COMORAS: La OUA considera intervención militar

El movimiento secesionista de Anjouan y Mohelí, dos islas del archipiélago de las Comoras, dio lugar este mes a sangrientos combates y puede amenazar la estabilidad de naciones de la costa del océano Indico, advirtió la Organización de Unidad Africana (OUA).

La tensión política es alta en ambas islas. Sesenta personas murieron este mes en enfrentamientos entre milicias rivales de Anjouan que se prolongaron durante una semana.

Anjouan y Mohelí declararon su independencia en agosto de 1997, y se separaron de la Federación Islámica de las Comoras.

"Anjouan y Mohelí no están lejos de Mozambique, Tanzania y Kenia. Las consecuencias de lo sucedido se sentirán más allá de las fronteras", señaló Salim Ahmed Salim, secretario general de la OUA.

Salim pidió a los países africanos que envíen tropas para acabar con el conflicto del archipiélago. El llamado se hizo al estallar la violencia en Anjouan, cuyo detonador fue un fracasado intento de asesinato del autoproclamado presidente Foundi Abdullah Ibrahim.

Las Comoras, un conjunto de cuatro islas pequeñas -Gran Comora, donde está la capital, Moroni, Anjouan, Mohelí y Mayotte- se encuentra entre Africa oriental y la costa noroeste de Madagascar.

Tres de las cuatro islas Comoras, cuya población total es de 540.000 personas, se independizaron de Francia en 1975. La cuarta, Mayotte, decidió por referéndum de 1974 mantenerse bajo administración francesa.

Ahora, 22 años más tarde, algunos residentes de Anjouan y Moheni, donde vive la mitad de la población de la federación, renegaron de la independencia que, según dicen, sólo trajo pobreza, guerra civil y numerosos golpes de Estado.

Así que, encabezados por Foundi y por el rival de éste, Chamasse Said Omar, solicitaron volver a la administración francesa. Pero Paris rechazó la propuesta.

Foundi, ex profesor musulmán y soldado francés, empezó a considerar entonces la posibilidad de negociar la reunificación con Gran Comora. Omar se opone a la idea, y prefiere la independencia absoluta.

Miles de personas huyeron de Mutsamudu, la principal ciudad de Anjouan, a raíz de la ola de violencia, y Foundi pidió a la OUA y a Francia que intervengan como mediadores entre los grupos rivales.

Jerotich Seei, una politóloga de Kenia, exhortó a la OUA a agotar todas las vías de diálogo antes de enviar sus fuerzas de paz. La intervención militar tendría que ser la última opción, a la que habría que recurrir sólo si fracasara la negociación entre los nandos rivales, sostuvo.

"Las fuerzas (extranjeras) de mantenimiento de la paz pueden dejar al país en peor estado que antes del comienzo de la guerra", como ocurrió en Somalia, dijo Seei.

Seei, coordinadora del programa del Centro de Educación para las Mujeres en Democracia de Nairobi, insistió en que la OUA cometería un error si envía tropas a Comoras antes de que ambas facciones tengan la oportunidad de dialogar.

Agregó que se debería preguntar a los habitantes de las islas si desean ayuda del exterior.

Cleophas Torori, del Instituto de Educación para la Democracia, también de Nairobi, estuvo de acuerdo con Seei. "Hay casos recientes de intervención externa que no produjeron buenos resultados", comentó, refiriéndose a la participación de varios países africanos en la guerra de la República Democrática de Congo (RDC).

"Es muy claro que los siete países que se involucraron en el conflicto de la RDC lo hicieron para servir sus propios intereses", declaró Torori.

También mencionó el conflicto de Sierra Leona, donde las fuerzas de paz de Africa occidental (ECOMOG) devolvieron el poder al presidente Ahmed Tejan Kabbah en marzo, pero ahora son acosadas por los milicianos rebeldes.

"Es ilusorio pensar que la paz con los rebeldes sea duradera. La ECOMOG sólo pospuso el conflicto", señaló Kabbah. (FIN/IPS/ja/mn/ceb-ff/ip/98

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