IRAQ: Ataques de EEUU dividen a la ONU

Estados Unidos concluyó cuatro días de ataques aéreos contra Iraq y ahora deberá recuperar el apoyo que tenía en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su política hacia Bagdad.

Los 15 estados miembros del Consejo de Seguridad del foro mundial no se pusieron de acuerdo sobre qué hacer con respecto a la eliminación de las armas de destrucción masiva de Iraq, verificada antes de los ataques por inspectores de la ONU.

Los miembros manifestaron de esa manera su estupor ante los ataques que Estados Unidos realizó contra territorio iraquí en forma conjunta con fuerzas de Gran Bretaña.

El Consejo "está en proceso de evaluar su actitud hacia la cuestión iraquí" fue lo único que declaró el presidente del órgano, Jassim Mohammed Buallay, de Bahrein, tras varias horas de discusiones acaloradas.

La unidad en el Consejo pareció resquebrajarse luego de los ataques del miércoles 16 al sábado 19. China, Francia y Rusia, tres de los cinco miembros permanentes con poder de veto en el órgano criticaron duramente el ataque protagonizado por los otros dos, Estados Unidos y Gran Bretaña.

El presidente francés Jacques Chirac dijo el domingo que se debe poner fin al embargo impuesto por la ONU hace ocho años contra Iraq, y que la supervisión del desarme iraquí también debe reestructurarse.

"Se debe prestar especial atención a consolidar el papel director de las Naciones Unidas en los asuntos internacionales", argumentó el presidente ruso Boris Yeltsin, quien criticó duramente la decisión de Washington de atacar sin la aprobación de la ONU.

Esas propuestas se opusieron a los esfuerzos de Estados Unidos de contener a Bagdad. Líderes militares estadounidenses advirtieron luego de terminar los ataques, denominados Operación Zorro del Desierto, que estaban preparados para convocar nuevas incursiones, con o sin la autorización del Consejo, si Iraq no permite las inspecciones de la ONU.

Sin consenso para eliminar gradualmente las sanciones o para permitir nuevos ataques, "el acuerdo general es que necesitamos mirar hacia adelante para cerrar las heridas", dijo el embajador de Kenia, Njuguna Moses Mahugu.

Mahugu y varios embajadores del Consejo temen que si no se reestablece la unidad del Consejo la ONU quizá no presente una política clara sobre Iraq.

Esa inquietud es compartida por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien dos días antes de que el ataque estadounidense impidiera una solución diplomática convocó una sesión del Consejo para revisar las sanciones contra Iraq y la cooperación de Bagdad con los inspectores de armas del foro.

"Creo que la división del Consejo no ayuda la situación y espero que en las próximas semanas hallemos una manera de unir a todos", declaró Annan este lunes.

Aunque los ataques aéreos terminaron, al menos por ahora, varias disputas siguen dividiendo al Consejo de Seguridad, sobre todo por el futuro de la Comisión Especial de las Naciones Unidas (Unscom, órgano encargado de verificar el desarme iraquí) y de su presidente, Richard Butler.

El embajador iraquí Nizar Hamdoon confirmó que, tras los ataques, no se permitiría el retorno a Iraq de los inspectores de la Unscom. Militares estadounidenses aseguraron que los ataques aéreos hicieron retroceder el programa de armas iraquí al menos un año y Hamdoon afirmó que la labor de los inspectores resultaba irrelevante luego de los ataques.

Hamdoon anticipó que habría una "gran fragmentación" en el Consejo sobre cuestiones como la suerte de Unscom y las sanciones.

Chirac sugirió que los inspectores de la ONU terminen su fase actual de control "invasivo", como las inspecciones sorpresivas en los sitios iraquíes, y comiencen una inspección a "largo plazo" que dependa menos de búsquedas agresivas y más en la vigilancia fílmica de las instalaciones de armas.

Nuevas situaciones exigen una "organización fresca y métodos frescos", argumentó Chirac.

Washington y Londres no están tan seguros. La robable que la espera sea larga. Los inspectores de la Unscom permanecen en Bahrein desde que Butler los retirara de Iraq la noche del martes 15, el día antes del comienzo de los ataques estadounidenses.

La abrupta retirada y el informe negativo que Butler presentó la semana pasada sobre la falta de cooperación iraquí llevó a algunos países, sobre todo a Rusia, a exigir la renuncia del presidente de la Unscom, tras culparlo por haber brindado el pretexto para un ataque estadounidense.

El apoyo a Butler, un diplomático australiano que en reiteradas ocasiones provocó la ira de Iraq, disminuyó desde que comenzaron los ataques. Varios diplomáticos afirman en privado que Iraq no permitirá más inspecciones de la ONU si Butler sigue siendo su presidente.

Annan mantuvo reserva sobre el futuro de Butler. Esa "es una cuestión que prefieron no responder hoy", dijo este lunes.

Pero Butler aún cuenta con defensores. "Varios países concluyeron que el mensaje de la Unscom (sobre la falta de cooperación iraquí con los inspectores) era incómodo. Era incómodo… pero fue una evaluación profesional", sostuvo el embajador británico Jeremy Greenstock.

"Esa no es razón para matar al mensajero", agregó.

El Consejo de Seguridad quizá deba convocar a una sesión especial en enero para revisar la cooperación iraquí y cuestiones discutibles como el régimen de sanciones, sólo para formular una política sobre Iraq que cuente con amplio apoyo.

Antes de los ataques, varios integrantes del Consejo habían contado con que la revisión se realizara en enero, pero las consecuencias de los ataques complican las gestiones.

La ONU intenta reestablecer el frágil statu quo destruido por la Operación Zorro del Desierto. Annan permitió la vuelta a Iraq de más de 100 trabajadores humanitarios del foro mundial que fueron retirados cuando comenzaron los ataques. Los voluntarios volverán a Bagdad desde Amman el martes. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/98

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