El comercio entre los cinco países de la Comunidad Andina permitió a la región afrontar el impacto de la crisis internacional que comenzó en Asia en 1997, según el venezolano Sebastián Alegrett, secretario general del bloque.
"Mientras las exportaciones andinas al resto del mundo cayeron 19 por ciento, al pasar de 47.657 millones de dólares a 38.640 entre 1997 y 1998 como consecuencia de la contracción comercial mundial, las exportaciones intrasubregionales subieron ligeramente y ascienden a 5.600 millones", explicó.
La Comunidad Andina esta constituida por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, países de menor desarrollo relativo que suman una población de más de 104 millones de habitantes y un territorio que supera una vez y media el de la Unión Europea con costas en el Caribe y el Pacífico.
El desarrollo de la economía de los países andinos en los últimos años es superior al promedio del crecimiento de la economía latinoamericana en su conjunto. El producto bruto interno en 1998 supera los 281.000 millones de dólares.
La Comunidad Andina, que se inició en 1969 con el nombre de Grupo Andino, constituyó en 1993 una zona de libre comercio. Desde 1995 rige en cuatro de los cinco países un arancel externo común, que Perú está implementando de forma gradual, instrumento que convertirá al bloque en una unión aduanera.
Unicamente Colombia y Venezuela aplican el arancel externo común andino en su integridad, pues Ecuador está exceptuado de unos 1.000 items por algunos años, en tanto que Bolivia y Perú siguen empleando sus propios aranceles nacionales, de escasa dispersión y bajo nivel, de 10 y 13 por ciento promedio.
La cautelosa onda de respuestas proteccionistas generadas por el estallido de la crisis asiática no se ha reflejado en un repliegue de la apertura recíproca en los países andinos.
"La crisis internacional no afectó el proceso de integración andina, ni retrasará los plazos del perfeccionamiento del arancel externo común, que finalmente consolidará la unión aduanera andina actualmente en creación", comentó Alegrett al respecto.
Un informe de Cepal, difundido la semana pasada, coincide con la apreciación de Alegrett sobre la creciente expansión del comercio dentro de la Comunidad Andina, pero estima que el intercambio aún no alcanza peso determinante en las economías nacionales de los países miembros.
El informe señala que el comercio regional alcanzaba en 1990 apenas 1.300 millones de dólares, equivalentes a 4,1 por ciento de las exportaciones totales, pero en 1997 ascendió a 5.400 millones (incluido el petroleo), 11 por ciento de las ventas.
Cepal añadió que el avance del comercio andino se sustentó en gran parte en el intercambio entre Colombia y Venezuela, que representa casi 50 por ciento del comercio regional.
El estudio resalta la importancia de la apertura recíproca de las economías andinas, que dejó al descubierto las ventajas de cercanía geográfica y cultural existentes entre los cinco países, que antes no podían aprovecharse por múltiples restricciones proteccionistas.
Uno de los procesos más importantes para la Comunidad Andina este año fue la negociación con el Mercado Común del Sur (Mercosur), difíciles por su complejidad y por las expectativas de Argentina y Brasil, los dos países de mayor importancia de aquel bloque.
Después de varias frustraciones, en una reunión realizada este mes en Montevideo, la Comunidad Andina y el Mercosur se pusieron de acuerdo sobre la forma como se incorporarán 1.147 productos al acuerdo de preferencias arancelarias que se tratará de firmar en marzo de 1999.
En una próxima reunión en Lima, convocada para los días 13, 14 y 15 de enero, proseguirá el examen de los 1.800 productos faltantes.
Alegrett señaló que en la reunión se estudiará también la normativa del convenio arancelario y los mecanismos de solución de controversias que surjan en la aplicación del referido acuerdo.
Al mismo tiempo que proseguirán las negociaciones con el Mercosur, los paises andinos esperan profundizar en 1999 los acuerdos con la Unión Europea.
"Europa ha sido siempre una referencia y un ejemplo para la construcción de nuestra integración. La Unión Europea es nuestro segundo socio comercial, con 17 por ciento del total, frente a 41 por ciento con Estados Unidos", señaló Alegrett.
"La Unión Europea representa la quinta parte de nuestras importaciones y la sexta parte de nuestras exportaciones, y es el segundo inversionista extranjero en el área andina después de Estados Unidos. En los últimos cuatro años la inversión europea se ha multiplicado por 30", precisó Alegrett.
El secretario general de la Comunidad Andina señaló que las exportaciones a aquél mercado podrían crecer rápidamente "si se aprovechara mejor el régimen especial de preferencias que desde 1990 estableció la Unión Europea como apoyo a la lucha contra la producción y tráfico de drogas". (FIN/IPS/al/mj/if/98