(Arte y Cultura) INDIA: El cine como arma contra la intolerancia

El público respondió favorablemente en India a la exhibición de películas que exaltan la concordia entre comunidades religiosas y rompen al monolítico nacionalismo hindú del cine popular de esta década.

'China Gate', una versión india del clásico de Akiro Kurosawa 'Los Siete Samurais', 'Ghulam' (El Esclavo) y 'Zakhm' (La Herida), habladas en hindi, el idioma más extendido en este país, promueven la concordia entre hindúes, sijs y musulmanes.

Y lo hacen en un momento en que crece la intolerancia religiosa, fomentada por las organizaciones hindúes de derecha.

El director Mahesh Bhatt lanza en 'Zakhm' un fuerte ataque al fundamentalismo. El protagonista hindú, ayudado por un policía y un amigo sij, logra cumplir los deseos de su madre musulmana y enterrarla de acuerdo con los ritos del Islam.

El filme presenta al integrismo hindú como la fuerza diabólica que irrumpe luego de la demolición de la mezquita de Babri en diciembre de 1992 por parte de extremistas hindúes.

Bhatt, un director rebelde, a quien le gusta provocar el escándalo con insólitas revelaciones personales, utiliza material autobiográfico para su historia de reconciliación entre hindúes y musulmanes.

Ajay Desai (el actor Ajay Devgan) ve que su madre queda atrapada en medio de un incendio provocado por jóvenes musulmanes enfurecidos por la destrucción de la mezquita.

Uno de los jóvenes es capturado y su vida corre peligro cuando Ajay interviene para defenderlo.

Gran parte del filme se desarrolla en el hospital de misioneros cristianos donde está internada la madre del protagonista.

Mulgaonkar (Ashutosh Rane), un político fundamentalista hindú, prepara al hermano menor de Ajay, Anand (Akshay Anand), para que se convierta en líder político de su causa y tras el incendio, intenta capitalizar el ataque a la madre de su protegido.

Mientras Ajay espera en el hospital, el director recurre a escenas retrospectivas, para relatar los años anteriores de la vida del protagonista.

Como hijo ilegítimo de un conocido cineasta (Nagarjuna), Ajay vive con su madre (Pooja Bhatt), siempre abrigando la esperanza de que su padre y su madre se casen. Sin embargo, la influencia y los prejuicios de su abuela ortodoxa impiden que ello suceda.

Ajay se entera más tarde de que el verdadero obstáculo para el matrimonio de sus padres no es otra cosa que la identidad musulmana de su madre, condición que ésta mantuvo oculta durante años.

En su lecho de muerte, la madre le pide que le dé sepultura en la forma tradicional musulmana, para que Alá sea benévolo con ella y la reúna con el esposo que nunca tuvo en el mundo terrenal.

En el clímax del filme, Ajay confiesa a Anand la religión de su madre, y Mulgaonkar, decidido a ocultar el verdadero linaje del joven líder, advierte a los hermanos que deberán guardar el secreto.

Ajay, ayudado por un amigo sij, un policía y su hermano Anand, logra cumplir el deseo de su madre y enterrarla según la tradición musulmana, frente a una muchedumbre hindú y superando una guardia policial organizada por los seguidores de Mulgaonkar.

Al final del filme, los padres de Ajay y Anand se unen en un paraíso de nubes celestiales.

Con la película, Bhatt recupera parte de su fortaleza como director, tras presentar una serie de obras poco inspiradas y de baja calidad.

El director utiliza el reportaje televisivo, las imágenes de calles vacías fugazmente salpicadas por muchedumbres e incendios, y la tensa calma del hospital, para sugerir la amenaza de la violencia, cada día más cercana.

Varias de las escenas retrospectivas hacen gala de su creatividad y capturan la energía y la inocencia de la niñez.

El filme no es otra cosa que un indicio de que el cine de India – asociado en los últimos años a obras inmaduras y violentas – se aparta de la política autoritaria prohindú que amenaza la producción de películas, cuyo centro está en la ciudad de Bombay.

La derecha hindú consiguió vedar a 'Zakhm' las salas de exhibición de la ciudad de Ahmedabad, del estado de Gujrat, que está controlado por el partido nacionalista hindú Janata Bharatiya.

Gujrat es el estado donde se produjeron ataques a las iglesias y misioneros cristianos.

Si la respuesta positiva a todas estas películas en la taquilla dicen algo acerca de la conciencia popular, entonces éstas son señales de esperanza para el actual escenario político de India. (FIN/IPS/tra-en/rv/an/mv/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe