La Iglesia Católica manifestó hoy su "honda frustración" porque las autoridades de Guatemala se niegan a considerar la posibilidad de que el asesinato en abril del obispo Juan Gerardi haya tenido motivaciones políticas.
Mario Orantes, un sacerdote cuya inocencia es reivindicada por la Iglesia, está preso por el crimen, que tuvo por causa, según los fiscales, en desavenencias domésticas. Ahora, en un nuevo giro de las investigaciones, las autoridades judiciales intentan involucrar a otro religioso.
"Experimentamos una honda frustración al constatar que a dos años de la firma de la paz, la impunidad persiste", se lamentó este lunes el arzobispo de la ciudad de Guatemala, Próspero Penados del Barrio.
Penados se refería al acuerdo entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, que puso fin en diciembre de 1996 a 36 años de guerra civil.
Gerardi había presentado poco antes de su asesinato un informe que atribuía a militares la mayoría de las violaciones de derechos humanos cometidas en ese período.
La impunidad está "presente en las propias instituciones de gobierno", al tiempo que "sectores ocultos, enemigos de los derechos humanos, planean desde las sombras acabar con todos los esfuerzos y aún con la fama y la propia vida de los defensores de la verdad y la justicia", declaró Penados.
El "el vil asesinato del obispo Juan Gerardi" es una demostración de eso, agregó.
El arzobispo insistió en la urgencia de "reencauzar las investigaciones" y en "denunciar las malintencionadas acciones contra Orantes", a quien exigió que se deje libre cuanto antes sobre la base del principio de presunción de inocencia.
Orantes, quien compartía la vivienda con Gerardi, fue detenido en un gran operativo y permanece en prisión hace cuatro meses, a pesar de sus graves problemas de hipertensión y transtornos de los aparatos digestivo y respiratorio.
Según la hipótesis del Ministerio Público, Gerardi fue mordido por el perro de Orantes. Sin embargo, antropólogos estadounidenses presentes en la autopsia descartaron totalmente la presencia de mordeduras.
Pero el Ministerio Público sólo tomó en cuenta la opinión del antropólogo español José Reverte Coma, que avaló la hipótesis de las mordeduras del perro Baloo, un viejo pastor alemán con problemas óseos y que apenas puede mantenerse en pie.
Las versiones de testigos que indicaban la posibilidad de participación de militares en el crimen nunca fueron investigadas, y si se hizo no se conocen los resultados.
Pero surgió una nueva teoría que también apunta a la Iglesia Católica, según la cual en el asesinato están involucrados los miembros de la banda Valle del Sol, dedicados al robo de vehículos, en la que participaría una sobrina-nieta del canciller de la Curia, obispo Efraín Hernández.
Esta hipótesis fue revelada por el ex juez penal Juan Carlos Solís, quien manifestó al diario Siglo Veintiuno que "se sabe que la víctima (Gerardi) descubrió algunas irregularidades, lo que le costó la vida".
"Reitero que en este asunto participa una alta autoridad" eclesiástica, agregó Solís, familiar del coronel retirado Disrael Lima Carrera y con el capitán Byron Lima Oliva, acusados por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de participar en el asesinato del obispo.
Gerardi fue asesinado el 26 de abril al llegar a la casa parroquial de la Iglesia San Sebastián, donde residía. Allí fue atacado y su rostro y cráneo fueron destrozados.
El asesinato del obispo se produjo dos días después de que él mismo presentara el informe "Guatemala: Nunca más", exhaustiva investigación que llevó tres años que acusa al Ejército de la mayoría de violaciones de derechos humanos cometidos durante el conflicto armado interno que duró 36 años.
"Es lamentable que los investigadores, teniendo ya a un detenido, estén seguros de que es inocente, pues en caso contrario no buscarían más hipótesis", dijo el obispo Efraín Hernández.
"Dicen que la hipótesis de Valle del Sol es más creíble. ¿Quieren decir que la anterior no lo era? Es contradictorio", agregó el religioso.
Amílcar Méndez, diputado del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala, dijo este lunes a IPS que respecto al asesinato del obispo "cada vez surgen nuevas situaciones que distraen y el fondo del asunto se pierde".
El congresista aseguró que el Ministerio Público demostró su ineficacia y su falta de voluntad para investigar el caso, así como su falta de independencia, ya que "está rodeado de gente que le sirve a la inteligencia militar y al ejército y que obstaculiza las investigaciones cuando no les conviene".
El fiscal Otto Ardón fue separado la semana pasada del caso. Ardón había mantenido la tesis de que el obispo fue mordido por el perro de Gerardi. En su lugar, fue nombrado al frente de la investigación el fiscal Celvin Galindo.
El fiscal general de la República, Adolfo González Roda, dijo haber tomado esta decisión a instancias del propio Ardón, quien le indicó que quiere demostrar a sus detractores que no tiene interés de beneficiar o perjudicar a nadie.
El abogado José Toledo, defensor de Orantes, pidió en una conferencia de prensa que el nuevo fiscal solicite la inmediata clausura del proceso contra su cliente.
Mientras, todo parece indicar que Orantes pasará la Navidad en el hospital donde permanece recluido o bien en la cárcel donde deberá regresar si su salud mejora.(FIN/IPS/cz/mj/ip hd/98