La Organización de las Naciones Unidas (ONU) intenta controlar las guerras civiles que se intensificaron en Angola, República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) y Sierra Leona, las tres en Africa.
"La situación en Sierra Leona es muy grave. Esperamos reunir a ambas partes para discutir una solución política que tenga éxito", declaró a la prensa el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Las oficinas de la Misión Observadora de la ONU en Sierra Leona (Unomsil) fueron saqueadas y parcialmente quemadas, obligando al personal a trasladarse de Freetown a la vecina Conakry, en Guinea.
Annan informó que su representante especial Francis Okelo y los cancilleres de Togo, Guinea y Costa de Marfil mantienen conversaciones con líderes insurgentes para acordar un cese del fuego y arribar a una solución al conflicto en Sierra Leona.
Annan recordó a los rebeldes que el éxito militar no les otorgaría legitimidad ni el reconocimiento internacional y les pidió que inicien un diálogo con el gobierno sobre pedidos o inquietudes legítimas que puedan tener ellos o sus seguidores.
Aunque Annan se muestra pesimista sobre el futuro de Unomsil ante la reanudación de los combates, recomendó que el mandato de la misión, a expirarse a fines de este mes, se amplíe hasta el 13 de marzo.
Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU ya expresó su fuerte apoyo al "gobierno legítimo y elegido democráticamente" del presidente Ahmed Tejan Kabbah y condenó el levantamiento de las fuerzas rebeldes dirigidas por el Frente Revolucionario Unido.
El Consejo de Seguridad también criticó a quienes apoyan a los insurgentes, incluso mediante armas y mercenarios, y expresó su grave inquietud por el uso del territorio de Liberia para proporcionarles hombres y materiales.
Pero el presidente liberiano Charles Taylor negó las versiones generalizadas que indican que su gobierno respalda la rebelión en Sierra Leona.
Liberia no apoya "de ninguna manera" a las fuerzas rebeldes de Sierra Leona, aseguró en una carta a Annan. "La incapacidad de quienes acusan a Liberia de producir pruebas o evidencias es base suficiente para sostener que esas acusaciones son especulativas y no creíbles", agregó.
La carta de Taylor sugirió que "mercenarios blancos" están presentes en Sierra Leona, y precisó que son ucranianos que luchan junto a los rebeldes.
Ecomog, el ala militar de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental, conducido por Nigeria, logró la semana pasada recuperar partes de Freetown en poder de las fuerzas insurgentes.
Ecomog también fue la fuerza que devolvió al poder a Kabbah, luego de que lo derrocara un golpe militar en 1997.
Así mismo, el Consejo de Seguridad decidirá pronto si las fuerzas de paz de la ONU deben permanecer en Angola, donde también se libra una guerra civil.
Se espera que Annan presente un informe al Consejo de Seguridad que incluya sus recomendaciones y, según lo que indique, el órgano decidirá si debe retirar los más de 700 cascos azules de Angola.
El Consejo de Seguridad ha presionado a las dos partes en guerra, el gobierno y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), para que apliquen el protocolo de Lusaka, un acuerdo de paz que firmaron en 1994.
"No hay muchas pruebas de que las partes estén preparadas para hacerlo porque recurrieron de nuevo a la guerra. La decisión del Consejo de Seguridad deberá versar sobre si queda paz alguna para mantener", declaró el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.
La situación para la ONU en Angola se agravó por la pérdida de dos de sus aviones, junto con 23 pasajeros y tripulantes, incluso varios efectivos de las fuerzas de paz.
El Coordinador de Seguridad de la ONU, Benon Sevan, se reunió el miércoles con representantes de Unita en París con la esperanza de que el grupo rebelde ayude a investigar la caída de los aviones.
El Consejo de Seguridad también expresó su inquietud por las masacres de cientos de civiles en RDC, y pidió una investigación internacional.
El embajador de RDC ante la ONU, Andre Mwamba Kapanga, dijo a la prensa que el Consejo reaccionó con lentitud ante la masacre de aproximadamente 500 personas en su país.
La guerra en RDC comenzó hace cinco meses, y el Consejo de Seguridad se limitó a hacer declaraciones, aseguró. "No hizo gestiones para ponerle fin al conflicto", sostuvo.
Kapanga dijo que su país fue invadido por las vecinas Ruanda y Uganda. Estos países, dijo, en un principio negaron su participación en el conflicto, pero tres meses después la reconocieron.
"El silencio del Consejo de Seguridad sobre el asunto alentó la obstinación de los dos países invasores para ocupar el territorio congoleño", sentenció Kapanga. (FIN/IPS/tra-en/td/kb/aq/ip/99