La Presidencia de Ecuador se apresta a celebrar la Navidad con arreglo a las tradiciones de este país de población mayoritariamente católica.
Nueve días antes de la Navidad, los ecuatorianos comienzan a preparar la celebración representando escenas del nacimiento de Jesús, llamadas pesebres en otros países de América del Sur y belenes en España.
Desde hace dos décadas el Palacio de Carondelet, sede del gobierno, ha adoptado esa usanza. Pero el nacimiento no se encuentra ubicado en el sector residencial, donde habitan el presidente Jamil Mahuad y su familia, sino en el área administrativa.
Los ministros y los funcionarios administrativos recibieron una circular, en la segunda semana de diciembre, en la que se les asignaban los días de la novena.
La novena es un ejercicio devoto que se practica nueve días antes de la Navidad, habitualmente seguido de oraciones cortas, lecturas y reflexiones. Tras la novena se entonan villancicos. Normalmente, esta práctica se realiza a la caída de la noche, en familia o en grupo de amigos.
Los ministros cumplirán la función de priostes en los días que les fueron asignados. Los priostes son los encargados de elevar oraciones durante la celebración y de agasajar a los asistentes con el tradicional canelazo, mezcla de aguardiente y agua de canela hirviente.
Los recursos económicos de cada ministerio y repartición presidencial determinarán, como en las novenas familiares, si la celebración estará acompañada de finos bocadillos o de simples galletas y caramelos.
Este año, la novena comenzó el día 14 y terminará el 22, a fin de dejar libres las tardes cercanas a la Navidad para que los funcionarios atiendan sus actividades particulares.
El día inaugural, los priostes fueron la esposa del presidente, la Presidencia y la Casa Civil. Al día siguiente, fue el turno de los ministros de Educación y de Gobierno y de la dirección administrativa de la Presidencia.
El último día, los priostes se multiplican, por ser la fecha de mayor importancia. En esa oportunidad, la novena estará a cargo del propio presidente Mahuad, del vicepresidente, del ministro de Defensa, del alto comando militar y policial, y de la casa militar, la secretaría y la escolta presidencial.
Los niños son personajes importantes en la novena, y participan de su celebración en los colegios y en el ámbito familiar. Muchas veces actúan en nacimientos vivos en los que se representa a la Sagrada Familia de la religión católica, a los ángeles, los Reyes Magos y pastores.
Por estos días, el Palacio de Carondelet suele ser visitado por colegios, cuyos alumnaos representan nacimientos vivos como forma de colaboración espontánea con la celebración presidencial. Así, la sede de gobierno es escenario permanente de coros que entonan villancicos.
La celebración de la novena en la sede gubernamental ha conocido variantes, determinadas por el gobierno de turno, pero el entusiasmo en organizarla ha sido común a todas las administraciones, según dijo a IPS Yolanda Paredes, funcionaria presidencial con 38 años de antigüedad.
Desde que la costumbre de celebrar la novena en la sede de gobierno fuera instaurada, a fines de los años 70 por el entonces presidente Jaime Roldós, el sacerdote que ayuda al rezo ha sido siempre Ricardo Chamorro, capellán castrense de la orden de los mercedarios.
Este año, el nacimiento y el árbol de Navidad están colocados, frente al mural del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín que representa el descubrimiento del río Amazonas. Según Paredes, ese emplazamiento representa simbólicamente la firma de la paz con Perú.
"Es natural que esta costumbre, que refleja las tradiciones y el sentir religioso del pueblo, sea guardada también en la primera oficina del país. Lo importante es no perder las buenas costumbres, que no deben desaparecer, sino irse puliendo y mejorando", dijo la funcionaria.
"Ojalá que en todos los hogares se reflexione sobre el verdadero sentir de la Navidad: que haya paz, menos violencia, menos consumismo y mayor cariño y respeto", concluyó Paredes. (FIN/IPS/gb/nc/cr/98