El llamado de organizaciones sociales de Panamá a desacatar un decreto que transfiere los feriados oficiales a los lunes para fomentar el turismo interno, constituye el primer llamado a la desobediencia civil en este país desde la caída del general Manuel Noriega en 1989.
El Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato) pidió a sus 200.000 afiliados que no acudan a sus lugares de trabajo el 8 de este mes, día de las madres, en repudio a un decreto gubernamental que pasó ese feriado al lunes 7.
Un decreto promulgado en julio de 1997 por el Consejo de Ministros decidió transferir para los lunes los feriados no laborables nacionales con el fin crear fines de semana largos que propicien el turismo interno.
El director del estatal Instituto Panameño de Turismo (Ipat), César Trivaldos, informó que gracias a esta medida en este año los operadores de turismo, transportistas y comerciantes han obtenido ingresos adicionales por más de 30 millones de dólares.
El decreto exceptuó el 3 de noviembre, día de la independencia, el 25 de diciembre y el 1 de enero.
Pero existen otros, como el 10 y el 28 de noviembre, "Grito de Los Santos" y fecha de la independencia de Panamá de España, respectivamente, que no deben cambiarse, según los sindicatos y grupos de la sociedad civil.
Lo mismo reclaman para el día de los "Mártires de Enero", en honor a los 22 panameños asesinados por soldados estadounidenses el 9 de enero de 1964 durante una protesta estudiantil, el día de las madres y de la Inmaculada Concepción.
"Solicitamos al pueblo y a los trabajadores desafiar a las autoridades y no asistir a laborar ni en el gobierno ni la empresa privada para defender el día de la Inmaculada Concepción (día de las madres)", indicó una resolución del Conato leída por su coordinador general, Augusto Castillo.
El sindicalista afirmó que el decreto y otras medidas adoptadas por el gobierno en el marco del plan de "modernización" de la economía iniciado a fines de 1994, ocurrieron porque el movimiento sindical se encontraba dividido.
"No se puede negar que tiempo atrás hubo fricciones dentro de Conato. No obstante, en este momento existe mucha madurez, se han superado muchas situaciones conflictivas y, a diferencia de años anteriores, hay unidad de criterios debido a la difícil situación social y económica que atraviesa el país", afirmó Castillo.
La protesta sindical también es en rechazo a la privatización del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) propuesta por el presidente Ernesto Pérez Balladares.
El arzobispo José Dimas Cedeño se pronunció contra el cambio de fecha del día de las madres y pidió a los católicos que "cumplan con su deber" de ir a misa el 8 de diciembre, aunque sea un día laborable.
Tras dar su apoyo a una iniciativa del diputado Juan Manuel Peralta para que el parlamento derogue el polémico decreto, Cedeño exhortó a los fieles a "manifestarse y apoyar la solicitud que también hará la Iglesia Católica para que se modifique ese decreto".
A fines de noviembre, un numeroso grupo de laicos católicos realizaron una manifestación silenciosa hasta la sede del parlamento para protestar contra el decreto.
El decreto "trastoca fechas que recuerdan acontecimientos que dicen de nuestra identidad como pueblo y mantienen vivo el ejemplo de hombres y mujeres que ayudaron a forjar nuestra historia", dice una proclama distribuida durante la protesta.
Ese grupo convocó a una nueva marcha silenciosa para el día 3, que coincidirá con otra marcha de protesta convocada por Conato y el Movimiento de Defensa de la Soberanía.
El 28 de noviembre, varios centenares de residentes de la Ciudad de Los Santos, donde el 10 de noviembre de 1821 se dio inicio a la lucha por la independencia de España, marchazon por las calles del poblado vestidos de luto.
Milciades Pinzón, del "Comité 10 de Noviembre", dijo que "el pueblo ha querido manifestar con vestido negro y cintillo que está de luto porque se intenta pasar sobre su querer, su cultura y su visión del mundo bajo el pretexto de la globalización económica".
Varios colegios privados del país también decidieron impartir clases el día 7 y cerrar el 8 en solidaridad con la exhortación de la Iglesia Católica.
Sin embargo, la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá pidió al Conato y a los otros grupos de la sociedad civil que depongan su actitud y acaten el decreto gubernamental.
El gobierno no ha emitido un pronunciamiento sobre el llamado a la desobediencia civil planteada por Conato y los otros grupos de la sociedad civil, el primero de ese tipo ocurrido en cuatro años de gestión de Pérez Balladares.
La desobediencia civil fue una de las armas fundamentales usadas por la oposición panameña durante el régimen de Noriega, depuesto por la cruenta invasión de Estados Unidos el 20 de diciembre de 1989. (FIN/IPS/sh/ag/ip/98