de éxitos en Londres.
Otro punto positivo, aunque poco publicitado, fue la aparición de músicos jamaiquinos clave en el debut de la artista pop neoyorquina Lauryn Hill, "The miseducation of Lauryn Hill" (La mala educación de Lauryn Hill), uno de los favoritos para el Grammy al mejor disco de 1998.
Hill es una de las voces cantantes de The Fugees, grupo de rap cuyos restantes dos integrantes son haitianos inmigrantes en Nueva York.
La industria musical fue nuevamente el más activo de los rubros culturales, con el flujo habitual de discos de poca calidad. En materia de festivales, la edición 1998 del Reggae Sunsplash, a 20 años del primero, no mostró signos de una renovación que parece cada vez más necesaria en el género.
Su rival, el Reggae Sumfest, se realizó en Montego Bay, sobre la costa noroccidental. Comercialmente le fue mejor, pero la actuación de bandas pop estadounidenses, como Boyz II Men, K-Ci y JoJo, fue la prueba más elocuente de que la música reggae tiene muy pocas cosas nuevas que ofrecer.
Mientras, una proyectada película sobre el fallecido rey del reggae, Bob Marley, quedó en el limbo después de que una sesión de selección del reparto en julio alentó la esperanza de que se realizara.
Diferencias entre el director y guionista, Ron Shelton, y la empresa Warner Brothers, que distribuiría la película, postergaron de forma indefinida, una vez más, este proyecto largamente esperado.
Parece, sin embargo, que no hay forma de mantener a Marley fuera de las noticias. Casi a fin de año, hubo una oleada de intriga y escepticismo cuando se publicó una lista de canciones inéditas producidas por el estadounidense Danny Sims, para quien la leyenda del reggae grabó a fines de los años 60.
Según cabía esperar, las expectativas murieron de muerte natural.
Jamaica perdió en 1998 a dos de sus más renombrados pioneros musicales. Tommy McCook y Roland Alphonso, los saxofonistas que ayudaron a hacer del ritmo ska de The Skatalites uno de los sonidos más característicos del país, murieron en abril y en noviembre respectivamente.
McCook y Alphonso, como la mayoría de sus contemporáneos en la música jamaiquina, trabajaron de modo valiente e incansable, sin obtener recompensas económicas. Sus admiradores pueden regocijarse con el hecho de que el mundo es más rico por el legado de ambos. (FIN/IPS/tra-en/hc/cb/at/mp/mj/cr/99