Ningún país desea recibir al líder separatista kurdo Abdullah Ocalan, detenido en Roma, para juzgarlo por los actos de terrorismo de los que se lo acusa, admitió hoy el gobierno de Italia, cuyas leyes impiden su extradición a Turquía.
Los países de Europa, incluso aquéllos donde Ocalan está acusado de actos terroristas, se niegan a recibir al líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para encarcelarlo y procesarlo, pese a las infructuosas gestiones de Italia por deshacerse de él.
Ocalan pidió asilo político a Italia, tras llegar la noche del 12 de noviembre al aeropuerto romano de Fiumicino con un pasaporte falso. Las leyes italianas prohíben la extradición a países donde exista pena de muerte, como es el caso de Turquía.
El gobierno italiano "está decidido a buscar la forma que el proceso se realice en un tercer país", pero, si no lo consigue, tomará su decisión "en un cuadro de rigurosa legalidad nacional e internacional", dijo este miércoles el canciller italiano, Lamberto Dini.
Dini reveló a la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados que Italia está en la actualidad estudiando las convenciones sobre terrorismo para ver si existe de parte del gobierno la obligación de someter a juicio al líder del PKK.
El canciller italiano ha golpeado sin cesar las puertas de sus pares de la Unión Europea, y aun las de Rusia, Irán y Libia, en búsqueda de un lugar que quiera hacerse cargo de Ocalan. Todas las gestiones fueron inútiles.
Ocalan sigue, por lo tanto, en arresto domiciliario en una amplia casa con jardín, bajo fuerte vigilancia, en las afueras de Roma, en un pueblo llamado Infernetto (infiernito, en italiano), a la espera que se decida su suerte.
El líder del PKK recibió este miércoles al juez francés Jean- Francois Richard, que lo interrogó durante dos horas sobre sus relaciones con cuatro kurdos arrestados en Francia, quienes afirmaron que el producto de sus extorsiones se destinaba al financiamiento de las actividades del partido separatista.
Ocalan negó conocer a los kurdos detenidos y su relación con el PKK.
Dini manifestó en el parlamento italiano que su gobierno "evaluará el peligro de amenazas terroristas si el proceso se realiza en Italia".
El canciller precisó que, si la Corte de Apelaciones de Roma confirma las graves acusaciones contra Ocalan, para el gobierno existiría la "casi obligación de procesarlo" en territorio italiano.
El ministro italiano había descartado el martes en Bruselas la posibilidad de realizar un proceso internacional o europeo contra Ocalan, posibilidad que Turquía rechaza con determinación.
El canciller de Turquía, Ismail Cem, expresó a Dini que su país no está dispuesto a aceptar de ninguna forma una "internacionalización" de la cuestión kurda como consecuencia de un proceso internacional.
Italia critica a Alemania porque, a pesar de haber acusado a Ocalan de actos de terrorismo, se ha negado a pedir su extradición.
La solicitud de extradición planteada por Turquía ni siquiera fue considerada porque la ley italiana prohíbe la extradición países donde existe la pena de muerte.
El presidente del Comité de los Servicios Secretos de la Cámara de Diputados, Franco Frattini, pronosticó que el proceso contra Ocalan se realizará en Italia y comenzará antes del 22 de diciembre, fecha en la cual debe concluir la detención.
"No me parece que haya tiempo para formar un tribunal europeo" y "no veo terceros países dispuestos a asumir esta responsabilidad con todos los inconvenientes que comporta", dijo Frattini, de Forza Italia, principal fuerza de la oposición de derecha.
Unos 6.000 kurdos procedentes de Alemania, Australia, Estados Unidos y Francia, entre otros países, formaron a mediados de noviembre una muralla humana frente al hospital militar de Roma dondepara impedir la extradición de su líder.
El PKK lucha hace 15 años por la independencia del territorio kurdo en el sudeste de Turquía, donde viven cerca de 12 millones de personas pertenecientes a esta etnia.
El pueblo kurdo, la principal minoría étnica del mundo sin un estado propio, está formado por unos 25 millones de personas que habitan la frontera entre Turquía, Irán, Iraq, Siria y Armenia. Sus orígenes se remontan al año 400 de nuestra era.
Las fuerzas turcas han sido acusadas de violaciones de derechos humanos y la muerte de unas 30.000 personas.
Ocalan llegó a Italia procedente de Moscú, donde se había refugiado a mediados de octubre, tras abandonar Siria, después de que Damasco se comprometió ante Ankara a interrumpir su apoyo político al PKK.
Apenas llegó a Roma, Ocalan fue detenido en respuesta a una orden de arresto internacional emitida por tribunales de justicia de Alemania y Turquía. (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/98