Una semana negativa en la mayoría de las bolsas del mundo, aunque sin grandes sustos, terminó aun peor en los mercados de Brasil, afectados parcialmente por el aumento de la salida de capitales.
Más de 500 millones de dólares fueron retirados de Brasil este viernes, haciendo recordar los peores momentos de septiembre, cuando la moratoria de deudas declarada por Rusia hizo temer a los inversionistas por sus capitales en este país.
Son pérdidas inesperadas, ya que en los días anteriores a diciembre el promedio de salida era de 65 millones de dólares. El miércoles se registró incluso un flujo positivo de 210 millones, traídos por dos bancos extranjeros con presencia en el país.
Pero la sorpresa negativa tiene su impacto limitado por la aprobación, incluso en el Senado brasileño, de la primera partida de los créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los países industrializados.
Con la conclusión de esos trámites legales, Brasil ya tiene a su disposición más de 9.000 millones de dólares que le permitirán recomponer parte de las reservas cambiarias perdidas desde agosto, más de 30.000 millones de dólares.
Esas noticias no evitaron que los negocios en la Bolsa de Sao Paulo estuvieran esta semana en su más bajo nivel de los últimos meses, menos de 300 millones de dólares por día. El índice bursátil de Sao Paulo cayó 4,45 por ciento este viernes, con un total negociado equivalente a 242 millones de dólares.
Con eso, la Bolsa paulista acumuló una pérdida de 5,65 por ciento en la semana y de 16,64 por ciento en este mes, anulando buena parte de la recuperación de 22,5 por ciento lograda en noviembre.
La Bolsa de Río de Janeiro registró una baja de 4,57 por ciento esta semana, pero se trata de un mercado de relativa importancia. Normalmente, sus operaciones son 30 veces menores que las de Sao Paulo.
A excepción del lunes, todos los días fueron de caída en las bolsas brasileñas.
Una situación similar vivieron en la semana las bolsas latinoamericanas, con la excepción del mercado de Caracas, que fue fuertemente impulsado el martes (22 por ciento) y el miércoles (19 por ciento) por las garantías para los inversores que prometió el presidente electo Hugo Chávez.
Pero incluso el índice IBC de Caracas tuvo este viernes una profunda caída, de 10,24 por ciento, debido a la toma de ganancias de los operadores.
Bajas utilidades de grandes empresas transnacionales, como Coca- Cola y Ericsson, y perspectivas nada alentadoras afectaron las bolsas en Europa y Estados Unidos, con reflejos en América Latina.
Pero hechos internos pasaron a tener influencia en el mercado accionario, tras por lo menos tres meses en que las tendencias eran determinadas por algunos centros, especialmente Brasil en el caso latinoamericano.
Venezuela vivió días de optimismo producido por el resultado electoral y por declaraciones de Chávez, un teniente coronel retirado que encabezó un intento de golpe de Estado en 1992, que fueron bien recibidas por los operadores,
En México, la bolsa tuvo un alza de 0,7 por ciento el miércoles, en respuesta a la divulgación de la inflación de noviembre, acogida como factor positivo por el mercado.
En Brasil, la votación de medidas del ajuste fiscal tuvieron alguna influencia. El temor de nuevos fracasos del gobierno conspiró contra las bolsas. La aprobación el miércoles del cobro de la contribución previsional de entidades filantrópicas, antes exentas, evitó una mayor caída.
Pero en general fue una semana floja en las bolsas, con pequeñas bajas. Buenos Aires y Santiago de Chile acumularon caídas limitadas, ante problemas internos y la debilidad del mercado tanto en Sao Paulo como en Nueva York.
Eso indica, por lo menos, alguna normalidad en comparación con los meses anteriores, en que todas las bolsas reaccionaban a un solo estímulo, en general negativo, sea de capitales asiáticas, de Moscú o de Sao Paulo. (FIN/IPS/mo/mj/if/98