El gobierno de Colombia avanzó pasos importantes hacia la paz al fijar la fecha del 7 de enero para el comienzo del diálogo con las insurgentes FARC y anunciar el retiro de tropas remanentes de la zona desmilitarizada, según funcionarios y dirigentes políticos.
El Poder Ejecutivo puso fin el lunes a un estancamiento de 37 días del proceso de paz al decidir el retiro de los últimos 130 soldados que mantenía en la localidad sudoriental de San Vicente del Caguán, donde sus representantes se reunirán con los de las izquierdistas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
El gobierno se oponía a retirar a esos soldados por considerarlos necesarios para cumplir funciones administrativas en el Batallón Cazadores, de San Vicente del Caguán, pese a que se había comprometido con el jefe de las FARC, Manuel Marulanda, a asegurar la desmilitarización de la zona.
Las FARC, que condicionaron la negociación al repliegue del Ejército de cinco municipios del sudeste, advirtieron que no comenzarían el diálogo mientras no fuera se marchara el último soldado.
El gobierno aceptó finalmente el lunes la salida de los efectivos, tras una reunión de Marulanda con el comisionado presidencial para la paz, Víctor Ricardo.
"Lo que movió al gobierno fue el deseo de descongelar el proceso", que es "algo que todos los colombianos deben celebrar", declaró el ministro de Defensa, Rodrigo Lloreda.
Lloreda, quien había afirmado que la presencia de los soldados en el Batallón Cazadores era "un tema de dignidad nacional", dijo este martes que esa posición fue revisada "cuando se consideró que ese hecho podría obstaculizar las conversaciones de paz".
El procurador (fiscal del Estado), Jaime Bernal, dijo a IPS que, tras el retiro los soldados, para el que aún no se ha definido fecha, se espera que, a partir del 7 de enero, las partes definan la agenda de trabajo "para consolidar el proceso" de paz.
La agenda de las negociaciones debe acordarse en un plazo de 30 días a contarse desde el 7 de enero, ya que la desmilitarización de los cinco municipios se concretó el 7 de noviembre, sólo por 90 días.
Los frutos de la reunión de Ricardo y Marulanda demuestran "una verdadera voluntad de paz y un compromiso con el diálogo", señaló Bernal.
La determinación de fecha para el comienzo del diálogo es "la mejor noticia que en mucho tiempo han tenido los colombianos", expresó la senadora Zulema Jattin, del opositor Partido Liberal, que asistió con un grupo de congresistas al encuentro de Ricardo con el jefe de las FARC.
De esa conversación no surgieron "vencedores ni vencidos", ya que lo fue favorecido es el proceso de negociación "que todos están esperando", dijo Jattin.
El acuerdo logrado "es una excelente noticia para el país entero que estaba esperando que se instalaran las mesas y se iniciara formalmente los diálogos", declaró por su parte Mario Uribe, del gobernante Partido Conservador.
Mientras, el diputado Antonio Navarro advirtió que el retiro de los soldados "era una decisión que debió tomarse mucho antes" y el episodio deja en claro "que no están bien los actos unilaterales", como la actitud del gobierno al mantener los soldados en el Batallón Cazadores.
Ricardo llamó hoy a los diferentes sectores a evitar "falsas expectativas", pues un conflicto que lleva más de cuatro décadas no puede resolverse "en dos semanas".
Este lunes fue "un gran día para Colombia", por el consenso alcanzado con las FARC, pero nadie debe esperar que "de un día para otro se decrete la reconciliación", agregó.
El funcionario informó que a partir de este martes se tomarán decisiones "sobre lo sustancial". O sea, el contenido de la agenda de negociaciones, la identificación de participantes de la mesa de diálogo y "el establecimiento de un acuerdo marco que permita una solución política al conflicto".
El presidente Andrés Pastrana aseguró al instalar su gobierno, el 8 de agosto, que su prioridad será buscar un pacto de paz con la guerrilla en los siguientes 90 días.
La directora de la oficina del Alto Comisionado para los derechos Humanos en Colombia, Almudena Mazarrasa, se declaró este martes optimista frente al proceso de paz, aunque expresó preocupación por el aumento de la violencia.
Mazarrasa, que finalizó su gestión de 20 meses en Colombia, indicó que para enfrentar la crisis por la violación a los derechos humanos se requiere más apoyo de la comunidad internacional. (FIN/IPS/yf/ff/ip/98