ECUADOR-PERU: Referendo en Iquitos rechaza acuerdos de paz

Un referendo no oficial convocado el domingo en Iquitos por opositores al presidente de Perú, Alberto Fujuimori, rechazó por 97,7 por ciento de votos el Tratado de Paz con Ecuador firmado en octubre en Brasilia.

En el acto, convocado por el Frente Patriótico de Loreto con respaldo de las autoridades municipales, la población de Iquitos, la ciudad más importante de la selva peruana, demandó un gobierno regional autónomo" para la extensa Amazonia, zona que representa el 50 por ciento del territorio del país.

El suceso, que propinó uno de los más duros golpes políticos a Fujimori, está basado en el mecanismo de consulta popular introducido en la Constitución por el propio presidente para promover la participación popular en la toma de decisiones.

Fujimori ni ninguna otra autoridad se pronunciaron hasta ahora sobre el resultado de la consulta popular, que si bien no tiene validez legal revela la magnitud del rechazo de la población de la Amazonia peruana a los tratados internacionales que involucran a ese territorio.

El departamento de Loreto, el más grande y el menos habitado de Perú, es una región relegada e Iquitos, su capital, se conecta con el resto del país sólo por vía aérea o navegación fluvial. En su población suelen existir tendencias separatistas, como afloraron ahora en la propuesta de gobierno regional autónomo.

Según los directivos del Frente Patriótico de Loreto, votaron 152.000 personas mayores de 18 años, 80 por ciento de los electores de la provincia de Maynas.

Iquitos fue escenario de violentos disturbios dos días después que Fujimori y el presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, firmaron en octubre pasado en Brasilia el Acuerdo de Paz para resolver un antiguo litigio fronterizo.

En concreto, la población de Iquitos rechaza la entrega a Ecuador de la propiedad, sin derechos de soberanía, de un kilómetro cuadrado en Tiwinza, paraje selvático, pantanoso y deshabitado, situado a cuatro kilómetros de la frontera, que fue uno de los escenarios de la guerra de 1995 entre ambos países.

En ese lugar, Ecuador construirá un cementerio y un monumento a la memoria de sus soldados muertos en el conflicto armado.

La población tampoco acepta que se conceda a Ecuador el derecho a navegar por los ríos amazónicos e instalar dos centros comerciales, de 150 hectáreas cada uno, en puntos aún no precisados de la selva peruana.

Según las instituciones civiles de Iquitos, Ecuador aprovechará su presencia comercial y su derecho de navegación para ejercer influencia económica hegemónica en la selva norte peruana, aprovechando su falta de desarrollo.

La entrega de Tiwinza y los convenios de navegación y comercio son el aspecto central de los Acuerdos de Paz a los que arribaron Mahuad y Fujimori para poner punto final a una disputa limítrofe que en los últimos 56 años provocó tres guerras, varios incidentes armados y una costosa carrera armamentista.

En el resto del país, el 65 por ciento de la población acepta los Acuerdos de Paz, aunque considera humillante que Perú conceda a Ecuador el derecho de hacer un monumento en su territorio a los soldados que lo invadieron.

Las encuestas revelan también rechazo a la forma como Fujimori condujo las conversaciones con Mahuad, porque nunca comunicó a la población ni al parlamento los acuerdos que negociaba, de los que sólo informó luego de suscribirlos.

Aunque la consulta popular efectuada en Iquitos no tiene validez legal ni obliga al gobierno, porque la Constitución establece que los tratados internacionales no son materia de referendo, refleja el sentimiento de la población que será involucrada en el cumplimiento de los acuerdos de paz.

Se supone que Fujimori prepara un conjunto de disposiciones tributarias y de promoción económica a favor de la región selvática, para amainar las tensiones provocadas por los compromisos comerciales contraídos con Ecuador.

"Le corresponde ahora al gobierno de Fujimori dar la respuesta adecuada a la movilización cívica de la población amazónica", dijo el ex canciller Luis Gonzales Posada, dirigente del socialdemócrata Partido Aprista, fuerza que apoyó el referendo en Iquitos.

El dirigente aprista consideró conveniente "la creación de un Ministerio de Desarrollo Amazónico, con autonomía económica y administrativa, para impulsar el crecimiento regional, canalizar créditos y promover apoyo técnico para toda la Amazonía".

"Fujimori debe atender las demandas anticentralistas y aceptar una fórmula de gobierno regional en Iquitos", declaró el parlamentario izquierdista Henry Pease, vinculado al Movimiento Unión Por el Perú, que lidera el ex secretario general de las Naciones Unidas Javier Perez de Cuellar. (FIN/IPS/al/ag/ip/98

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