El conflicto entre el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, y su ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim, en la cárcel y sometido a juicio por sodomía y corrupción, se torna cada vez más complicado.
Mientras se supo que el gobierno mantiene negociaciones con seguidores de Anwar, uno de los abogados del ex viceprimer ministro fue condenado a tres meses de cárcel el lunes por desacato a la corte, luego de que acusó a la fiscalía de fabricar pruebas contra su cliente.
La defensa de Anwar sostiene que las pruebas en su contra fueron inventadas, argumento que rechaza el juez Augustine Paul.
Un funcionario de la Organización Nacional de Malasios Unidos (ONMU), el partido de Mahathir que domina la gobernante coalición Barisan Nasional, confirmó que se mantuvieron contactos entre disidentes del partido opuestos a la destitución de Anwar que exigen la renuncia de Mahathir.
Mahathir, de 73 años y en el poder desde hace 17, depuso a Anwar, de 51 años, el 2 de septiembre porque, sostuvo, el hombre que había preparado para sucederlo no era moralmente apto para convertirse en primer ministro. Anwar luego fue detenido.
Además del juicio actual por sodomía y corrupción, la fiscalía también investiga cargos de adulterio y otros "delitos sexuales" contra Anwar.
Desde que Anwar fue detenido, se realizaron manifestaciones callejeras en Kuala Lumpur contra la medida. Estas avergonzaron a Mahathir cuando en la capital se celebraron los Juegos de la Comunidad Británica y la cumbre del foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico.
Pero el fin de semana pasado no hubo protestas, y sólo una pequeña multitud marchó por las calles luego de rezar en una mezquita suburbana el viernes.
Fuentes de ONMU explicaron que esto se debe a que los líderes de las manifestaciones están negociando con funcionarios del partido para arreglar sus diferencias. La novedad tuvo lugar luego de que Mahathir hizo declaraciones que se consideran conciliatorias.
En declaraciones dirigidas a los partidarios de Anwar, Mahathir los instó a formar un partido político y combatir al ONMU en elecciones generales que se celebrarán a principios del 2000.
"Mahathir está dispuesto a escuchar a sus detractores y no sólo reconoce el apoyo del que goza Anwar en ONMU sino el grado de insatisfacción en el partido sobre la forma que manejó el asunto", aseguró una fuente cercana al Consejo Supremo del partido.
A los analistas les sorprende la caótica situación que se produjo tras la destitución de Anwar. "Mahathir siempre se aseguró de tener el control frente a cualquier disputa política", dijo la fuente.
En 1995, Anwar dijo a corresponsales extranjeros que no pensaba enfrentarse al primer ministro porque "Mahathir es un estratega magistral. Su mente siempre está 10 pasos adelantada. Nunca se le puede ganar".
Pero los analistas señalan que los acontecimientos tras la destitución de Anwar indican que las cosas no salieron como lo esperaba Mahathir.
La policía no había conseguido las pruebas necesarias para acusar a Anwar ante el tribunal cuando lo detuvo.
Aunque Mahathir señaló que el ex viceprimer ministro sería detenido inmediatamente, la policía se tomó 10 días para actuar y cuando lo hizo, fue bajo la Ley de Seguridad Interna -que permite la detención sin juicio- luego de una manifestación encabezada por Anwar.
Recién una semana después Anwar fue llevado ante la corte, y entonces surgió otro factor imprevisto por Mahathir: Anwar apareció con un ojo negro y moretones que habría sufrido mientras estaba detenido.
Su estado generó protestas de gobiernos extranjeros preocupados por la forma en que se depuso a Anwar. El abuso policial no es poco común, pero que se empleara contra Anwar provocó inquietud entre partidarios y detractores de Mahathir.
El juicio de Anwar, ahora en su cuarta semana, mostró que la policía extrajo información de los detenidos sin confirmar su veracidad.
Un juicio paralelo se celebra por posesión ilegal de balas contra Nallakaruppan Solaimalai, uno de los compañeros de tenis de Anwar acusado por la Ley de Seguridad Interna, que castiga ese delito con la pena de muerte.
El abogado de Nallakaruppan denunció que los fiscales del juicio de Anwar ofrecieron a su cliente una sentencia de cárcel si él testifica contra Anwar por "delitos sexuales" con cinco mujeres.
Los abogados de Anwar solicitaron la remoción de los fiscales, pero el juez Paul decidió que la declaración de la defensa de Nallakaruppan no suponía una acusación directa y acusó de desacato a uno de los representantes de Anwar, condenándolo a tres meses de cárcel.
Paul también ordenó la detención de uno de los abogados de la defensa de Nallakaruppan. Una corte de apelaciones liberó al defensor de Anwar, mientras se revisa el asunto.
Fuentes de ONMU aseguraron que los dirigentes del partido están "desconformes" con el rumbo que tomó el juicio de Anwar y algunos se cuestionan que se lo haya procesado en primer lugar. (FIN/IPS/tra-en/svs/js/aq/ip/98