El gobierno de Panamá presentó un ambicioso plan de desarrollo urbano para mejorar la calidad de vida de los 1,1 millones de habitantes de la región metropolitana, que concluirá en el año 2020 y costará 9.077 millones de dólares.
La directora de desarrollo urbano del Ministerio de Vivienda, Irna de León, dijo a IPS que la parte fundamental del plan está orientada a ordenar el crecimiento urbano y a crear infraestructuras para "mejorar la calidad de vida de la gente".
En ese sentido, uno de los aspectos importantes del programa "es el diálogo con la población a través de sus sindicatos y organizaciones cívicas para que entiendan la necesidad de sumarse al mismo como un aporte a la vida comunitaria", añadió.
La funcionaria subrayó que "durante muchos años la región metropolitana (que comprende la capital y la caribeña ciudad de Colón) ha crecido de manera espontánea" y ahora se está proponiendo "una forma ordenada de urbanismo con miras al próximo milenio".
En los últimos años, la región metropolitana se ha visto afectada por el congestionamiento diario de vehículos -debido a su ineficiente red vial-, contaminación por monóxido de carbono, ruido, inundaciones, acumulación de basura y olores fétidos procedentes de la contaminada bahía de la capital.
A ello se le suma la existencia de unas 100.000 viviendas que no reúnen las condiciones para ser habitadas, lo cual constituye casi una quinta parte de las 490.000 casas de habitación existentes en todo el país, según informó a IPS el arquitecto Luis Bustos, del Ministerio de Vivienda.
El ministro de Vivienda, Gerardo Solís, dijo en la presentación del programa, a principios de este mes, que los habitantes de la región metropolitana han "vivido hasta ahora apiñados en un espacio que equivale a 4,2 por ciento del territorio del país", pero esa situación cambiará a corto plazo.
El plan de desarrollo urbano tiene como meta el 2020, "pero eso no quiere decir que llegamos hasta allí solamente", aclaró Solís.
Desde 1970 se duplicó la cantidad de personas radicadas en la región metropolitana y se prevé que dentro de 21 años pase de los actuales 1.155.000 habitantes a más de 2.400.000.
De hecho, según Solís, ya hay componentes del plan que se están ejecutando, como es el caso de los corredores urbanos Norte y Sur, que se construyen en la capital, los cuales buscan resolver el actual congestionamiento de tránsito.
Los corredores, construidos por una concesión administrativa por las compañías méxicanas Proyectos y Construcciones e Ingenieros Constructores Asociados, tienen un costo de 124 millones y 227 millones de dólares, respectivamente, y van a ser financiados mediante el cobro de peaje.
De acuerdo con un cronograma de inversión elaborado por una firma consultora de Estados Unidos, antes del 2000 el plan de desarrollo urbano debe impulsar la construicción de infraestructuras por un monto de 2.021 millones de dólares.
Entre el 2001 y el 2005, el monto a invertir es de 1.830,8 millones de dólares, y entre el 2006 y el 2020, 5.225.3 millones de dólares. En lo fundamental, estas inversiones deberán ser cubiertas por inversionistas privados, según Solís.
Las áreas hacia donde se van a canalizar las inversiones son agua potable, alcantarillado, deposición y tratamiento de desechos sólidos, drenaje pluvial, electricidad, telecomunicaciones, construcción de calles y carreteras, transporte público y equipamiento comunitario.
De todas estas, el sector eléctrico es el que va a recibir la mayor parte de la inversión, con 2.849,5 millones de dólares, seguido por el equipamiento comunitario (hospitales, escuelas y recreación) con 2.341,5 millones, y vías de comunicación con 904,9 millones de dólares.
Además de las obras de infraestructura previstas, el sector privado conjuntamente con el Estado debe acometer un programa de construcción de viviendas de mediano y bajo costo para dotar de casa a las 100.000 familias que carecen de habitación adecuada.
El plan también contempla un riguroso programa de conservación de la cuenca hidrográfica del canal de Panamá, la cual abastece de agua dulce al canal interoceánico y de agua potable a la población de la región metropolitana.
El arquitecto Carlos Alvarado, del Ministerio de Vivienda, indicó que el plan de desarrollo urbano "va a limitar el crecimiento de la capital hasta los límites de la cuenca hidrográfica del canal para asegurar su funcionamiento". (FIN/IPS/sh/ag/dv/98