TAILANDIA: Los Juegos Asiáticos disiparon el clima de crisis

Tailandia, la "Tierra de las Sonrisas" de la publicidad turística, tiene motivos para sonreír después de ser la sede de los XIII Juegos Asiáticos, que finalizaron el domingo.

Se dudaba que Tailandia, que atraviesa la peor crisis económica en 50 años, pudiera desempeñarse exitosamente como anfitrión de ese acontecimiento deportivo, uno de los más importantes del mundo.

Pero todas las dudas se disiparon cuando los Juegos se pusieron en marcha, el 6 de este mes. La ceremonia de clausura se cumplió en el Estado Nacional Rajamangala, de la capital, que tiene capacidad para 70.000 personas.

El Comité Olímpico de Asia estuvo a punto, hace algo más de un año, de cambiar la sede de los Juegos, ante el temor de que los tailandeses no pudieran terminar las instalaciones antes de la fecha de apertura.

La situación no era alentadora en vísperas las semanas antes de la inauguración, debido al retraso en la construcción de carreteras y de centros deportivos, a la lenta venta de entradas y a que varios equipos se retiraron de las competencias.

Al comenzar la cuenta regresiva, en noviembre, había un clima de pesimismo general, que luego, al comenzar las competencias, se tranformó casi en euforia.

Los Juegos no sólo transcurrieron sin dificultades, sino que los deportistas tailandeses se pusieron a la altura de las circunstancias y lograron la mayor cantidad de medallas de oro de este país en la historia de los Juegos Asiáticos, superando en más del doble sus propias expectativas.

Tailandia ganó 24 medallas de oro, 26 de plata y 40 de bronce, sumando un total de 90 medallas que la ubicaron en el cuarto lugar, detrás de las tradicionales potencias deportivas asiáticas: China, Japón y Corea del Sur.

El apoyo del público local fue excepcional, y las victorias de Tailandia fueron una forma de olvidar por un rato la crisis económica que el país soporta desde julio de 1997.

Todo el país celebró la semana pasada cuando la selección tailandesa de fútbol, con nueve jugadores, venció en los cuartos de final a Corea del Sur, participante en los últimos cuatro Campeonatos Mundiales.

Una multitud de 70.000 entusiasmados espectadores asistió a la semifinal ante Kuwait dos días después. Al día siguiente, más de 20.000 aficionados llenaron el estadio cerrado para animar a sus héroes del boxeo, que ganaron cinco medallas de oro para Tailandia.

Ahora, los tailandeses hablan de postularse como sede de los Juegos Olímpicos en un futuro cercano.

"El desempeño de los atletas tailandeses fue satisfactorio y Tailandia puede tener oportunidad de organizar los Juegos Olímpicos", dijo Jurin Lakasanawisit, presidente del Comité Organizador de los Juegos Asiáticos de Bangkok (BAGOC, por sus siglas en inglés).

Jurin destacó que otros países vieron el gran potencial de Tailandia para ser sede de competencias internacionales.

El presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, que asistió a la inauguración de los XIII Juegos Asiáticos, elogió las instalaciones de Bangkok y describió la ceremonia de apertura como "una de las mejores que he visto en mi vida, plena de arte y buen gusto".

"La organmización, las instalaciones y la capacidad demostrada por los atletas tailandeses fueron de alto nivel, superior al de los XII Juegos Asiáticos, de Hiroshima", afirmó Teruji Kogake, presidente de la delegación japonesa.

La crisis económica tuvo impacto en los preparativos para los juegos de Bangkok. "Se recortaron muchos gastos previstos en el presupuesto" original, observó el general Lertrat Ratanavanich, vicepresidente de la Asociación Asiática de Atletas Aficionados, y portavoz del comité organizador.

Tailandia ganó el derecho a organizar los Juegos Asiáticos hace ocho años, un momento en que la economía florecía. Los organizadores esperaban obtener grandes ganancias de los patrocinadores, ingresos publicitarios y contratos con la televisión.

"Tuvimos que ceder en las negociaciones, inclusive en la venta de publicidad en la televisión tailandesa. La crisis económica afectó la venta de derechos televisivos en Asia", explicó Lertrat.

Los planes para construir un tren que uniera las instalaciones deportivas de toda la ciudad fueron descartados y se terminó justo a tiempo una autopista desde el centro de la capital hasta los estadios en el área norte de la ciudad. Finalmente, se habilitó un servicio de ómnibus gratuito para enlazar las instalaciones.

El gobierno gastó 200 millones de dólares en las instalaciones y un promotor privado construyó algunas de las instalaciones deportivas.

Los visitantes como el fotógrafo indio Sadhu Bikash, quien cubrió los Juegos Asiáticos en Nueva Delhi, Beijing e Hiroshima, elogiaron a los tailandeses. "La gente es muy buena. La hospitalidad es perfecta, todos aquí tratan de ayudar", dijo.

Ahora Tailandia espera que la buena impresión de los visitantes implique el florecimiento de la industria turística, especialmente cuando las economías asiáticas comiencen a recuperarse.

"La exitosa realización de los juegos y los positivos comentarios de Samaranch sobre la ceremonia de apertura ayudaron a dar a conocer a Tailandia. Esperamos recibir más visitantes en el futuro", declaró Pitak Intrawityanaut, presidente de la oficina estatal de turismo.

En enero, se celebrarán en Bangkok los Juegos Asiáticos para Discapacitados, y en el 2003, la ciudad será sede del World Scout Jamboree (Encuentro Mundial de Boy-Scouts), en el que participarán más de 40.000 jóvenes.

Independientemente de los ingresos monetarios, muchos creen que la influencia de los Juegos Asiáticos en el ánimo de los tailandeses, abrumados por los problemas económicos, es una ganancia igualmente importante.

"Los Juegos Asiáticos ayudaron a liberar la tensión que sienten los tailandeses a causa de la crisis económica", observó Yaowarat Janchorn, del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública.

Thanu Chatanondh, un psiquiatra que estudia los aspectos psicológicos de los juegos señala que irónicamente, la crisis económica regional ayudó a que los Juegos Asiáticos de Bangkok fueran los más amistosos en la historia.

"Creó una actitud positiva entre los atletas, que tal vez sea la razón por la cual no hay mucha controversia", dijo y agregó que

"La agresividad que los atletas muestran a veces hacia los funcionarios y entre ellos fue menos intensa en esta ocasión, porque ellos comprendieron que hay problemas más importantes en Asia", comentó el psiquiatra. (FIN/IPS/tra-en/ks/js/at-ff/cr/98

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