El Partido Comunista de Cuba (PCC) propuso hoy al gobierno socialista la restitución del feriado navideño "para cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes".
La Navidad volverá como "una prueba de consideración y respeto a los sentimientos y deseos más sanos de nuestros conciudadanos", aseguró una declaración del Buró Político del gobernante PCC publicada por el diario oficialista Granma.
"Ningún tipo de campaña o presión se ha ejercido dentro ni fuera" de Cuba para que el gobierno de Fidel Castro conceda el feriado navideño "al igual que se hace en toda América y en el resto del mundo occidental", aclaró el Buró Político.
Según el máximo órgano de dirección comunista, el feriado implicará "el sacrificio de millones de pesos (igual al dólar al cambio oficial) en salarios y en bienes y servicios dejados de producir", en momentos en que el país afronta una severa crisis económica.
De acuerdo con la declaración, el PCC está convencido de que la Navidad se convertirán en un factor de unidad de la población de la isla y, por ende, fortalecerán a la revolución que el próximo 1 de enero cumplirá 40 años.
Aunque el Buró Político del PCC sólo anunció este martes su propuesta al Consejo de Estado, resulta poco probable que la máxima instancia de gobierno desestime una solicitud realizada por el partido gobernante.
Tanto el máximo órgano de dirección partidaria como el de gobierno están encabezados por Castro.
Suspendidas en 1969 y permitidas "excepcionalmente" el año pasado, la cena de Nochebuena en espera del 25 de diciembre se incluye entre las más antiguas tradiciones de las familias cubanas, tanto creyentes como ateas.
Al mismo tiempo, el feriado navideño es una de las demandas de la Iglesia Católica en Cuba que cobró fuerza antes y después de la visita que realizó el papa Juan Pablo II a la isla, del 21 al 25 de enero de este año.
"Es nuestro interés. Además nos parece lógico y muy probable que la Navidad sea reconocida como fiesta y hay rumores que llegan diciendo que sí, que se va a reconocer", dijo el día 12 monseñor Adolfo Rodríguez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).
Orlando Márquez, vocero de la conferencia episcopal, opinó que la restitución del feriado navideño es "sin ninguna duda un paso positivo" que se corresponde con "los sentimientos religiosos de los cubanos".
"Los cristianos jamás dejaron de celebrar la Navidad, aun cuando ese día no era feriado", comentó.
Según el Buró Político, la Navidad se excluyó del calendario festivo cuando las autoridades estaban enfrascadas en concentrar todos los recursos y esfuerzos en una zafra azucarera que pretendía cerrar con 10 millones de toneladas de ese producto.
Entre los motivos oficiales se esgrime que en Cuba diciembre es "un mes seco, fresco, de los más adecuados para el trabajo en las construcciones y en la siembra, cultivo o cosecha de papa, vegetales, caña, tabaco, y otros renglones decisivos para la economía nacional".
De acuerdo con la versión oficial, la razón económica decidió la cancelación de la Navidad y también la eliminación de cualquier acto político y fiesta nacional el 1 de enero, fecha en que se conmemora el triunfo de Revolución Cubana.
"La mejor prueba de que la suspensión del feriado del 25 de diciembre no tuvo ni podía tener carácter político es que se mantuvo intocable durante 10 años", tras el triunfo de la revolución y la declaración de su carácter socialista en 1961, según esta versión.
La suspensión del feriado navideño por más de dos décadas "no estuvo inspirada en sentimiento religioso alguno, como hay quienes en el exterior han pretendido pérfidamente hacer creer", recalcó la declaración partidaria.
El Buró Político aseguró que ninguna acción enemiga hubiera podido engendrar "la mezquina, torpe e impolítica idea, de suspender por diferencias filosóficas" un feriado religioso ofendiendo así a cientos de millones de cristianos en el mundo.
"Ningún verdadero marxista cometería jamás ese error", subrayó de forma categórica.
Sin embargo, advirtió que la revolución continuará defendiéndose contra cualquier método sucio e inescrupuloso que utilice el "imperialismo" (Estados Unidos) para destruirla, incluyendo el uso de los sentimientos religiosos con fines contrarrevolucionarios. (FIN/IPS/da/mj/ip cr/98