La comunidad judía de Jamaica es pequeña y unida. Esto y su gran influencia en la economía del país es todo lo que se sabía hasta la publicación de una investigación sobre su historia.
"Los judíos de Jamaica", editado en Israel hace cuatro años y ahora en este país caribeño, es el resultado de la colaboración entre el inglés Richard Barnett y Phillip Wright, y se propone echar nueva luz sobre la influencia de la colectividad judía en la isla.
Ni Barnett ni Wright llegaron a ver publicado el trabajo hecho en conjunto hace más de 20 años. "Los judíos de Jamaica" nunca tuvo una distribución masiva, pero captó la atención de un centro de investigación de Israel que publicó el trabajo y lo distribuyó en las comunidades judías del mundo.
Wright es genealogista. Estableció las bases para el libro cuando se dedicó a fotografiar las lápidas de los cementerios judíos de Jamaica durante una estacia suya en la isla, en la década del 50.
Después contactó a Barnett, un judío que había sido curador del Departamento de Asia Occidental del Museo Británico, y le pidió que escribiera sobre sus hallazgos.
Dichos hallazgos llamaron la atención de judíos de varias partes del mundo que alguna vez tuvieron lazos con Jamaica, según lo informado por la comunidad local. Todo ello llevó a que una importante librería de Kingston pusiera "Los judíos de Jamaica" a la venta.
Desde "Los judíos de Jamaica" de Jacob Andrade, en 1941, ningún libro había ofrecido una mirada sobre la presencia de esta comunidad en el país caribeño. Así que los expertos jamaiquinos consideran oportuna la publicación del trabajo de Barnett y Wright.
"Es muy importante porque cada vez más gente investiga sus raíces. La respuesta que estamos teniendo es sorprendente", comentó el cuñado de Barnett, Geoffrey Pinto, un judío nacido en Londres.
Donald Lindo, un genealogista jamaiquino cuyos ancestros judíos vinieron de Portugal alrededor de 1700, cree que el libro aportará nuevos conocimientos sobre la influencia judía en Jamaica.
"Como genealogista, será de gran ayuda para mí. Y resultará muy valioso para muchos judíos, ya que numerosas lápidas fueron destrozadas", explicó Lindo.
Los judíos de Jamaica resucitaron gracias a Barnett y Wright. Las lápidas tienen, además de la identidad del fallecido, su país de origen y los nombres de sus familiares inmediatos.
El flujo de judíos hacia el Caribe fue consecuencia de la Inquisición española. La mayoría procedían de Holanda y llegaron a la región luego de pasar por Portugal.
Los judíos perseguidos huyeron primero a Brasil, y luego se establecieron en territorios entonces bajo dominio español, entre ellos, Jamaica.
Wright, cuya mujer también era judía, determinó las zonas de mayores asentamientos, y documentó sus resultados hasta el último detalle.
Su investigación lo condujo a los cementerios de Spanish Town, la primera capital de Jamaica, Spanish Town, y de la actual, Kingston, y a los barrios del oeste, Trelawny y St. Ann.
El mayor asentamiento era en Port Royal, ciudad que supo ser el paraíso de los criminales más famosos. Allí también se instalaron los judíos recién llegados.
Un terremoto devastó Port Royal a mediados del siglo XVII, luego de lo cual la colectividad judía trasladó sus comercios hacia las cercanías de Kingston y luego hacia Spanish Town, donde se instalaron y prosperaron.
"Los judíos de Jamaica" no trata solamente de cementerios y lápidas. También relata el progreso y el impacto de esta comunidad en la economía del país.
El papel que tuvieron durante el período esclavista es particularmente interesante. Se señala que comerciaban libremente con negros, y que algunas figuras prominentes se casaron con mujeres negras.
La población judía de Jamaica declinó al acercarse el siglo XX, ya que muchos se dirigieron a Estados Unidos y Canadá, cuyas economías se adaptaban mejor a sus necesidades comerciales.
Asiáticos que se trasladaron al Caribe a trabajar en los campos de azúcar y de arroz al abolirse la esclavitud, sobre todo procedentes de India y de China, ocuparon el lugar que antes tenía la colectividad judía.
La comunidad judía de Jamaica se redujo considerablemente, si se compara con otros grupos minoritarios como los que proceden del oriente de India y de China.
En la actualidad hay 400 judíos en el país, pero su influencia en el sector comercial aún es notoria.
Las familias judías como los Matalon y los Henriques están entre las más importantes y prósperas del país, con participación en los sectores inmobiliario y comercial.
La única sinagoga del país se encuentra en Kingston, y brinda los servicios y rituales tradicionales. (FIN/IPS/ha/cb/ceb/mj/pr cr/98