LAOS: Militares son la principal fuerza económica del país

Los militares se convirtieron en la principal fuerza económica nacional del comunista Laos para compensar el cese de la ayuda del disuelto bloque soviético, y sus empresas reciben críticas por falta de transparencia y por mal manejo ambiental.

Desde el colapso de la antigua Unión Soviética, los militares laosianos se convirtieron en los actores económicos nativos más vigorosos del país, en algunos casos unidos a compañías extranjeras, y constituyen la principal fuente de ingresos del gobierno.

La Corporación para el Desarrollo de las Areas Montañosas (CDAM), una de las compañías creada por el gobierno y gestionada por los militares, tiene intereses en minería, importación de automóviles, industrias y compañías navieras, y dirige un equipo que brinda servicios de seguridad a las compañías extranjeras.

Su principal actividad, sin embargo, es la explotación forestal. En un esfuerzo por controlar el sector, el gobierno revocó en 1994 todos los permisos otorgados a compañías extranjeras y los transfirió a los militares.

El Ejército Popular de Laos (EPL) nació a comienzos de los años 50 durante la primera guerra de Indochina, cuando la generación pionera de nacionalistas laosianos formaron una alianza con el Viet Minh, las fuerzas de resistencia de Vietnam al mando de Ho Chi Minh.

Los líderes de esa generación, incluso el anterior presidente Kaysone Phomihane, desarrollaron fuertes vínculos con los comunistas de Vietnam y sus aliados en China y la antigua Unión Soviética.

El EPL obtuvo un apoyo considerable de Hanoi y Moscú hasta mediados de los años 80. A partir de entonces, ese apoyo comenzó a caer debido a la crisis económica del bloque soviético.

A mediados de los 80 se retiraron las numerosas tropas vietnamitas establecidas en Laos desde 1975. Los consejeros militares soviéticos partieron al mismo tiempo que se suspendió la ayuda, en 1992.

Para enfrentar la situación, el EPL se vio obligado a realizar dramáticos recortes de gastos. Sus efectivos se redujeron de 55.000 en 1991 a 37.000 en 1994.

Así, el EPL carecía de recursos para la compra de armas y para el mantenimiento de sus obsoletos equipos. Comenzaron los atrasos en los pagos a los oficiales, que tuvieron que cultivar sus propios alimentos en medio del desánimo generalizado.

El ministro de Defensa, Choummaly Sayasono, aludió al "pesimismo" imperante en filas militares, y subrayó la necesidad de forjar una base económica sólida para mejorar las condiciones de vida de los soldados.

El EPL estuvo muy ligado, por su origen guerrillero, a la agricultura y la explotación forestal en las áreas rurales donde se concentra casi 80 por ciento de los casi cinco millones de habitantes de Laos. La crisis presupuestal hizo que el ejército volviera su mirada a la explotación agrícola.

"Lo mismo sucede con los militares de Vietnam, Camboya y China, donde las reformas de libre mercado estuvieron acompañadas por un gran impulso para obtener beneficios", explicó un analista militar de Bangkok.

"Los militares de estos países siempre tuvieron sus propios intereses comerciales, así que cambiar la dirección de esos intereses hacia áreas económicas redituables y que desarrollen nuevos negocios no parece un cambio tan grande", observó el experto.

La transformación del ejército en el agente económico más poderoso de Laos introduce otros puntos en la agenda del gobernante y comunista Partido Popular Revolucionario de Laos (PPRL), que pretende fortalecer el sector público, parte del cual fue privatizado a comienzos de los años 80.

La fuerza económica de los militares de Laos, uno de los países más pobres de Asia, también denota el interés del gobierno de forjar una política económica que contrarreste la influencia de sus vecinos más poderosos y de Occidente.

"El poder militar también refleja la debilidad de la economía. La organización militar es una de las pocas que tiene la infraestructura o las aptitudes básicas para ocuparse de las actividades comerciales importantes", indicó el analista.

Las empresas militares recibieron el derecho exclusivo de supervisión de la explotación maderera, y lo extendieron hasta cubrir todos los aspectos del negocio, tanto el talado como el procesamiento y la comercialización.

Diez años atrás, Lak Sao, donde se ubica la sede de la CDAM, era un ruinoso pueblo ubicado en la frontera con Vietnam. Hoy es una las localidades más prósperas del país, orgullosa de contar con electricidad todo el día, un moderno hospital, un aeropuerto y con calles llenas de automóviles Toyota Land Cruiser.

El rápido crecimiento económico de Lak Sao procede casi exclusivamente de la explotación de los últimos bosques de cipreses y pinos que persisten en Asia, y que ocupan la cuarta parte de la superficie de la cercana meseta de Nakai.

La CDAM explota la meseta desde mediados de los 80, pero incrementó su actividad en 1993, cuando el gobierno le otorgó vía libre para explotar la reserva de 450 kilómetros cuadrados de la represa de Nam Theun.

La CDAM se unió a empresas de China, Estados Unidos, Hong Kong, Japón, Rusia, Taiwan y Vietnam. También posee intereses en al menos cinco aserraderos y en la mayor fábrica de madera compensada del país.

La empresa proyecta reforestar las áreas explotadas con especies madereras comerciales.

El director general de la CDAM, general retirado Cheng Sayavong, dijo a un periodista extanjero que "la gente debe entender que se trata de desarrollo económico".

"Estamos reforestando y en el futuro sólo cortaremos árboles nuevos. Además, fabricaremos muchas más cosas, queremos diversificarnos y erigir nuevas industrias para nuestra población", señaló Sayavong.

Además de haber devastado una de las principales áreas forestales, las actividades de la CDAM ponen de manifiesto la falta de responsabilidad financiera de los militares, que no suelen hacer públicos sus ingresos y casi no permiten supervisión civil.

Así, nadie sabe cuánta madera extrajo la CDAM de la meseta de Nakai ni cuál fue el destino de los dividendos.

Grupos ambientales occidentales sugirieron que los beneficios de la CDMA por la explotación forestal del área de reserva de Nam Theun acelerarán la destrucción de los bosques.

El Fondo Monetario Internacional denunció que sólo una parte de las ganancias obtenidas por la empresa militar es vertida al Tesoro. (FIN/IPS/awn/js/ceb/nc/mj/ip dv if/98

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