La ex primera dama de Filipinas Imelda Marcos quiere recuperar la fortuna presuntamente mal habida de su marido, Ferdinand Marcos, cuya dictadura gobernó a este país entre 1965 y 1986.
En declaraciones esta semana al diario Philippine Daily Inquirer, Imelda Marcos admitió por primera vez que su familia amasó una fortuna en acciones industriales. Pero su familia no acepta responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos o en el saqueo a la economía cometidos durante la dictadura.
Desde que una revuelta popular obligó al dictador Marcos a refugiarse en el exilio en 1986, el gobierno filipino no ha podido recuperar su fortuna.
La mayoría de los filipinos opinan que las declaraciones de Imelda Marcos reflejan el deseo de vengarse de algunas personas que, según ella, traicionaron a su familia.
La viuda aún niega que la inmensa fortuna de la familia haya sido acumulada con bienes del Estado, y la atribuye a la "suerte divina" que tuvo su marido en el comercio del oro, en los años cincuenta y sesenta.
"Somos dueños de casi todo en Filipinas", declaró Imelda Marcos al Philippine Daily Inquirer.
La familia Marcos tenía intereses en empresas de electricidad y telecomunicaciones, aerolíneas, bancos, medios de comunicación, hoteles, compañías navieras y de bienes raíces, y otras firmas en el ramo de la cerveza, el tabaco, el petróleo y la minería, dijo.
Los abogados de Imelda Marcos anunciaron que ésta pretende recuperar 326 millones de dólares en acciones industriales que su marido había puesto a nombre de sus amigos.
Llegó el momento de que esos amigos devuelvan el dinero que no les pertenece, dijo la ex primera dama. "Recuperaremos todo lo que los fideicomisarios administraron en nombre de Ferdinand Marcos, incluso lo que fue vendido o entregado al gobierno", anunció.
Imelda Marcos piensa llevar a juicio en 1999 a por lo menos una decena de personas que ya estaban bajo sospecha de haber actuado como socios y testaferros de su marido.
Varias de esas personas enfrentan, junto a la viuda, acusaciones en casos pendientes ante los tribunales y la Comisión Presidencial para el Buen Gobierno, cuya tarea consiste, precisamente, en recuperar la fortuna mal habida de Marcos.
El principal asesor de Imelda Marcos, Rey Darío, dijo que lo primero que ésta se propone recuperar es la Compañía Telefónica de Larga Distancia de Filipinas, de la cual reclama las acciones que figuran a nombre del empresario Antonio Cojuangco y su madre.
Los Cojuangco aceptaron vender su parte de esa compañía a la First Pacific Co Ltd, con base en Hong Kong, por 790 millones de dólares. Imelda Marcos intentó impedir el negocio.
Otra prioridad en la lista de Imelda Marcos es la empresa San Miguel Corp., un gigante de las bebidas alcohólicas y la cerveza, que fue devuelta en julio a su socio Eduardo Cojuangco.
La viuda de Marcos se animó a lanzar esta ofensiva tras una serie de victorias jurídicas obtenidas hace poco en este país y en el extranjero.
Hace algunos años Imelda Marcos fue absuelta de cargos de chantaje en un tribunal de Nueva York. Este año, una sentencia por cargos de corrupción que pudo haberle valido una condena de 20 años de prisión fue anulada tras una apelación ante la Corte Suprema de Filipinas.
Unas 27 denuncias contra los Marcos por presionar a las instituciones públicas para que prestaran fondos a sus amigos fueron desechadas por el Ombudsman (defensor del pueblo) Aniano Desierto, quien alegó que las evidencias eran insuficientes y los plazos habían expirado. La Corte Suprema revisa esas decisiones.
"La señora Marcos exhibe ahora en sus declaraciones ese aire de invencibilidad y satisfacción que fue su sello durante los años que estuvo en el poder", sostuvo el analista Amando Doronila.
Lo que dijo ahora "confirma la percepción general y lo que informaron varias fuentes sobre el imperio económico de los Marcos y su control oligárquico de la economía", señaló.
Los adversarios políticos de los Marcos compararon la disputa entre Imelda y los ex amigos de su marido con la de ladrones que se pelean por un botín.
"Ya no hay honor entre los ladrones. Ahora todos son ladrones sucios y pendencieros, y espero que se maten en sus riñas por el botín", comentó el congresal Joker Arroyo.
El presidente Joseph Estrada está bajo presión para mostrarse imparcial, sobre todo porque se conocen sus fuertes lazos con la familia Marcos.
La casa de gobierno pidió a Imelda Marcos que presente pruebas de que es propietaria, como dice, de 150 de las mayores y más lucrativas empresas del país. El Senado quiere investigar el asunto.
Los planes de Imelda Marcos dividieron a la familia. Su hijo Ferdinand Junior y su hija mayor, Imee, preferirían llegar a un acuerdo con el gobierno. "Deberíamos dejar todo esto atrás. Pasaron 12 años, es mucho tiempo", sostuvo Imee, que ahora es congresista.
Ferdinand Junior habló esta semana con Estrada sobre la posibilidad de lograr un entendimiento. Darío, el asesor de Imelda Marcos, dijo que no habrán más acuerdos, y que la ex primera dama espera que otras acusaciones en su contra referidas a la fortuna mal habida no prosperaran en la corte.
La fiscalía asegura que las declaraciones de Imelda Marcos podrían constituir prueba judicial de que el ex dictador era propietario de las empresas en cuestión.
El Estado sostiene que la viuda se puso en aprietos al decir que el dinero para comprar las empresas provino del comercio de oro, que estaba prohibido en aquella época.
Imelda Marcos aseguró que su marido tenía 4.000 toneladas de oro, pero muchos opinan que eso es inverosímil. "Con suficiente cuerda, podría ahorcarse ella misma", dijo el viernes la senadora Miriam Defensor Santiago.
No se sabe qué hará el gobierno ahora. Pero las complicadas tramas de la saga de los Marcos ponen en evidencia lo poco que avanzaron los filipinos en el ajuste de cuentas con la familia del ex dictador.
Muchos parecen resignados a que las revelaciones de Imelda Marcos no conduzcan a ninguna parte.
La familia Marcos sigue controlando Filipinas, de cierto modo, opinó Conrad de Quiros, columnista y autor de un libro sobre el régimen de ley marcial de Marcos.
"Siguen siendo dueños de todo en este país, por cortesía del payaso que tenemos por presidente, del idiota que actúa como defensor del pueblo, y de un pueblo con una capacidad infinita para la autoflagelación", exclamó De Quiros. (FIN/IPS/tra-en/js/ceb-aq/ip/98