La carrera por la dirección general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) está llegando al final y el viceprimer ministro tailandés, Supachai Panitchpakdi, es el favorito por amplio margen.
Sin embargo, la hostilidad de Estados Unidos hacia Supachai, abanderado de las naciones en desarrollo en la OMC, podría acabar con sus aspiraciones de conducir el organismo que desde Ginebra dicta las normas que gobiernan el comercio global y supervisa su cumplimiento.
El primer director general de la OMC, el italiano Renato Ruggiero, cesará en abril de 1999 y la elección de su sucesor se espera para febrero. Los otros tres candidatos son el ex primer ministro neocelandés Michael Moore y los ex ministros de Comercio Roy McLaren, de Canadá, y Hassan Abouyoub, de Marruecos.
La OMC informó el día 14, sobre la base de consultas entre las delegaciones, que Supachai encabezaba la carrera.
Celso Lafer, de Brasil, y William Rosier, de Suiza, los dos embajadores encargados de forjar un consenso entre los países miembros en el Consejo General de la OMC, dijeron que Supachai aventaja a sus adversarios tanto en número de naciones que lo respaldan como en variedad geográfica.
Según la evaluación de los diplomáticos, Moore está en segundo lugar, con tres cuartas partes del apoyo que recibe Supachai. Lo siguen Abouyoub, con la mitad, y MacLaren con 30 por ciento.
Supachai también tiene altas preferencias incluso como segundo candidato, lo cual lo convierte en la opción ideal para un consenso en caso de que los votos de sus rivales sean ajustados.
Supachai, de 52 años, es respaldado por países y bloques económicos del área Asia-Pacifico, incluso Japon, Australia y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El candidato tailandés, más conocido como tecnócrata competente que como político, también cuenta con el apoyo de numerosos países latinoamericanos.
Sin embargo, sus posibilidades de éxito radican en el voto de Estados Unidos y la Unión Europea, los dos mayores potencias comerciales del mundo. En las primeras semanas de la campaña en 1998, las posibilidades de Supachan se vieron ensombrecidas por especulaciones de que Washington podría vetar su candidatura.
El portavoz del grupo informal de países en desarrollo en la OMC, el embajador mexicano Alejandro de la Pena, dijo el día 18 que las consultas demostraban que "ningún miembro de la OMC estaba en contra de que cualquiera de los cuatro candidatos sea el nuevo director general".
Muchos miembros de la Unión Europea indicaron que podrían apoyar a Supachai como candidato de consenso.
Washington mantiene las cartas apretadas contra el pecho. En la última reunión del Consejo General, la delegada de Estados Unidos, Rita Hayes, se limitó a decir que "hay cuatro candidatos muy buenos".
Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores tailandés estimaron que el gobierno estadounidense probablemente apoye a Supachai, pero en privado dicen temer que Washington pueda preferir al neocelandés Moore, considerado más maleable para representar los intereses del mundo industrializado.
"Creemos que deben apoyar a Tailandia porque un voto para nosotros es un voto por la reforma, los principios democráticos y por una sociedad abierta", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Kobsak Chutikul, integrante del equipo de campaña de Supachai.
Washington debería respaldar a Bangkok porque el país adhirió a las políticas prescriptas por Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la crisis asiática, según Tailandia. Si no apoyan al candidato tailandés, enviará una señal equivocada a otros países, acotó Kobsak.
El argumento encierra una paradoja. Supachai es el único integrante del gobierno de Chuan Leepkai abiertamente escéptico en torno de la eficacia de las recetas del FMI en la economía tailandesa.
Por esta razón chocó con el ministro de Finanzas, Tarrin Nimmanahaeminda, considerado un ardiente partidario de las recetas del FMI, entre ellas severas medidas fiscales y monetarias.
La devaluación en julio de 1997 del baht, la moneda tailandesa, fue el desencadenante de la crisis económica en el sudeste asiático que luego se propagó a los mercados financieros del resto del mundo.
Supachai sostuvo que la crisis económica tailandesa es parte de una crisis mundial y que, por eso, la mejor receta para una recuperación son políticas fiscales y monetarias más flexibles.
La prensa tailandesa considera que la candidatura de Supachai en la OMC responde a su falta de habilidad para incidir en la política del país y en especial dentro del Partido Demócrata en el gobierno.
Supachai es, por lo general, partidario de las políticas de libre comercio, y se lo conoce por su posición firme a favor de los países en desarrollo afectados por el proteccionismo de las naciones industriales.
En la cumbre celebrada este año en Ginebra, Supachai exhortó a concentrar las gestiones de la organización en el apoyo a los acuerdos para levantar las trabas comerciales de productos agrícolas, textiles y prendas de vestir elaborados por países en desarrollo.
"Debe comenzar lo antes posible un proceso preparatorio para concretar las nuevas negociaciones sobre agricultura a fines de 1999, como ya ha sido acordado", urgió Supachai.
El funcionario también acusó a países importadores de textiles de mantener las cuotas, como fue acordado en la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales que precedió a la formación de la OMC.
Supachai se opone al proteccionismo que ejercen los países industriales a través de medidas "antidumping" (contra el comercio desleal) o de la apelación a razones ambientales para mantener fuera de sus fronteras productos baratos de naciones en desarrollo.
Todo eso se agrega a las sospechas estadounidenses de que Supachai podría transformar la OMC en un foro para ventilar las quejas de las naciones en desarrollo, incluyendo Tailandia, que figura en el grupo de grandes exportadores.
Estados Unidos presiona para proteger su mercado de importaciones baratas, mientras trata que los países en desarrollo se abran a los servicios financieros, el comercio electrónico y la información tecnológica.
"Los tailandeses son conocidos mundialmente por su habilidad para comprometerse, negociar y trabajar con cualquiera. Esto podría, en última instancia, ayudar a Supachai a vencer la reticencia de Estados Unidos y de la Unión Europea", dijo un diplomático asiático.
No obstante, advirtió que las posibilidades de Supachai de dirigir la OMC siguen siendo inciertas si se toma en cuenta que Washington, por lo general, apoya sólo a candidatos con posiciones ideológicas afines a las suyas para ocupar altos cargos internacionales. (FIN/IPS/tra-en/bs-ss/js/ego/mj/if/98