Analistas económicos manifestaron pesimismo hoy en Argentina ante la crisis de Brasil, pero confiaron en que este país logrará diferenciarse de su socio en el Mercosur a los ojos de los inversores externos.
El economista Guillermo Calvo, que en 1994 ganó notoriedad internacional al pronosticar la crisis mexicana, sostuvo que "Brasil está en la cuerda floja desde hace rato, pero ahora está más cerca del precipicio".
La situación brasileña se agravó este miércoles con la renuncia del presidente del Banco Central, Gustavo Franco, y con una ampliación de la banda de flotación del real frente al dólar, dispuesta por Francisco Lopes, presidente interino de la autoridad monetaria, que de hecho anuncia una devaluación de nueve por ciento.
Para Calvo, profesor de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, una pequeña devaluación en Brasil podría bastar para precipitar un ataque contra el real en las bolsas de valores y en el mercado de cambios. El gobierno de Fernando Henrique Cardoso estaría entonces obligado a profundizar la devaluación.
No obstante, coincidió con otros analistas de este país en que aún pese a la previsible caída del mercado bursátil en Buenos Aires y al aumento de las tasas de interés, Argentina "no tiene por qué caerse con Brasil".
Brasil atraviesa una situación muy delicada. Todas sus opciones son traumáticas y, "para Argentina, es preferible que Brasil se caiga ahora a que siga esta indefinición", dijo Calvo.
"Si Brasil profundiza el ajuste tendrá una crisis política terminal, si no lo hace se cae el plan económico, y en el medio tiene una deuda de corto plazo imposible de manejar" que ronda los 170.000 millones de dólares, advirtió.
Calvo cree que Argentina y Chile lograrán diferenciarse si se produce el colapso de Brasil, anunciado desde 1998.
"Se pagará una tasa de interés más alta y habrá una caída del crédito externo, pero aún la peor situación será mejor que la de 1995", afirmó, en alusión a las consecuencias que tuvo en Argentina la devaluación mexicana de diciembre de 1994.
Los economistas argentinos recibieron en principio con preocupación la noticia de la dimisión de Franco y la decisión de las autoridades brasileñas de ampliar la banda de flotación del real.
Argentina coloca 30 por ciento de sus exportaciones en Brasil que es además su principal socio en el Mercosur (Mercado Común del Sur). La Fundación Andina estimó que el primer impacto del eventual colapso brasileño se sentirá en las ventas externas.
En cuanto a la evolución de los mercados, se descuenta que la crisis del país vecino determinará en Argentina el aumento de los intereses, que comenzó en la víspera, cuando el gobierno colocó letras del tesoro a una tasa más alta que una semana atrás.
Para Daniel Novak, de Consultores Económicos de Empresas Industriales, este miércoles se reforzó la posibilidad de que Brasil "no pase el verano (austral) y tenga que abandonar el plan real", lo que redundaría en una caída de la tasa de crecimiento de Argentina.
Calvo consideró que en lugar de devaluar, el presidente Cardoso debería optar por una moratoria de pagos que prefirió llamar "reconversión de deuda". "Es una medida drástica que no puede postergar, como la del médico que tiene que decidir una amputación", dijo.
A su juicio, esa alternativa permitiría al gobierno renegociar los tiempos y los intereses de la deuda de corto plazo y ganar tiempo. "Para Argentina, esa opción no sería una catástrofe", aunque admitió que la medida afectaría la exportación de automóviles y lácteos a Brasil.
La Fundación Capital propuso una variante de la alternativa de Calvo. Se trata de dolarizar la deuda brasileña para obtener potencialmente un alargamiento de los plazos y abaratar el costo de la financiación.
No obstante, los expertos de la Fundación son escépticos respecto de la evolución brasileña y creen que los hechos conducen a una maxidevaluación del real forzada por los mercados.
El economista Roberto Lavagna, de la consultora Ecolatina, explicó que la clave en Brasil es que el Poder Ejecutivo renegocie las deudas de los estados, para aislar al ex presidente Itamar Franco, gobernador del Estado de Minas Gerais, que declaró la moratoria unilateral de sus obligaciones con el gobierno federal.
Calvo consideró que en Argentina, que tiene elevadas reservas internacionales y cuya deuda a corto plazo es manejable, la aceleración de la crisis brasileña podría ser incluso "una buena noticia", ya que obligaría al país vecino a resolver por fin sus viejos problemas. (FIN/IPS/mv/ff/if/99