TIMOR ORIENTAL: Gobierno indonesio se acerca a líder encarcelado

Indonesia comienza a reconocer, con lentitud, el papel crucial del encarcelado líder de la resistencia independentista de Timor Oriental, Xanana Gusmao, en la búsqueda de una solución al conflicto.

El Ministerio de Relaciones Exteriores indonesio hizo circular la semana pasada un llamamiento a la juventud de Timor Oriental para que abandonen la violencia, firmado por tres timorenses, uno de ellos Xanana.

El llamamiento, fechado el día 2, era, según el Ministerio, una traducción oficial del original en portugués, donde los firmantes habían constatado con "gran pesar" la "degeneración en la conducta de la juventud timorense".

"Estamos frente a un período crítico y difícil. Las reformas en Indonesia le dan a todos la oportunidad de considerar y discutir los problemas de Timor Oriental y su gente", decía el comunicado.

"Apelamos a la juventud para que abandone las apuestas, la bebida, la falta de respeto hacia el prójimo, la destrucción de las propiedades, y en especial la violencia", agregó el llamamiento.

El comunicado, firmado también por el embajador itinerante de Indonesia para asuntos de Timor Oriental, López da la Cruz, y el gobernador designado por Yakarta, Abilio José Soares, fue recibido con escepticismo. Muchos ponen en duda su autenticidad y el hecho de que Xanana lo haya firmado en realidad.

Un informante perteneciente a la resistencia timorense en Yakarta y cercano al líder encarcelado confirmó que éste había firmado el llamamiento, a pesar de que no estaba totalmente de acuerdo con su redacción, realizada por el gobierno indonesio.

"Pero Xanana concuerda con la 'esencia" del llamamiento, que básicamente insta a la juventud timorense a abandonar la violencia y concentrarse en el proceso de paz", aclaró la fuente.

Xanana, arrestado en 1992 y sentenciado a 20 años de prisión por rebelión, preside el Consejo Nacional de la Resistencia de Timor Oriental y es el comandante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Timor Oriental (Falintil), brazo armado del movimiento independentista.

Los diplomáticos advirtieron que es poco frecuente que el gobierno indonesio apele al nombre de Xanana, mientras cada vez más voces se alzan en el concierto internacional reclamando la liberación del líder para garantizar su participación en las conversaciones por el destino de Timor Oriental.

Timor Oriental fue invadido por Indonesia el 7 de diciembre de 1975, nueve días después de haber declarado su independencia de Portugal, y anexado por Yakarta en 1976.

La Organización de las Naciones Unidas se negó a reconocer la anexión y medió en las conversaciones entre Indonesia y Portugal, la antigua metrópoli del territorio, que ahora apoya su autodeterminación.

Organizaciones de derechos humanos coinciden en que un tercio de la población de Timor Oriental, de unos 700.000 en el momento de la invasión, murieron en el primer año de ocupación a manos de fuerzas indonesias o por el hambre y las enfermedades.

La atención internacional ignoró la lucha del pueblo timorense hasta noviembre de 1991, cuando tropas indonesias abrieron fuego en un cortejo funeral en Dili, capital del territorio, matando a unas 200 personas.

La resistencia timorense recibió un nuevo impulso en 1996, cuando el obispo católico de Dili, Carlos Ximenes Belo, y el líder del independentismo en el exilio, José Ramos-Horta, recibieron el Premio Nobel de la Paz.

La situación en Indonesia también influyó en la resistencia timorense. Tras la renuncia en mayo del dictador Alí Suharto, el nuevo presidente Bacharuddin Jusuf Habibie prometió la autonomía para Timor Oriental. Luego, se difundió el llamamiento

Esta es la primera vez que los indonesios pidieron a Xanana que apoye el llamamiento.

En agosto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó a Indonesia a liberar a Xanana "cuanto antes" para permitirle desempeñar un papel activo en el debate sobre el futuro del territorio.

"El tiene un papel que desempeñar e incluso ahora se le puede pedir su opinión acerca de las conversaciones", afirmó, en referencia a las promesas indonesias de permitir un mayor acceso al guerrillero encarcelado luego de que la renuncia de Suharto.

A principios de diciembre, el gobierno indonesio manifestó su esperanza de llegar a un acuerdo con Portugal en marzo, bajo el auspicio de la ONU.

Yakarta y Lisboa comenzaron las conversaciones en agosto, a instancias de Habibie, para otorgar una mayor autonomía a Timor Oriental. Ambos países esperaban alcanzar un acuerdo para fin de año, pero las negociaciones terminaron el mes pasado sin éxito y comenzarán nuevamente a comienzos de febrero.

Pero a medida que continúan las conversaciones auspiciadas por la ONU, varios dirigentes timorenses manifiestan su inclinación por un referéndum sobre la autodeterminación y afirman que la autonomía, que mantendría la anexión a Indonesia, no constituye una respuesta al sangriento conflicto.

El ministro de Relaciones Exteriores de Indonesia, Alí Alatas, descartó la posibilidad de un referéndum y agregó que Xanana podría ser liberado, pero sólo como parte de un acuerdo internacionalmente aceptable.

"En el marco de una solución final, Xanana Gusmao podría ser liberado, y el gobierno podría dictar una amnistía a todos aquellos que ahora están en la jungla", expresó Alatas en referencia a las Falintil.

Pero Ramos-Horta sostuvo que Indonesia actuaba de mala fe.

"La negativa a liberar a Xanana Gusmao hasta que se llegue a la llamada solución final es sin duda una señal de mala fe. E Indonesia deberá trabajar muy duro para probar su buena fe a un pueblo al que ha maltratado ininterrumpidamente durante más de dos décadas", expresó Ramos-Horta.

Afirmó que la oferta de Habibie de "lograr un status especial con una mayor autonomía" era un buen comienzo, pero que no funcionaría si dependía de la exigencia de Yakarta de que la comunidad internacional acepte la anexión "ilegal y salvaje".

"Yakarta no puede pretender que los timorenses se olviden simplemente de 23 años de asesinatos, matanzas masivas, violaciones, torturas, saqueos, confiscación de tierras y corrupción", agregó.

El líder timorense acaparó los titulares de la prensa internacional en julio de 1997, cuando fue invitado a cenar por el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, cuando efectuaba una visita oficial en Yarkarta.

"Alí Alatas debería abandonar la pretensión de obtener soberanía de estado absoluta" sobre Timor Oriental, manifestó Gerry van Klinken, editor de la revista Inside Indonesia.

"Debería liberar a Xanana y permitirle desempeñar un papel aun más crucial. Ello ayudaría a convencer a los habitantes de Timor Oriental de que este proceso de autonomía es realmente para ellos", agregó. (FIN/IPS/tra-en/si/ral/mv/mj/ip hd/98

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