La asistencia humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a la población de unos 14 países en conflicto demandará el año venidero recursos financieros por 1.300 millones de dólares.
Esa suma, equivalente a lo que el mundo destina en medio día a gastos militares, permitirá que la ONU proteja en 1999 a unos 25 millones de personas de amenazadas de muerte por inanición o por enfermedades.
En un llamado a los países donantes para que contribuyan a reunir esos fondos, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Sergio Vieira de Mello, recordó que el aporte ayudará a reconstruir la vida de millones de personas que sufren "el flagelo de la guerra".
De Mello y representantes de las agencias del sistema internacional iniciaron este miércoles en Ginebra una serie de reuniones con delegados de los países tradicionalmente donantes de recursos para este tipo de proyectos.
Por primera vez, las agencias internacionales presentaron en un documento único y conjunto el pedido de contribuciones financieras para atender las emergencias relacionadas con situaciones de conflicto.
En lugar de competir por los fondos, las agencias humanitarias actuaron con sentido crítico y realista a la hora de presentar sus solicitudes, dijo De Mello.
Varios delegados de los países donantes comentaron favorablemente la presentación conjunta y aseguraron que el nuevo sistema "los alentará a aumentar en 1999 sus aportes".
El monto solicitado para 1999 presenta una reducción significativa con relación al pedido del año anterior, que fue de 2.200 millones de dólares.
La contracción de las cifras refleja el éxito de los esfuerzos de las diferentes agencias de la ONU por coordinar y racionalizar las necesidades sectoriales, observó De Mello en rueda de prensa.
En la elaboración del pedido de fondos intervinieron también otras instituciones humanitarias que no pertenecen al sistema de la ONU, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Movimiento de la Cruz Roja y las organizaciones no gubernamentales.
El llamado de la ONU está dirigido a cubrir las necesidades humanitarias de Afganistán, Angola, Burundi, la República Democrática del Congo, Corea del Norte, la ex Yugoslavia y Albania, Guinea-Bissau, Sierra Leona, Somalia, Tajikistán, Tanzania, Uganda y la Región de los Grandes Lagos de Africa.
El plan cubre también a Sudán, pero la preparación del pliego descriptivo de las necesidades de ese país africano se encuentra demorada, precisó De Mello.
Las solicitudes de fondos tienen por objetivo únicamente la asistencia a países en conflicto militar o que salen de esa situación crítica.
No incluyen los desastres naturales, que constituyen una categoría de crisis diferente, especificó De Mello, responsable en la ONU del área de ayuda para emergencias.
Los recursos se dirigen principalmente a atender a las mujeres y los niños, que conforman la mayoría de las víctimas de los conflictos.
Los programas de las agencias humanitarias contemplan la protección de esos sectores ante la amenaza de inseguridad y se extienden también a los grupos de desplazados internos.
Todos los países elegidos agraviesan por prolongadas situaciones de guerra interna o acaban de hundirse nuevamente en esos conflictos, como es el caso de Angola, donde el clima político se deterioró gravemente en los últimos días. (FIN/IPS/pc/ff/dv/98
